Vidas desafortunadas, y una conversación casual

Una vez que Leonardo Astaroth reafirmó que salvaría a María de la oscuridad que la aprisionaba, el cielo se tornó cada vez más anaranjado, el ocaso llegó así de rápido, poniéndole fin a este encuentro.


---... ¿Eh?


De la nada, sin previo aviso, María se puso de pie, se levantó de la banca de madera con soporte de bronce pintado de negro, y empezó a caminar con dirección a la <Av. Tacna> a través de Jirón Callao.


Leo observó desconcertado las acciones de María, hasta que después de unos segundos, entendió a donde ella se dirigía.


Según los recuerdos que se habían quedado grabados en su memoria, a estas horas, ella, inconscientemente se iba a buscar un lugar para descansar, este hecho es reciente, puesto que anteriores días, María solía caminar de noche por las solitarias calles en busca de demonios, en donde una vez encontrados los mataba sin compasión, aún tiene esas escenas en su cabeza tan vívidamente, como si la sensación de ser descuartizado para luego regenerarse a una velocidad inhumana, como si la sensación de cortar al enemigo hasta matarlo, esa sensación del cuchillo en su mano abriéndose paso entre la piel, la carne y los órganos; estuviera gravado en su propia red nerviosa.


---Será mejor no seguirla. Ya la podré ver mañana.


Diciendo esto, Leonardo caminó hacía la dirección contraria.


Mientras se dirigía a su casa, Leonardo meditaba sobre algunos puntos en los recuerdos de María.


[No importa cuanto lo piense, algo en esto me sigue pareciendo extraño]


A lo que Leonardo se refería era al tiempo que estuvo Joseph (María) en esa cueva, puesto que por más que lo pensara el tiempo no concordaba, era demasiado corto el plazo del tiempo en donde el cuerpo de Zen se descompuso, y Joseph lograra alcanzar al grupo de demonios no evolucionados, simplemente no concordaba.


El tiempo que el cuerpo humano se descompone depende de cierta manera del mismo cadáver y el ambiente, si la complexión es delgada o ancha, si es verano o invierno. Normalmente para un cuerpo como el de Zen, y agregando que estaban dentro de una cueva; se podría decir que para que el tejido empezara a destruirse tendría que pasar por lo menos unos 12 meses, y según los recuerdos que están dentro de su cabeza, el cuerpo de Zen no solo pasó por el proceso de putrefacción sino que hasta sus huesos se convirtieron en polvo... todo este proceso, debería haber durado cientos de años, pero en aquella cueva el tiempo parecía haberse detenido por alguna razón.


En primer lugar, ¿Se le podría decir que el tiempo se detuvo o tan solo se aceleró? Era algo que Leonardo no se podía responder con exactitud, además, si alguien fue capaz de hacer eso, si alguien tuviera tanto poder como para controlar el tiempo y espacio a voluntad, un ser tan Omnipotente, ¿Qué lograría en hacer eso? ¿Qué motivo tendría para hacer lo que hizo? Tal Vez las respuestas llegarían a él si supiera lo que pasó en ese <espacio>, Leonardo lo llamó así puesto que era un tiempo vacío, uno en donde no se sabe que pasó, aunque lo único que si sabía era que su duración no era tanta, a lo mucho un par de horas.


//<Espacio> era el tiempo en donde las tres marías, conocidas también como las tres leyes de Dios; Omnisciencia, Omnipotencia y Omnipresencia, atrajeron el alma de Joseph a la oscuridad. Estos recuerdos obviamente fueron sellados por seguridad por las mismas.//


---Ya llegué.


Cuando Leo ingresó a su casa, saludó a sus padres, quienes estaban sentados en la mesa.


Su padre salió en la mañana con una expresión pálida, parecía que no iba a volver en un par de semanas, pero contario a lo que dedujo, su padre, Astaroth Destinity, se encontraba sentado junto a su madre, ambos con rostro intranquilos, apenas Leo notó sus expresiones, detuvo su idea de ir a cambiarse y decidió sentarse.


El silencio era muy incómodo, casi y hasta podían escuchar latir su propio corazón.


Aunque el silencio no duro mucho tiempo. Quien tomó la palabra fue el cabeza actual de la familia.


---A lo mejor estoy cometiendo una falta por decirles esto, pero después de todo son mi familia, así que, aunque parezca traición, tengo que hacerlo.


Astaroth miró directamente a los ojos de su esposa.


---La actividad de los demonios será mayor en estos días.


--- ¿A qué te refieres...?


---Los demonios que salieron a cazar, las dos noches anteriores a este, fueron completamente exterminados... Todos sin excepción, fueron destruidos por ese monstruo de ojos verdes, mi hermano mayor, acaba de dar la orden de liberar a los sabuesos para pasado mañana... Creo que sería mejor que se muden a otro lugar.


---No.


--- ¿Eh...?


Astaroth observó a su esposa, ella le devolvió la mirada y volvió a repetir su respuesta.


---No.


Angelina golpeó la mesa con ambas mano y continuó.


---Definitivamente es un NO. Este lugar, este departamento, en este distrito, fue donde te conocí, fue donde di a luz y en donde he criado a nuestro hijo, no voy a abandonarlo.


--- ¡Pero!


Mientras sus padres empezaban a discutir, Leonardo ya estaba analizando la situación.


Según su padre hace dos días, los demonios que salieron a cazar ayer y antes de ayer, fueron exterminados por el monstruo de ojos verdes, cuya identidad obviamente se trata de María, pero había algo extraño, en estos últimos días, mejor dicho en toda esta semana, María solo se ha dedicado a estar sentada en ese banca todo el día para luego ir a dormir en algún lugar al azar, no ha matado a ningún demonio—


[Espera... si María puede ir y regresar de este mundo a otro a través de sus sueños... el tipo de negro que apareció en las noticias... El demonio oscuro, quien no volvió a aparecer... ¿Acaso... acaso eso significa que ese tipo también es uno de esos 72 héroes y que también posea la misma característica de María...? Si eso fuera cierto, entonces ¿Qué asegura que no son los únicos?, existe la posibilidad de que actualmente hayan más de su tipo] Leonardo empezó a sentir un ligero dolor de cabeza por la cantidad de información que rotaba a través de su mente, no solo era el pasado de María cuando era una niña, también sus sentimientos y experiencias dolorosas que ocurrieron hace apenas unos meses, añadiendo la información sobre otro mundo diferente, reyes demonios, generales y una gran guerra que está por venir... no habría problema si lo manejara con calma, pero todo esta revoloteando en su mente con tal fuerza, que no sería de esperar que en cualquier momento colapsara.


---Padre...


Mitigando el punzante dolor en su cabeza, Leo se dirigió hacia su padre.


Astaroth estuvo por responderle a su hijo con un "Espera un momento, ahora estoy discutiendo con tu madre" pero al ver su rostro se preocupó de que tal vez su discusión le esté incomodando.


--- ¿Qué pasa? Dime.


---En este mundo– Leo se detuvo y corrigió lo que dijo— En la tierra, ¿solo existen los ángeles y demonios?


Normalmente su padre le respondería con un "Hijo, creo haberte contado con anterioridad sobre esas cosas, además que lo puedes corroborar en la biblia" solo que en esta ocasión se tomó el tiempo para explicarlo. Para eso, le pidió a su esposa que la discusión lo pospusiera para después.


---Así debió ser desde un principio. Padre, hace muchos millones de años creó los cielos y la tierra, le dio vida a los humanos, solo que mantuvo a dos en específico en su tan conocido "edén", quería probar si los humanos bajo su mando podían ser obedientes, por un tiempo fue así, hasta que su experimento falló. Adán y Eva, comieron el fruto "prohibido", la verdad es que era una simple fruta, hasta yo la comía en ocasiones, la cosa es que ambos fueron desterrados con el resto de humanos que ya habían evolucionado en términos de civilización, y bla, bla, bla, el resto lo sabes muy bien de la biblia y películas como la pasión de cristo.


Astaroth empezó a perder la motivación para ofrecer una respuesta concisa, pero se obligó a sí mismo a continuar.


---Hasta la actualidad, los términos de "ángeles y demonios" siempre han sido los únicos que han mostrado su poder sobre la tierra. Yo entraría en la categoría de <ángel caído> pero como no queremos crear una sub-rama, puesto que mi hermano mayor lo cree un fastidio; todos no hacemos llamar <demonio>, claro está que siempre me presento como un <ángel caído> para no causar problemas, ya sabes, uno dice "soy un demonio" y toda la gente ya corre espantada.


Astaroth suspiro antes de continuar, parece que lo realmente problemático de explicar viene ahora.


---A lo que quiero llegar es que en este planeta, en nuestra tierra, solo deberían existir Dios y el Diablo, el Dios de la creación y Lucifer del crepúsculo. Los ángeles y demonios existen solo por estos dos grandes poderes que rigen el mundo... Pero todo eso definitivamente se ha ido a la basura en este último año, para comenzar tenemos el incidente de aquel que fue llamado en las noticas como el demonio oscuro, ya sean mi hermanos o los obreros, ninguno se lo ha encontrado desde su aparición, en parte es un dolor en el trasero menos el que no nos lo hayamos encontrado, tampoco parece estar en movimiento, todo se empezaba a calmar hasta que apareció ese monstruo de ojos verdes.


Astaroth volvió a suspirar del cansancio.


---La verdad no sé de donde salieron esos dos. Uno es un humano con habilidades fuera de este mundo, dudo que Dios le diera alguna bendición a algún humano, más bien eso imposible.


---Padre, ¿Por qué dices que es imposible...?


---... Eso es porque el cuerpo de un humano no lo soportaría, si existieran humanos con la capacidad de tal hazaña, este mundo estaría plagado de fenómenos con la capacidad de destruir todo un país en horas, no es divertido si lo piensas.


Leo se quedó en silencio, entonces su madre fue la siguiente en preguntar.


---Querido, hasta ahora no entiendo sobre ese monstruo de ojos verdes.


Anteriormente Angelina ya había escuchado sobre este tema, pero como ya fue dicho no lo entendió del todo, puesto que solo fueron comentarios dichos al aire, ese día Astaroth, más que explicar sobre lo sucedido tan solo quería ser escuchado para ahogar sus problemas, por eso que la información que liberó eran vagas.


---Nosotros tampoco sabemos mucho sobre eso, ya que casi todos los demonios que se lo han encontrado han perecido. De lo poco que se ha recolectado es que prácticamente es inmortal, no importa si lo desgarras, cortas o trituras, su cuerpo se regenerará a una velocidad que si le quitas el ojo de encima por unos segundos te matará. Aparte de eso no posee nada más, ya sea su velocidad y fuerza física, no se alejan mucho del estándar humano. La única característica sobre su aspecto de esa cosa es que sus ojos son verdes.


En esta ocasión Astaroth se tragó sus ganas de suspirar, tan solo apoyó su mentón en su mano izquierda.


---Si solo se hubiera mantenido sobre la línea permisible, que matara un par de demonios no sería un problema, solo que exterminar a varias unidades en una sola noche, eso molestó mucho a mi hermano mayor.


Su mirada había estado divagando por casi toda la sala hasta que se decidió por mirar a su hijo y preguntar.


---En conclusión, mi respuesta es un "Ya no estoy seguro si los ángeles y demonios seamos las únicas existencias en este planeta".


---Entiendo.


---Leo, hijo mío, sé que tienes algo que decirme, vamos, no seas tímido.


Leonardo pensó sobre si contarle a su padre sobre los seres de otros mundos, pero eso conllevaría a decirles de donde consiguió la información, lo que terminaría por revelar que el enemigo que están buscando es María, a lo mejor si esto era dicho, su familia se fragmentaria ya que es un tema muy serio para su padre... pasado unos cinco segundos, Leo se decidió por responder de la siguiente manera.


---Solo quería saber un poco sobre la situación para decidirme en algo, más bien, ya tengo una respuesta clara.


Leo se puso de pie y se colocó detrás de su madre, reposó ambas manos en los pequeños hombros de angelina y dijo.


---Apoyo lo que dice madre, yo tampoco quiero irme, no quiero perder un lugar en el que tengo cientos de recuerdos, si es necesario protegeré esta zona con mi vida.


Astaroth se quedó perplejo por la fuerte voluntad de su hijo. En estas últimas semanas parecía muy decaído por la pérdida de una de sus compañeras de salón, pero al ver esos determinados ojos dorados, solo le quedó resignarse, después de todo, sino lo hace, su esposa lo ahogara con la almohada a la mínima oportunidad... eso debía ser evitado.


---Lo entiendo. Los días que no estaré, uno de mis hijos vendrá a cuidarlos, es lo mínimo que puedo hacer, el resto te lo encargó a ti Leo.


---Sí.


***


La conversación terminó sin problemas. La cena familiar y las conversaciones cotidianas siguieron su propio curso.


Hasta la llegada del día siguiente.


Como las clases comenzaban al terminar la segunda semana de julio, hoy, viernes 03 de julio del 2020, Leo salió muy temprano en la mañana con la excusa de ir a correr.


Según los recuerdos de María, apenas salía el sol, ella despertaba para nuevamente ir hacia la plaza, sentarse en la banca y observar la fuente de agua.


[Son las seis y tantos, lo más seguro es que ya...]


Con ese pensamiento en mente, Leo trotó hacia plaza de armas. Cruzó un par de calles. Tomó un atajo por la Plaza San Martín, corrió todo Jirón de la Unión hasta llegar a su destino.


El sol aún era cubierto por las nubes de la mañana, pero para cuando llegó estar frente a ella, el sol se mostró a todo su esplendor, permitiéndole apreciar ese hermoso cabello negro. Sus ojos verdes, al igual que ayer, se encontraban observando la fuente de agua, para ser más preciso, sería mejor decir que miraba el flujo del agua que empezaba lentamente a salir de la pileta.


---Buenos días, María.


Dijo eso mientras se sentaba a su costado.


Una vez se sentó a su lado izquierdo, entrelazó su mano con el de ella.


Leo tiene cierta habilidad que le permite conectarse con los corazones (No literal) de las personas a las que toca, puede reunir memorias y emociones que la persona ya ha olvidado, mientras mas frescos sean los recuerdos, mejor dicho, mientras más fuerte sea el enlace entre ambas partes, la sensaciones en la transmisión se multiplicaran muchas veces, tanto que hasta se podría decir que ambas partes en realidad son uno solo.


Lo que Leo está tratando de hacer es algo diferente a la recolección de memorias de ayer, sino transmitir sus propios sentimientos a la persona, y para que las probabilidades que esto funcione incrementen, el enlace entre ellos tiene que estar a un nivel en donde la persona se arriesgue a destruir su propia alma.


Pero arriesgar su vida a este punto no significa nada, después de todo no es como si su tiempo de vida para empezar fuera extensa, además que hablamos de la chica que le gusta, no es un sentimiento que ha sido cosechado desde la infancia, se podría hasta decir que apenas ha transcurrido cuatro meses, pero eso no significa que sus sentimientos sean menos.


--- ¿Cómo has estado? ¿Yo? Hm... se podría decir que estoy bien, las clases no son las mismas desde que desapareciste, jajaja. En serio, en serio, estoy hablando muy en serio, no te engaño. ¿Tus amigas? Te refieres a Isabel, Carol, Rebeca y Lucía... Ellas se encuentran bien, últimamente llegan a clases con unas horribles ojeras, es algo preocupante, pero no han descuidado sus estudios, además que te puedo asegurar de que lo hacen por tu bien, aunque no haya leído sus mentes sé que están buscándote desesperadamente.


Con una sonrisa algo incomoda.


---Solo espero que no estén haciendo nada ilegal... pero sé que estaría pidiendo mucho.


Un ligero movimiento del dedo índice izquierdo de María.


---Parece que te has alegrado al oír sobre tus amigas ¿Qué estoy haciendo aquí tan temprano? Pues es que estamos de vacaciones, las clases comienzan todavía esta semana que viene, a la siguiente. ¿Por qué no dije "la próxima semana" en vez de "esta semana que viene a la siguiente"? Oh... ¿Por qué tartamudeo? Jajaja.


Leonardo se sonrojo e intento mirar hacia su lado izquierdo, cerca de donde se encontraba el Palacio del Gobierno de Birú.


---No te vayas a reír, pero me pongo muy nervioso al hablar contigo. Bueno, bueno, aunque es la segunda vez que hablamos, no es como si la primera se consideraría una verdadera conversación, a las justas solo intercambiamos nuestros nombres, ajá, ajá.


[¿Por qué me pondré tan nervioso? Si ella ni siquiera me está hablando, más bien... aunque esté conectado a su corazón... no siento particularmente nada. Ese movimiento de su dedo índice ¿Lo habré imaginado...? No, no, eso no debe impórtame, debo continuar]


--- ¿Quieres saber lo que pasó con Sara y sus amigas...? La verdad es un poco difícil de responder, puesto que están en otra aula. Si, si, lo sé, sé muy bien lo que te hicieron, aunque ellas posiblemente lo tomaran como una broma, se pasaron de la raya, claro está que no tengo ningún derecho en ir por sus vidas como compensación, si tú al recuperarte quieres vengarte no te detendré.


[Tengo profundizar en la conexión...]


---Pero cambiemos de tema, vamos, vamos. ¿Hay algo en particular que quieras saber?


Cuando hizo esa pregunta prácticamente a la nada, el dedo índice de María hizo un ligero movimiento.


[Podrá ser...]


--- ¿Sobre mí?


Por alguna razón sintió como si María asintiera.


---Como ya lo había dicho antes, mi nombre es Leo... ¿Nombre completo? ¿En serio? Okey. ¡Soy Leonardo Astaroth de la cruz! ¿Qué? ¿Es demasiado vergonzoso para decirlo en voz alta y que no lo haga? Pues si me lo dices de esa manera me dan ganas de gritar mi nombre a los cuatro vientos, jajaja.


Poco a poco Leo dejaba de tartamudear a la hora de hablar, más bien se sentía en calma, como si estuviera dejando que sus propios sentimientos fluyeran con normalidad a través de la conexión que hay entre ambos.


--- ¿Astaroth es un raro apellido? Pues déjame decirte que es el nombre de mi padre.


Sus emociones recorrían sus venas y arterias, era como si el flujo de sangre tomara una sola dirección, una vez llegaba a la yema de sus dedos, que estaban en contacto con la piel de María, este se extendía a través de ella, hasta recorrer todo su cuerpo.


--- ¿Por qué entonces uso su nombre como apellido? No me lo vas a creer, pero el apellido de mi padre es algo "aun" más vergonzoso.


Una sonrisa se dibujó en el rostro de Leo.


--- ¿Qué no me crees? Aquí entre nos, déjame decirte que su apellido es Destinity.


Leo se echó a reír.


--- Si, en serio, así se apellida, jajaja ¿El apellido de mi madre es bonito? Pues sí, te doy la razón y muchas gracias, a mi madre le encantaría escuchar eso ¿Qué te gustaría conocerla?


Por alguna razón de solo imaginar a su madre tener una conversación con María hizo que todo su rostro hasta su clavícula, se sonrojara.


--- Estoy seguro que a ella también le gustaría conocerte.


Volvió a tartamudear.


--- ¿Quieres escuchar como es ella?


[...]


--- Que te puedo decir, mi madre es una mujer muy amable, siempre ha cuidado de mí aun cuando padre se marchó, ¿Por qué se fue? Bueno literalmente nunca se fue, solo que no se dejaba ver por madre, siempre estuvo cuidándome desde que tengo memoria ¿Es confuso? Puede ser, a lo mejor tendría que contarte la historia de mi vida, ajá, ajá, ajá.


--- ¿Qué deje de decir "Ajá, ajá, ajá" por qué suena muy horrible?


Leo se sintió algo decaído por ese comentario que se hizo así mismo, pero su estado de animo de cambió con lo siguiente.


--- ¿Quieres escuchar la historia de mi vida?


El dedo índice de María volvió a moverse.


[¿¡Es en serio...!? Creí que solo lo estaba imaginado, pero realmente está reaccionando a lo que digo. Pero, pero... no siento nada de parte de ella, es como si un maniquí estuviera liberando un ligero pulso de vez en cuando ¿Qué significa...?]


--- No es nada complicado, pero si tengo que explicar algunos detalles se complicará la historia, posiblemente se alargue tanto que te será aburrido.


Parecía que ese dedo índice izquierdo aplicó un poco más de fuerza de lo habitual.


---Okey, okey. ¿Por dónde puedo comenzar?


Leo cerró sus ojos y empezó a recordar esos días.


---Comencemos con el día que me enteré que no era un humano, sino un mitad ángel caído.


Leo abrió los ojos, su rostro se bañó con la luz del sol, no le parecía muy incómodo puesto que no lo veía directamente.


--- ¿Te sorprendiste? Bueno, tú te regeneras a una velocidad abismal, así que, creo que yo siendo mitad ángel caído no es una novedad.


Ella parecía molesta, pero más que eso, sentía una gran tristeza.


--- ¿Cómo es que lo sé? En primer lugar te pido disculpas, enserio lo lamento muchísimo, pero es que ayer leí tus recuerdos, desde cuando eras apenas una niña hasta la actualidad.


[Parece como si jamás me hubiera visto ayer...]


*Suspiro*


--- ¿Cómo es que pude hacer eso? Pues, es la habilidad que tengo como hijo de un ángel caído, <Lectura del Corazón> obviamente lo de "corazón" no es literal, pero en sí soy bastante increíble, ¿Verdad?


Después de un breve silencio.


---Por alguna razón siento que te estas burlando de mi... *Suspiro*


[Creo que se me están pegando los malos hábitos de padre, al paso que voy me quedara menos tiempo de vida de solo suspirar. Solo bromeo~]


--- ¿Si tengo alas? Quisiera decir que tengo unas hermosas alas blancas de la libertad con olor a limón... pero lastimosamente son un par de alas color negro opresión ,con olor azufre, ¿Soné racista? No es que lo sea, tan solo quería ser gracioso. Okey, entiendo, no te gustan esos chistes.


[No volver a contar chistes de esa clase]


---... Claro está que no puedo volar, aunque de poder si puedo, pero estamos en la ciudad, si vuelo de día seré considerado un OVNI o algo por el estilo, tendría mi propia foto en el periódico, sería vergonzoso, pero genial. Lo malo es que si la fuerza aérea me rastrea me perseguirán a misiles, lo cual suena muy feo.


[Pensándolo bien, será mejor que nunca intente volar de día]


--- ¿Qué tal de noche? Podría ser más seguro, pero prefiero no salir de noche, es peligroso, ya sabes, apenas tengo 16 años.


Haciendo énfasis en lo siguiente, Leo miro el rostro de María.


---Aunque pronto cumpliré 17 años ¿Quieres saber mi cumpleaños? Hm... intenta adivinar.


Leo sintió un leve apretón.


---Okey, okey, no te molestes.


Dijo para calmarla.


---Mi cumpleaños es el 28 de julio. Jajaja, si lo sé, es justo en el día de la independencia. Aunque para tu cumpleaños tampoco falta mucho, si no mal recuerdo es el 18, a diez días antes que el mío.


De pronto un sentimiento cálido se extendió por todo su cuerpo, como si hubiera recibido una gran noticia, como aquel joven que observó su nombre en la lista de aprobados para cierta universidad de renombre, era una sensación muy parecida.


--- ¿Quieres que la pasemos juntos?


Aquella sensación de felicidad se incrementó tanto que la mente de Leo se nubló por unos instantes.


--- ¿Por qué estoy haciendo todo esto?


Un breve silencio.


--- ¿Por qué estoy ayudándote cuando ya sé todo lo que has hecho?


Otro silencio.


--- ¿Por qué soy tan amable contigo...?


Silencio.


--- ¿El por qué estoy llorando......?


Leo no supo desde cuándo, pero de sus ojos empezaban a caer lágrimas.


No intentó limpiarlas, tan solo bajó la cabeza, con la mirada fija en sus zapatillas.


---Eso de hecho es porque...


Él la miró.


Su rostro sonrojado hasta la clavícula era visto por los pocos transeúntes de la zona como algo vergonzoso y preferían no mirar, Leo no notó eso, porque de haberlo hecho jamás se hubiera atrevido a decir lo siguiente.


Con toda la fuerza de voluntad que tiene, Leo dijo.


---Tú me gustas.


[...]


---En serio me gustas, es por eso que me prometí a mí mismo que te salvaría. Definitivamente voy a salvarte de la oscuridad.


Leo volvió a su posición inicial, con la cabeza baja y la mirada fija en su mano izquierda.


---Extenderé mi mano lo más posible para que la puedas alcanzar.


Apretó su mano libre.


---Y traeré de regreso tu alma a la luz, para que podamos hablar y conocernos mejor. Tal vez tus amigas no acepten nuestra amistad, pero me esforzaré por caerles bien.


Llevó su mano izquierda a su rostro y limpio sus lágrimas disimuladamente.


--- A lo mejor yo no te guste, y es de esperar, nunca tuvimos una conversación formal, además que a esto tampoco se le puede llamar una.


Por el rabillo de su ojo derecho, Leo observó su mano derecha entrelazada con la mano izquierda de María.


---Aunque espero con muchas ansias el día en que podamos entablar una conversación, ya quiero escuchar tu voz y ver tu linda sonrisa. Con el pasar del tiempo a lo mejor vuelva a declararme, solo que en esa ocasión, estaré rogando por una respuesta, no importa si es un, SI o un NO.


Un breve silencio.


Leo encorvó su espalda, empujando así su cuerpo hacia adelante, bajo su mano izquierda y miró el rostro completo de María.


---Te compuse algunos poemas... ¿Quieres escuchar?


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