Juramento de muerte

[Entrada principal al pueblo de KHALL]


Con un porte y mirada, dignas de un rey, Xyome T, se encontraba mirando como el pueblo de KHALL se consumía en el fuego, sus mujeres caían presas ante la lujuria de sus subordinados, los varones yacían descuartizados por los alrededores, para un ser humano sería como presenciar el infierno en la tierra pero, en el caso de este REY ORCO, su perspectiva era diferente, "increíble, maravilloso, como se esperaba del mundo humano, observar su sufrimiento es exquisito..." Xyome T, pensó mientras no podía evitar sonreír apasionadamente.


Los gritos de las mujeres que pedían no ser violadas... el de los varones quienes rogaban por sus vidas... el del fuego consumiendo todo a su paso, arrasando con sus hogares, recuerdos y la felicidad que una vez les perteneció... Absolutamente todo esto era melodía para los oídos de Xyome T, melodía que no pudo disfrutar mucho tiempo.


---Mi Lord, le traigo noticias del pelotón 02.


A regañadientes, Xyome T, tuvo que apartar su vista de tal maravillosa escena, giró su cuerpo hacia atrás y respondió.


---Otra vez ese pelotón de vagos... y, ¿Qué ha pasado?


El peón goblin, mensajero del pelotón 03, quien aparte de estar exhausto por correr a toda velocidad para entregar un mensaje importante, se encontraba atemorizado, si el mensaje no era del agrado de su señor, este, de un solo puñetazo, borraría su existencia de la faz de la tierra, pero era un riesgo que debía tomar, no solo por sus compañeros caídos, sino también...


Tragó saliva, apretó sus puños con mucha fuerza y entonces respondió a la pregunta de su Lord.


---Todo el pelotón 02 ha sido destruido, y mi pelotón, el 03, está por caer.


--- ¿¡Qué has dicho...!?


*********


--- ¿¡Pero de dónde ha salido este monstruo!?


--- ¡No importa cuanto lo cortemos... el malnacido no se muere!


--- ¡Imposible—


Habían estado combatiendo a muerte contra una sola persona, un ser humano que ellos pensaron al comienzo no dejar morir tan fácil en venganza de sus compañeros caídos del pelotón 02, lo que no resultó tan bien que digamos, a lo mejor podrían haberlo sometido si iban con todo al inicio, pero uno por uno empezaron morir, dejando en claro algo... el joven de cabello negro y ojos verdes, no era un simple humano, más bien, se dudaba si era realmente de este mundo, no importaba cuanto seccionaran sus extremidades, volvían a crecer a los pocos segundos, rápidamente tomaba un arma y uno más de sus aliados caía muerto al suelo... "un monstruo" no importa cuanto lo miren, era con lo único que podían describirlo, no moría por nada, su fuerza era ordinaria pero atacaba en el momento justo y en zonas críticas, como una bestia inmortal con una sed de sangre inmensa.


---Señor, no podremos retenerlo mucho tiempo...


---No pasará mucho para que también llegue nuestro fin... si quiera, usted corra.


---El mensajero... Bot, es bastante veloz, a estas alturas ya debe haber llegado con nuestro Lord, solo esperemos un poco más.


Pasado una hora, no quedó ni un solo demonio no evolucionado, cada goblin del pelotón 03 fue eliminado, dejando solo a un joven cubierto de sangre en medio de una decena de cadáveres, su respiración era pesada, pero sus ojos emitían una fuerte voluntad, un deseo inquebrantable... "Matarlos... los mataré... mataré a cada uno de ellos, hasta que no quede ninguno" estas palabras salieron de su reseca boca.


Joseph, levantó ligeramente su cabeza y observó una línea de humo que se originó a unos cuantos kilómetros desde su posición... instintivamente dedujo que ahí se encontraba el ejército principal de demonios, su ceño se frunció y dejó escapar su ira en forma de un aura azabache, que cubrió su cuerpo, en lo único que pensaba era en cortarlos, ni siquiera se había puesto a pensar en las personas que seguramente están muriendo, priorizó su venganza por el resto de las víctimas, así que, sin esperar ni un segundo más, Joseph se puso en marcha, con dirección al pueblo de KHALL.


*********


Mientras camina por un sendero árido y pedregoso, un sinfín de goblins lo atacaron por todas las direcciones, escondidos entre los arbustos del bosque que lo rodeaba, estos demonios no evolucionados, que eran de los pelotones 00 y 01, salieron disparados a una velocidad e instinto asesino que sería percibido por cualquier guerrero experimentado, pero en caso de Joseph, cuando percibió la sed de sangre ya se encontraba boca abajo en el suelo, con una decena de espadas y lanzas clavadas en su espalda, le era imposible moverse, el dolor, que sería capaz de volver loco a quien sea, hasta el punto de pedir a gritos ser asesinado; yo no le afectaba, su mente estaba tan concentrado en matar al primero que entrara en su rango, que ignoraba todo signo de dolor, la sangre a salía a chorros por su boca, ojos y por donde se abría paso las armas.


--- ¡Por ningún motivo reduzcan su fuerza, manténgalo así hasta que el grupo de Trolls lleguen!


--- ¡Señor, nuestras lanzas no soportaran la presión ejercida... se romperán en cualquier momento!


"maldita sea, ¿por qué demonios apareció este monstruo en nuestro camino?, solo era una misión de hacer todo el daño posible y regresar, pero la misión aún no se completa, y todavía aparece esta cosa que nos ha costado ya dos pelotones... bastardo, te mataría si solo supiera como hacerlo", el goblin que tomó el liderazgo de ambos pelotones en esta misión, de nombre Zyx Urf, pensó mientras hacía presión en su espada que si abría paso entre los pulmones de Joseph.


Tres Goblins a cada lado atravesaron sus lanzas y espadas en los brazos de Joseph, cuatro Goblins incluyendo al líder, atravesaron los signos vitales del individuo que no podía ser visto como un ser humano, ocho más en la parte inferior, cuatro por cada pierna... aun con esta cantidad de 18 Goblins les era difícil mantenerlo inmóvil, pero eso fue al comienzo, ya que por la pérdida de sangre y varios de sus órganos vitales que seguían atravesados, su fuerza poco a poco empezó a disminuir, para cuando el grupo de Trolls llegaron, Joseph había dejado de moverse, su piel se encontraba pálido, como si en cualquier momento moriría, pero aun así no podían confiarse, al más mínimo error Joseph podría regenerarse y recobrar la energía perdida en un instante y todos serian mutilados sin misericordia.


Los Troll prepararon las cadenas y se lo colocaron tanto en las muñecas y tobillos, solo por si acaso uno en su cuello, rápidamente, sin retirar sus armas y tampoco sin disminuir su fuerza, Joseph fue transportado a una jaula oxidada, sucia y con olor a orina, al dejarlo dentro, soltaron sus armas y corrieron hacia afuera como si su vida dependiera de ello, cuando Joseph empezó a sentir que las armas ya no poseían la misma fuera de antes, ordenó a su cuerpo a deshacerse de ellas, ante esta orden la carne de los músculos empezó a moverse según la voluntad de los nervios y empezó a retirar el filo de las espadas y lanzas que impedían la regeneración.


Para los espectadores esto solo era una asquerosa escena en donde una protuberante masa de carne se movía como si tuviera vida propia y empujaba las armas fuera del cuerpo de su portador, rápidamente, el líder, Zyx Urf, despertó de su shock y mandó la siguiente orden.


--- ¡Rápido, usen las espinas!


Los Goblins bajo su mano tardaron un poco en reaccionar, pero al menos no fue tarde, justo cuando activaron las espinas, Joseph aún no recuperaba ni el 10 porciento de su fuerza, la propiedad de la jaula fue activada, un sinfín de espinas de acero salieron del techo de la jaula y atravesaron el cuerpo de Joseph, dejándolo como un alfiletero, ahora sí, todos podían respirar tranquilos... Después de todo, Joseph había sido 100% neutralizado.


---Tch, pensar que aún con todo esto no te mueres, tienes todo el cuerpo atravesado prácticamente con barrotes de diez centímetros, ¿lo entiendes?, a juzgar por tu mirada de odio, parece que no... aunque eso ya no importa, pronto estarás frente a nuestro lord, el REY ORCO, Xyome T.


El líder goblin, Zyx Urf, le dio la espalda a Joseph, lo miro por el rabillo de su ojo derecho, y dijo mientras hacia una señal para que movieran la carreta, (que llevaba la jaula en donde tenían a Joseph).


---No importa que seas un inmortal maldito monstruo, Lord sabrá cómo tratar contigo.


Lentamente la carreta empezó avanzar con dirección a la fuerza principal en donde el REY ORCO, Xyome T, esperaba impacientemente sobre su trono (improvisado).


Al transcurrir como media hora, el pelotón 00 y 01 llegó con la fuerza principal que había levantado un campamento a unos cincuenta metros del pueblo KHALL, caminaban junto a la carreta que era dirigido por dos de sus compañeros goblins mientras atraían la atención de cientos de demonios no evolucionados, tanto como trolls y orcos, sus pasos eran más enérgicos según llegaban a su destino final, la carpa final, en donde se encontraba su lord...


Una vez frente a la carpa en donde su lord descansaba, detuvieron sus movimientos, la carreta aún siguió avanzando un poco más, entonces.


--- ¡Mi Lord, como lo pidió, hemos atrapado al irregular¡


Su mensaje no tuvo respuesta pasado dos minutos, hasta que la carpa empezó hacer movientes extraños, finalmente cuando se detuvo, una mano, capaz de abrazar por completo la cabeza de un adulto; salió de la carpa y se abrió paso para salir, su cuerpo que era dos o tres veces más grande que el humano promedio, se paró justo frente a la carreta, mirando fijamente en silencio a ese "irregular" dentro de la jaula espinosa.


Prácticamente su cuerpo parecía un alfiletero, barras de acero de diez centímetros atravesaban su cuerpo, la sangre recorría las barras hasta llagar al charco de su misma sustancia, varios de sus órganos internos colgaban de su cuerpo, su cráneo que había sido atravesado debería ser lo suficientemente fatal para quitarle la vida, pero aun así, esa cosa frente a sus ojos, lo miraba con una rabia no exactamente hacia él, sino a todos los presentes, de su única pupilar solo se podía reflejar un deseo de exterminio, lo único que impulsaba a su cuerpo a seguir moviéndose son sus ganas de matar a cada uno de ellos.


Xyome T, el REY ORCO, sonrió de oreja a oreja.


---Así que eres tú, jajaja, realmente es sorprendente, esa mujer tenía razón, ajajajajaja.


Xyome T, luego de sentir el aroma que impregnaba el cuerpo de Joseph, empezó a reírse sin intención de detenerse, parecía la vil risa de un cerdo asqueroso, Joseph a este punto no entendía la razón de su descontrolada risa, no hasta que...


---Entre lágrimas, llanto y agonía, esa mujer de cabello carmesí, mientras era violada por mi magnífico ser, pedía la ayuda a gritos de un solo hombre en específico, no le tome importancia ya que todos los varones de ese pueblo fueron masacrados por mis órdenes y yo no dudo de la valía de mis subordinados, pero ya cuando su cuerpo estaba por perecer por tanto placer, dijo algo que me dejó pensativo.


Xyome T acercó su repugnante rostro, que aún conservaba su sonrisa; a la jaula espinoza, su rostro con el de Joseph solo era separado por unos barrotes.


---No importa donde se escondan, no importa cuánto supliquen, sé que el vendrá por ustedes y me salvara, después de todo él es mi héroe.


La expresión de Joseph se retorció mientras la de Xyome T era aún más alegre.


---Así que tú eres Joseph, ¿no es cierto?


Entonces Joseph empezó a recordar cada palabra que el demonio frente a él había mencionado, cada mínimo detalle de cada oración... "Entre lágrimas, llanto y agonía, esa mujer de cabello carmesí, mientras era violada por mi magnífico ser" [¿cabello carmesí? ¿Violada? ¿Entre lágrimas? ¿Tú lo hiciste?...] "pedía la ayuda a gritos de un solo hombre en específico" [No... por favor... que no sea...] fue lo que Joseph, quien estaba siendo arrastrado de las sombras a un nuevo modo de sufrimiento; pensó "Así que tú eres, Joseph, ¿no es cierto?" Su peor temor se había hecho realidad, cierta mujer de cabello carmesí que había sido violada por este demonio, no perdió nunca, aun cuando su muerte se aproximaba; la esperanza de que él la salvaría.


---A juzgar por la diferencia de aroma en su sangre, pero igual en lo que el alma trata, deduzco que eran esposos...


Xyome T lamió sus labios con su lengua, cerró sus ojos y dijo con fuerza.


--- ¡¡Esa mujer ya no era virgen cuando llegó a mí, pero eso no importaba ya que la diferencia de tamaño es enorme, jajajaja, aunque hayas sido el primero... Yo, Xyome T, la disfrute hasta su último aliento, llene su vientre y garganta con mis fluidos en más de una ocasión, no importa cuánto gritaba del dolor, yo seguía moviendo mi pelvis, no importaba cuanto gritara tu nombre, el saber que nunca llegarías en su ayuda era aún más excitante para mí!!


Xyome T se paró erguidamente y continuó, mientras veía a Joseph como una sucia rata.


--- ¡¡Lo entiendes maldito monstruo, no importa lo invencible que te creas, no pudiste proteger nada, ni a la gente de ese pueblo, ni a tu esposa, no protegiste nada!!


---¡¡GAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!


Joseph perdió todos los estribos, gritó como si fuera algún tipo de monstruo y empezó a moverse aun cuando los barrotes que atravesaban su cuerpo lo retenían, perdió sus brazos y piernas pero volvió a regenerarlas a los pocos segundos, y con sus nuevos brazos intentó atrapar a Xyome T, y al no poder alcanzarlo.


--- ¡¡Maldito, estás muerto, muerto!! ¿¡Me entiendes!? ¡¡No me detendré hasta matarte con mis propias manos, a ti y a todos ustedes!! ¡¡Los matare, denlo por hecho!!


Una y otra vez Joseph gritaba amenazas de muerte, su tronco seguía atravesado por varios barrotes que le impedían avanzar, pero poco eso ya no era un impedimento, ya que no le importaba partirse en pedazos, definitivamente pondría sus manos sobre ese REY ORCO y lo mataría, no le importaba cuando tiempo le tomase, aun cuando la diferencia de altura, fuerza y destreza era incalculable, no se detendría, el rostro de Joseph carecía de toda humanidad.


---No me importa lo que un simple humano con una extraña regeneración diga, simplemente tengo que pulverizarte una y otra vez hasta que pierdas tu razón de existir, pero como vez, estoy muy ocupado.


Xyome T se apartó de la jaula que no tendría prisionero a Joseph por mucho tiempo, se dirigió a uno de sus subordinados, Zyx Urf, y le ordenó lo siguiente.


---Retira las espinas y vuélvelas a activar al instante, mientras aun intenta forcejear, llévalo a la laguna que está a unos cuantos minutos de aquí y arrójalo, puede que su regeneración lo haga inmortal, pero su fuerza sigue siendo corriente, no podrá romper la jaula y se ahogara por la eternidad.


---Si mi Lord.


Zyx Urf respondió ante la orden de su lord Xyome T, con una mirada orgullosa, "como era de esperar de mi lord... no importa cuánto me hubiera tomado, ahogarlo en las profundidades de un lago, jamás se me habría ocurrido" pensó mientras pasaba a retirarse con unos cuantos de sus camaradas y la carreta en donde tenían a Joseph, quien había sido nuevamente atravesado con las espinas.


Una vez que Xyome T ingresó a su carpa personal, se recostó sobre una alfombra de colores y bien detallada, colocó su mano derecha sobre su mentón y dijo.


---Esa apariencia, es parecida a los generales del REY DEMONIO que representa a la IRA. Cabello negro y ojos verdes, su apariencia de por sí ya es un tabú para los humanos, tanto como para desear matarlo, esto me parece extraño... que alguien con esa apariencia fuera amado por esa mujer, bueno, de todas formas llamar a esa cosa un 'demonio' sería una vergüenza.


Xyome T, con su mano izquierda alcanzó una copa de vino que reposaba sobre una pequeña mesa de oro y se lo llevó a sus gruesos labios.


"Seria espectacular si solo es olvidado en las profundidades de ese lago... por el bien del futuro"


Su expresión se oscureció mientras bebía el contenido de la copa, el vino ingerido fue igual de amargo que futuro próximo.


********


El lago de los lamentos no quedaba tan lejos de lo Zyx Urf esperaba, solo les tomó dos horas llegar, todo alrededor del lago era rodeado por mucha vegetación, los animales salvajes que abundan en este hábitat no eran un problema para ellos, lo único que podría ser considerado un estorbo sería el intenso calor que genera el sol en el mundo humano, en el mundo demoniaco solo existen las tres lunas de la perdición, Caos, confusión, catástrofe, y viven con solo la escasa luz que estas generan, el cielo es rojizo y las nubes grises, nada comparado como lo es aquí, para ellos, este cambio brusco de clima era un problema, pero nada de lo que no podrían superar, además que pronto terminaría su misión.


Una vez estuvieron frente al lago de los lamentos arrojaron como si fuera algún tipo de basura, la jaula que aprisionaba a Joseph, quien en su ataque de ira y locura, lo único que decía era que los mataría hasta no dejar ninguno en este mundo, prácticamente ante sus ojos, Joseph solo era un monstruo más del montón, que debía encontrar su final de una buena vez.


---Arrójenlo.


Zyx Urf dio la señal a sus camaradas y estos asintieron en respuesta, rápidamente empujaron la jaula fuera de la carreta, la jaula junto con Joseph empezó a hundirse en el lago, en el proceso, mientras las miradas de Zyx Urf y Joseph no se despegaban del otro, chispas de odio podían ser apreciadas por los demás goblins.


---Adiós, maldito monstruo, espero que al menos el infierno te reciba.


Después de cumplir con la orden de Xyome T, los goblins regresaron con la fuerza principal.


***


La jaula, junto con Joseph, se hundió hasta llegar a lo más profundo del lago, donde la sola presión podría matar una persona promedio, a lo mejor alguien con experiencia en el deporte de buceo libre podría sobrevivir si tuviera su equipo requerido, pero... Joseph no contaba con ninguno, tampoco tenía experiencia en buceo, el aire en sus pulmones era cada vez escaso, sus globos oculares parecían que en cualquier momento explotarían, el zumbido en sus oídos lo volvería loco dentro de poco, la presión en todo su cuerpo no dejaba que moviera ni un solo dedo, su corazón latía con tal fuerza, que le hacía rogar por morir de una buena vez, y tal lentitud como si fuera a detenerse en cualquier instante...


Las puertas de la muerte se abrían frente a él, pero no importaba cuanto intentara ingresar no se lo permitía.


Al otro lado de esa puerta se encontraba la mujer amó con todo su ser, Zen, y su lado, San y Ann... su esposa y sus suegros lo miraban desde aquel otro lado, sonreían con tal felicidad, dando entender que están en paz de saber que el aun no ha muerto, como si muy en el fondo de sus corazones piden solamente que él siga viviendo, aquel joven que apareció de la nada y trajo tanta felicidad en tan solo un mes.


[Por favor... sigue viviendo]


Fue tan rápido como una estrella fugaz, pero Joseph sabia de quien era esa voz, y el significado de esas palabras, Zen, aun estando muerta, velaba por su bienestar, aun sabiendo que era considerado un monstruo, ella juntaba sus manos y oraba para que sobreviviera, ¿Cómo podría ignorar eso? ¿Acaso dejaría que esas oraciones sean en vano?


Joseph apretó sus dientes uno con otros, con tanta fuerza que podría romperlos; para que la presión en su cuerpo se minimizara lo más posible, sus manos poco a poco se fueron moviendo, la única idea que se le ocurrió para salir mientras aún podía mantenerse consciente, era...


En el forcejeo para liberarse de espinas perdió ambos brazos pero en cuestión de segundos se regeneraron, fue en ese momento que usó las uñas de ambas manos para penetrar la piel de su estómago, rascándose con tal furia que pronto se abriría un agujero lo suficientemente grande para que sus órganos se escapasen, las grandes cantidades de sangre que perdió se fue mezclando con la laguna, la fuerza en sus brazos poco a poco se desvanecía, su corazón ya casi había dejado de latir, pero aun así no se rindió.


Al final quedó como si fuera un trozo de carne mal formado, no importa como lo vieras, no lo podrías ver como un ser humano, los huesos parecían estacas perforando su desfigurada anatomía, pero gracias a este estado, pudo abrirse paso entre las barras de la jaula y salir, una vez logró escapar, todo su cuerpo empezó a regenerarse a la velocidad de un parpadeo, usando sus nuevas piernas tomó impulso para poder ir a la superficie, y sus brazos como apoyo, la velocidad era lenta, pero de a pocos, podía ver la luz del sol que se reflejaba de la superficie.


Cuando llegó a la superficie nadó hasta la orilla, de donde se desplazó un par de metros, recostó su cabeza sobre la base de un árbol... y entonces, todo el agua que se guardó en sus pulmones fue expulsado en forma de vómito.


No importaba cuanto lo cortasen, no importaba si lo quemaban hasta las cenizas, no importaban si se lo comían vivo hasta los huesos, o si era digerido por completo en el estómago de un tiranosaurio rex, no podía morir... tal vez si le preguntaran a Joseph si tenía la esperanza de morir ahogado, sería una completa mentira si respondiera en negación, y eso porque él pensó que por fin su sufrimiento acabaría, pero ni eso funcionó, no podría morir ahogado y posiblemente si lo arrojaran a un volcán sería el mismo resultado.


---Así que nada en este mundo puede matarme...


Una sola lágrima se escapó del rabillo de su ojo izquierdo, recorrió su mejilla hasta caer a su ombligo...


---Pero eso en parte está bien... así podré matar a todos esos demonios... los mataré... definitivamente... no dejaré ninguno con vida... si mi maldición es no morir... entonces yo seré la maldición de ellos... los buscaré... los encontraré... y los mataré. ¡SIN NINGÚN ÁPICE DE PIEDAD!


La rabia, odio y rencor... cada emoción que representara a la oscuridad, empezó a recorrer el cuerpo de Joseph, su expresión nuevamente volvió deformarse... y en esas pupilar de color verde, solo reflejaba a un solo enemigo, a ese alguien que no importa que, no importa buscarlo hasta el mismo infierno, una vez que lo encuentre lo torturará hasta que de esa horrible boca salgan gritos y ruegos de querer morir.


--- ¡Xyome T... TÚ... YA ESTÁS MUERTO!


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