Joseph Fell vs El Rey Orco Xyome T

[Debo ser más rápido, más ágil... al ser humano no puedo igualarlos en fuerza, pero puedo tomar la ventaja de mi movilidad, los goblins poseen armaduras muy pesadas para proteger sus cuerpos. Los más peligrosos, Trolls y Orcos, sus cuerpo de por si son muy pesados más sus armaduras, los hacen un blanco fácil para alguien pequeño y ágil... aunque si llego ser atrapado usaran esa prisión de espinas como la última vez o hasta algo peor]


Un joven de cabello negro y ojos verdes, cubierto de lodo y hojas de árboles casi por todo el cuerpo, corría a través de los árboles mientras analizaba la situación, se decía a sí mismo una y otra vez que debía ser más rápido, más, mucho más, no importaba que su corazón latiera como si fuera a reventar, no debía detenerse, puesto que sus perseguidores lo alcanzarían antes de llegar al lugar planeado.


Los grupos de goblins 00 y 01, junto a cinco Trolls y dos orcos, corrían bajo el intenso calor a través del bosque, las sombras que los árboles generaban no era lo suficiente para evitar el bochorno, sudor caía de sus horribles rostros, sus piernas les pesaban, pero no podían dejar escapar al humano que lanzó un ataque sorpresa dejando dos Trolls y ocho goblins muertos, para ser exactos, sabían de quién se trataba, no importa si su olor era diferentes o si su cuerpo estaba cubierto de lodo para no ser reconocido, era aquel humano que Zyx Urf envió al fondo de un lago, era fácil de aceptar ese hecho puesto que lo último que vieron antes de perderlo de vista fue como un compañero goblin le atravesó el corazón con una espada, pero este ferozmente acortó distancia y mordió su cuello hasta arrancarle la yugular, mientras corría hacia al bosque sus extremidades perdidas las recuperó en cuestión de segundos.


Su fuerza física es la de un simple humano, posiblemente un poco más de lo normal, pero no es algo que ellos no puedan controlar, además que llevan fuerza extra con los Trolls y Orcos, tan solo deben inmovilizarlo y llevarlo con su Lord para que decida qué hacer con él, en el mejor de los casos podría aplicar un conjuro de petrificación, entonces todo habrá terminado y la venganza por sus compañeros caídos se verá concluido.


De repente se escuchó un sonido proveniente de uno de los tantos árboles a su alrededor, como si hubiera alguien tratando de trepar, obviamente se trataba del aquel joven, pero la cuestión es, ¿En qué árbol está?, Zyx Urf, quien se encontraba liderando los dos grupos, levantó su brazo izquierdo, como dando la orden de detenerse, por ende, los dos grupos, junto con los cinco Trolls y dos Orcos, dejaron de moverse y se esparcieron para buscar a los alrededores.


--- ¡Sal de ahí pequeño bastardo! ¡Monstruo infernal, vas a pagar caro por esto, me oíste, yo mismo me encargara de cortarte la cabeza en todo el trayecto hasta llegar con mi Lord!


Zyx Urf, empezó a gritar a todo pulmón por los alrededores, mientras daba indicaciones a sus subordinados para que vigilen cierto lugar sospechoso, parece que el humano uso un poco su cabeza y dejó algunas trampas, pero nada sirve cuando ya se sabe que es una "trampa", por ello, el líder decidió hacerle creer que van a caer en la trampa para obligarlo a salir.


Lo que Zyx Urf no espera es que el hecho de que él pensara así, "ya había sido planeado", al otro lado, en la altura de un árbol alejado del grupo de Goblins, se encontraba el desarrollador de este plan, sus ojos verdes no mostraban signos de vida, todo su cuerpo cubierto de lodo, hojas y un par de ramitas, esto era para que los demonios no evolucionados no sientan su olor, su respiración era tan silenciosa que difícilmente podrías oírla aun estando a su costado, no sabía cómo ocultar su presencia pero por puro instinto llegó a realizarlo.


Cuando los Goblins se reunieron cerca del árbol que Zyx Urf encontró sospechoso, intentaron atacar al mínimo movimiento con flechas y lanzas, pasado unos segundos de estar esperando, una de las ramas se rompió de repente [tal vez nadie se había dado cuenta, pero uno de los goblins por error rompió un pequeño hilo, lo que activó la trampa], todos por reflejo atacaron cierto lugar en lo alto del árbol con su flechas pero esto fue retenido por una gran cantidad de lodo que había sido retenido con una red que el joven de cabello negro y ojos verdes encontró en el pueblo que KHALL.


Los goblins que estaban a los alrededores fueron cegados por el lodo, en ese corto periodo de tiempo que habían sido privados de su vista, los gritos de los Trolls los desconcertaron.


---Señor, nos atacan... ¡Es él, aquel humano está atacando!


El lodo entró tanto en sus ojos, que no importaba cuánto tratara de limpiarse el rostro, simplemente no era suficiente, solo podía escuchar los chirridos de espadas chocando contra el metal y como los Trolls y Orcos, quienes no habiendo sido cegados, corrían para atacar a monstruo que es prácticamente inmortal, Zyx Urf, dio la orden de doblegarlo y no dejarlo escapar, los pocos goblins que a las justas podían ver desenfundaron sus espadas de su cinto y corrieron con cortas piernas a la batalla.


[Esto es una estupidez, cegarnos no servirá de nada, tenemos la ventaja del número y la fuerza bruta, ¿por qué privarnos de la vista en primer lugar? Guerrero natos como nosotros podemos guiarnos por la esencia... ¿...eh?]


Fue en ese momento que Zyx Urf se percató que no podía sentir la esencia de aquel humano, rápidamente trato de limpiarse el lodo de los ojos aunque tuviera que dañárselos, cuando empezó abrir los ojos, aunque con dificultad, vio como dos de los Trolls ya habían caído, para su mala suerte, la rapidez con la que aprendía Joseph era inhumano, no poseía la fuerza suficiente de matar a un Goblin de un golpe, pero lo compensaba con su velocidad y agilidad, la idea de cegarlos y empezar el ataque, fue una idea simple, razón por la que no se lo esperó, todo como se podía proyectar frente a sus ojos, era su futura caída.


Los ojos de Joseph eran fríos y sin emociones, su única razón para moverse y seguir adelante era su gran deseo de matar a todos esos demonios, no importaba que, no importaba si perdía un brazo utilizaría el otro sin pensarlo dos veces, si le cortaban las piernas utilizaría sus brazos para hacerles perder el equilibrio, cada vez más rápido, más ágil, no pensar, solo moverse a matar, si se cubrían el cuello, cortar los tendones de las talones para hacerlos caer, si ven un punto débil que la armadura no pueda proteger, sin duda cortaría esa parte.


Una y otra y otra vez... Joseph corría a través de los dos últimos Trolls que quedaban, esquivó el golpe de uno y la patada del otra al saltar por encima de su muslo, se abrió camino hacia el Orco que cometió el error de retroceder un paso... si, lo que Joseph había desarrollado era una habilidad humana del tipo natural de nombre [Asesino], lo que provocó que el Orco sintiera miedo, miedo que recorrió todo su cuerpo como una serpiente, para cuando reaccionó, Joseph ya se encontraba justo delante de él, trató de apartarlo con una patada, la cual tenía la suficiente fuerza para agrietar el suelo; pero Joseph logró esquivarlo saltando hacia la rodilla del Orco, para después, con una espada que recogió antes del suelo, atravesó su cuello justo en la tráquea.


El orco cayó al suelo de rodillas, con sus grandes manos quiso retirar la espada de su cuello pero su fuerza y resistencia no alcanzó a más... pereciendo en su mismo lugar.


En el caso de Joseph ni siquiera se detuvo a retirar la espada, apenas clavó su espada lo más profundo que pudo, corrió hacia uno de los Trolls que trató de reunirse con los Goblins que estaban reagrupando para ir con todo contra él, aunque posiblemente sería arriesgado atacar en estos momentos, Joseph, quien después de recoger dos espadas de dos goblins muertos; decidió atacar.


Corrió tras el Troll quien al querer golpearlo se tropezó con sus propias piernas, Joseph era de menor tamaño de lo que el Troll calculó, razón por la que su golpe fue dado al aire, el sonido del aire al romperse, le hizo a entender que si le habría dado, hubiere sido decapitado... pero no pensó en las consecuencias, tan solo se abalanzó hacia adelante clavando una de las espadas entre sus ojos, rápidamente siguió al otro Troll, aunque este cobardemente se ocultó detrás de un grupo de Goblins, quienes rugieron al momento de atacar.


Joseph sin pensarlo dos veces soltó la espada que llevaba en su mano izquierda y corrió entre los árboles, ineptamente los Goblins lo siguieron, pensando que el motivo por el cual huye es porque perdió su ventaja del ataque sorpresa, con espadas, flechas y lanzas lo persiguieron, pero por más que iban tras él, no lograban alcanzarlo, corría como un venado, hacia los costados y desapareciendo por breves momentos entres los árboles, apenas se detuvieron para recobrar el aliento, de los arbustos salió el joven que perseguían, le arrojó barro a la cara a uno que estaba un poco alejado del grupo, lo pateo al momento de arrebatarle la espada y aprovechando que se cayó al suelo, le atravesó el cuello con la espada dos veces.


Trató de correr nuevamente entre los árboles pero dos flechas de las diez que le lanzaron, impactaron en su brazo y hombro izquierdo, esto fue considerado un error en su mente, hubiera sido suficiente un solo ataque, dos veces fue innecesario, otras flechas se dirigieron hacia él, pero por suerte logro esquivarlo posicionarse detrás de un árbol, mientras reconsideraba su error, y los enemigos se aproximaban, la carne de su cuerpo hacia ligeros movientes grotescos para retirar las flechas, apenas las flechas fueron retiradas las heridas sanaron al instantes.


Para cuando los Goblins llegaron al árbol donde se ocultó Joseph, este ya no se encontraba ahí.


Su posición actual era desconocido en estos momentos, cuando venían siguiéndoles eran dos grupos de diez, más cinco Trolls y dos Orcos, ahora han sido reducidos a un mero grupo de once y un troll... nadie se atrevía a separarse uno del otro, sabían que apenas uno llegue a estar separado siquiera dos o tres metros, sería asesinado.


¿Cómo? ¿Cómo es que pueden tener miedo de un simple humano? su fuerza no es para resaltar y sus ojos pueden seguir su velocidad, pero ¿cómo es que han sido reducidos a estos números en cuestión de minutos?, más bien, parece que mientras más se alarga la batalla, su aprendizaje aumenta, sus sentidos se agudizan, permitiéndole desarrollar habilidades, [Asesino] una habilidad que produce miedo en la víctima incapacitando sus sentidos, prohibiéndole moverse, justo ahora...


--- ¿A dónde se fue?


---No tengo idea, pero no se separen, apenas lo veamos los arqueros lo incapacitaran con sus flechas, nosotros iremos a dar el golpe de gracia, sé que no puede morir, pero al menos dará tiempo hasta que Troll lo aprisione.


--- Señor, Zyx Urf, creo que acabo de verlo cruzar esos árboles.


Cuando uno de sus subordinados comentó con algo de duda en su tono de voz, Zyx Urf, no se detuvo a pensar que tal vez sería un error, rápidamente dio la orden a los arqueros de disparar en aquella dirección, los arqueros prepararon sus arcos con una flecha y luego dispararon, apenas las flechas dibujaron un arco en el aire, del lado izquierdo, de donde se posicionaron los cuatro arqueros, salió Joseph, uso la punta de una de las flechas que atravesó su cuerpo para clavársela en los ojos a uno, los otros trataron de tomar distancia para poder atacar con sus flechas, pero Joseph no se los permitió, arremetió con todo.


[¡¡¡Más rápido, más veloz... necesito ser más ágil!!!]


Cuando se gritó a si mismo ser más rápido y veloz, era para acortar su distancia con el enemigo.


Cuando se gritó a si mismo ser más ágil, era para esquivar los posibles ataques de los Goblins y matarlos al más mínimo error.


Su corazón latía muy rápido aumentado la adrenalina de su cuerpo, cada fibra de su ser se encontraba caliente, su sangre le hervía, todo a su alrededor parecía ir en cámara lenta, podía obsérvalo todo, cada leve movimiento que hacia sus oponentes, si... instintivamente, Joseph podría estar a la par con varios asesinos del este mundo.


Mirada fija en su objetivo, este se quedó paralizado del miedo, era como sentir decenas de serpientes recorrer desde su tobillo hasta su torso, recorrían su cuello y hasta quedar frente a su cara, esos ojos verdes hipnotizantes... lo único que le hacía sentir es querer morir, y cumpliendo su deseo, Joseph le concedió su muerte, clavándole la segunda flecha, que atravesó su cuerpo; en medio de su clavícula.


Tomó el cuchillo que el Goblin llevaba en la pierna derecha y corrió hacia el siguiente, esquivó y cortó, siguió corriendo lo más rápido que podía, esquivó los ataques con la máxima agilidad que desarrollaba continuamente, y cortó a su enemigo con una precisión envidiable, los Goblins caían uno por uno, lo único que veían es como aquél como aquel humano se desplazaba entre ellos con movimientos ligeros, rápidos y precisos, como si bailara entre una multitud de muertos...


Zyx Urf, tomó una bocanada de aire y trato de dar la orden de retirada, pero su cuerpo fue cubierto por el miedo, ciento de serpientes se deslizaron por su cuerpo, podía escuchar el sonido de sus lenguas, sus ojos verdes que lo miraban... [¿Qué demonios hemos hecho...?] Mientras su vida encontraba el fin de su camino, Zyx Urf, se lamentó de haberlo perseguido.


**********


[*** 21 de *** del *** <11:01 am>] ---- [Domingo 21 de junio del 2020 <11:01 pm>]


---Mi Lord, Xyome T, perdimos contacto con el grupo que fue tras el monstruo de piel humana.


Sentado sobre un trono de oro, Xyome T, escuchó lo que su subordinado decía con una mirada aterrada en su rostro, [¿Cómo es que pasó esto? ¿Por qué mis subordinados mueren solo por un humano? Debí sellarlo apenas lo tuve entre mis manos] Xyome T, apretó tanto sus manos que se podía sentir cómo podría romper su propio trono por la fuerza aplicada en estos, comenzaron esta expedición con prácticamente doscientos demonios no evolucionados, entre estos Goblins, Trolls y Orcos, pero ahora... ya son menos de cincuenta.


[Ciento cincuenta subordinados han caído por culpa de ese monstruo...]


Recordando todos los ataques que ha realizado desde que lo arrojaron a un lago, siempre el mismo patrón, aparece sin ser detectado mata a varios demonios, cuando se ve acorralado corre hacia el bosque, los grupos que se dividen para ir tras él, jamás regresan, no importa que tan preparados estén sus subordinados, un 30% no son ni si quiera guerreros, solo agitan sus espadas a matar, por eso mueren tan miserablemente, pero ni él puede hacer algo, si lo tuviera justo frente a sus ojos a lo mejor.


---!!!Mi Lord¡¡¡


Un espadachín Goblin entró a la carpa de Xyome T, su rostro lucía pálido, mucho sudor caía de su enorme mandíbula, Xyome T, parecía que iba a explotar de ira por semejante intromisión, pero—


---¡¡El humano está atacando!! ¡¡Hay muchas bajas por todas partes!!


---¡¡ !!


Xyome T, se levantó de su asiento como si recibiera el peor susto del mundo, sus grandes manos empezaron a temblar y sus piernas perdían esa fuerza que poseía, apretó sus colmillos mientras miraba el suelo, pensando en que debería hacer ahora.


[¿Debería dar orden de retirada? Ya hicimos el mayor daño posible a esta región, quedarse más tiempo seria suicidio, no tenemos la cantidad y tampoco las armas necesarias... si, no es que esté tratando de huir, la misión ya acabó, eso es, se terminó]


---Esta es una orden, nos retiramos, si nos quedamos más tiempo los héroes vendrán por nosotros, ya hicimos lo suficiente para satisfacer a nuestra patria, nos regresamos al mundo demoniaco.


Apenas la orden fue dada, el espadachín Goblin salió de la carpa a toda velocidad para correr la voz a todos los soldados, que el REY ORCO, Xyome T, ha decidido retirarse, pero...


Cuando apenas salió de la carpa se encontró con una escena terrorífica, todos los alrededores se encontraban cubiertas de sangre de sus camaradas, y entre todos esos cadáveres, caminando como fuera la misma muerte, se encontraba el monstruo en piel humana, se tambaleaba de un lado a otro, sin ninguna señal de vida en sus ojos verdes, su expresión gélida y sin emociones era sin duda aterrador, en su mano derecha cargaba del cuello a uno de sus camaradas goblin, él lo conocía de tiempo, fueron vecinos y compañeros de combate, charlaron y compartieron la misma mesa, violaron a tantas mujeres que les era difícil contar y comentaban de cuanto les duro la mujer humana que profanaron.


Lo más seguro en estos casos es que el espadachín Goblin se llenara de ira y corriera a enfrentar a Joseph, pero su cuerpo no le respondía, ya de por si se encontraba muy nervioso, pero ahora era peor, un miedo, que superaba a cualquier pesadilla antes tenida, recorría cada parte de su verdoso cuerpo, serpientes de ojos verdes salían de la tierra y enrollaban su cuerpo, como si lo prepararan para la cena, lentamente, muy lentamente.


Joseph se detuvo frente al penúltimo soldado Goblin que quedaba... en su mano izquierda llevaba una daga de casi cuarenta centímetros perteneciente a uno de los tantos Goblins que asesinó, tomando su tiempo, llevó la punta de la daga hacia el estómago del espadachín Goblin y le abrió el vientre, los intestinos empezaron a caer junto con grandes cantidades de sangre, el Goblin cayó sobre sus rodillas, abrazó su estómago mientras caía al suelo de cara, para después morir.


Siguió caminando sin mirar siquiera al Goblin que acaba de caer al suelo, un supuesto, "podría levantarse y apuñalarme por la espalda" nunca pasó por su mente, además, ¿Qué desventaja le traería eso? ¿Apuñalarlo acaso lo matará? ¿Hará que termine todo esta cadena de odio? Pues la respuesta era un rotundo no, nada va a terminar, no lo hará hasta que el mismo se encargue de matar al demonios que está al otro lado de esta carpa de casi tres metros, no hasta que lo vea sufrir, escupir sangre, rogar por su vida y clemencia, para después matarlo, destruyendo cualquier esperanza de querer vivir.


Caminó hasta llegar a la entrada, se abrió paso a través de la cortina, fue en ese lapso de tiempo en el que estuvo cerca de ver el interior, que recibió un golpe tan fuerte que salió volando varios metros, los huesos de sus costillas se rompieron por completo, sus pulmones reventaron y varios de sus órganos se encontraban graves, el sangrado interno sería lo suficiente para matar a una persona normal.


Joseph giró un par de veces en el suelo para retomar su equilibrio, saltó e hizo una voltereta sobre su propio eje, terminando de pie varios metros de la carpa del REY ORCO, Xyome T, y sin ninguna lesión aparente, los huesos de sus costillas ya se habían sanado, al igual que sus órganos internos.


Sin hacer ningún movimiento, Joseph esperó que el responsable de ese macizo golpe se resignara a salir, antes que el conteo llegara a dos minutos, una enorme mano color grisáceo salió de entre las cortinas, abriéndose paso entre las cortinas, un enorme cuerpo fue revelado, un rostro parecido a las de un cerco con dos grandes colmillos, de ojos rojos, su altura es casi de dos metros, brazos anchos y fuertes, capaz de partir una roca por la mitad, sus piernas regordetes que podrían hacerte polvo de un solo pisotón, y lo más resaltante, su armadura azabache de cuerpo completo, forjado con los huesos de sus antiguos portadores, haciéndole tan dura y resistente como la piel de un demonio de clase media, dando por hecho, que Joseph jamás podría herirlo.


---Sabes que es de mala educación entrar sin tocar, ¿cierto?


Xyome T, se detuvo hasta estar a una distancia de diez metros de Joseph, sostuvo su protector de rostro en su brazo derecho, sonrió mientras lo miraba como si fuera algún bicho que debía ser pisoteado, o esa era la forma de autoconvencerse de que no importa que pasare, ese chico jamás podría derrotarlo, básicamente también ignoró los cadáveres de sus subordinados que se encontraban esparcidos a los alrededores, la cantidad de sangre que bañaba este espacioso territorio, lo hacía ver como el infierno.


[Adoraba ver el infierno, ver cómo los humanos se retorcían en agonía, ver como el macho humano moría mientras eran testigos de cómo violaban al amor de su vida por decenas de Goblins, Troll y Orcos. Adoraba ver el infierno, sus hogares que construyeron con tanto ahínco, siendo reducidos por las vivas llamas del fuego, escuchar los gritos de la hembra humana, sus cuerpos retorciéndose de dolor, para luego llenarse de placer, poco a poco, hasta caer en la locura y morir. Adoraba ver el infierno, pero nunca pensé... que me tocaría verlo en esta perspectiva]


---Vaya, me tomo el tiempo para salir a recibirte para hablar, y ni una sola palabras has dicho. ¿Qué pasa? ¿No vas a decir nada? ¿No le dirás nada al grandioso REY ORCO que violó a tu mujer y mató a toda tu familia? ¿No estás enojado, no estás furioso, no te carcome la ira?


Al no recibir ninguna respuesta el REY ORCO, Xyome T, frunció el ceño y escupió al suelo.


---Así que...


Miro nuevamente los ojos de Joseph y confirmo lo que ya hace un tiempo había pensado.


Esos ojos verdes eran tan oscuros y sin vida, su rostro que no mostraba expresión alguna, ninguna reacción hacia el dolor y total control sobre su propio cuerpo, sin duda sería un guerrero ejemplar, pero, no era eso lo que llamaba su atención, sino más bien lo que conformaba su alma, antes, regresando a la primera vez que lo vio y mandó al fondo de un lago, su alma aún poseía algo de humanidad, sus emociones eran un caos pero aún podría percibirlas, pero ahora, nada queda de su alma, como si hubiera muerto en vida, y sus emociones se destruyeron, como si no fueran necesarias.


---...Has perdido tu humanidad. Ahora solo eres, como ya lo había dicho, un MONSTRUO.


Continuamente dejó su protector de rostro en el suelo y luego con su manos derecha ,desenfundó de su cinto izquierdo su katana. Se colocó en posición de combate, espero el momento oportuno... y de repente, como desafiando cualquier ley de la gravedad, corrió a una velocidad que no era concuerdo a su peso, parecía una locomotora a máxima capacidad, acortó su distancia con Joseph en un parpadeo, pero este ni se inmuto.


Xyome T, al estar en un rango en donde Joseph no podía esquivar su ataque, dibujo un línea transparente en el aire de forma horizontal a una velocidad que el sonido del corte vino después de culminar, pero por más magnifica que pareció su ataque, Joseph logró evadirlo saltando por encima del filo, aunque no de forma precisa, ya que perdió su pierna izquierda, Xyome t, libero su mano izquierda del mango de su katana y con toda su fuerza se propuso a golpear a Joseph, quien no podría esquivarlo estando en el aire, aunque contrario a sus expectativas, Joseph llego a evadirlo al colocar su manos sobre su muñeca centímetros antes que sus nudillos impactaran con su estómago. Hasta el momento, Joseph habría salido casi ileso, al esquivar dos ataques, que superan la velocidad que un humano común y corriente podría seguir con la mirada.


--- ¡No te creas mucho, maldito monstruo!


Xyome T, alzo la voz para luego dar un voltereta en el aire, su cuerpo giro 360 grados sobre su propio eje, logrando asestar un contundente pata en el pecho de Joseph, quien nuevamente volvió a tener sus órganos internos dañados y huesos completamente pulverizados, una patada de un demonio de casi dos metros con un peso de doscientos kilos, su cuerpo parecía una gelatina cuando cayó al suelo y giro varias veces hasta quedarse lamentablemente quieto y cubierto de sangre.


--- ¿Eso, eso es todo?


El REY ORCO, Xyome T, se preguntó para sí mismo, pensando de que posiblemente, la patada de un momento, podría haber sido lo suficientemente poderosa como para matarlo, pero una vez más, sus expectativas fueron pisoteadas, la sangre alrededor de Joseph empezó a regresar a su cuerpo como si estuvieran siendo absorbidas con un popote, los huesos y órganos internos se regeneraron a una velocidad que ya superaba lo ordinario, si antes, para regenerar todo su cuerpo necesitaba dos días, ahora solo le tomaría a lo mucho dos minutos, era increíble con la velocidad que su metabolismo se adapta a regenerarse una y otra vez.


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