Tercer infierno, VENGANZA.
Pasaron los minutos y las horas, mientras el cuerpo de Zen pasaba por el proceso de putrefacción... los gusanos y moscas consumían su cuerpo a una velocidad increíble, el olor a los alrededores sería lo suficiente para que uno quisiera vomitar y correr espantado, pero... aun con todo esto... con la escena del infierno en la tierra... solo hubo un hombre que se atrevía a estar en medio, cabello negro y ojos verdes ... nada en el mundo le impediría alejarse de su amada... si, Joseph seguía abrazando el cuerpo de Zen, aun cuando este era consumido por los gusanos y uno que otro insecto...
---Perdón, Zen... perdón... perdón... perdón... perdón... Zen...
En la oscuridad de esta fría, húmeda y maloliente cueva, solo los susurros de Joseph podían oírse, casi hasta podrías confundirlo con la voz de la misma muerte si lo escucharas a cierta distancia, estos susurros se volvían cada vez más fuertes... la razón era que mientras más pasaba el tiempo, menos de Zen había para poder mantenerse estable... se había dicho que Joseph cayó al fondo de un acantilado lleno de tinieblas, pero al abrazar el cuerpo de Zen y quedarse en esa posición todo el tiempo, evitó que este caminara por un sendero lleno de muerte...
Aunque como todo en la vida, el tiempo no espera a nadie... el cuerpo de Zen desapareció de entre los brazos de Joseph... entonces todo se consumió en la oscuridad dentro de su alma, pero dentro de toda esta oscuridad se abrió un camino.
¿QUE HACES...?
¿QUE ESTAS HACIENDO?
¿VAMOS...?
¿VIENES...?
ESTE LUGAR ES BASTANTE CÓMODO, ETS.
¿QUE ESTAS ESPERANDO?
¿NO VAS A MATARLOS?
De todo lo que las voces, que parecían ser demonios; decían, solo hubo una que llamo la atención de Joseph.
--- ¿Matar...? ¿A quién...?
Aunque algo débil, Joseph respondió.
¿ESTAS BROMEANDO?
OBVIAMENTE HABLAMOS DE LOS QUE TE QUITARON TÚ RAZÓN DE VIVIR... LOS QUE MATARON A TU ESPOSA... LOS CAUSANTES DE TU DOLOR, ETS.
--- ¿Por qué tendría... que matarlos?
POR QUE SE LO MERECEN.
MERECEN TU ODIO, ETS.
DEBES MATARLO A TODOS, NO DEJAR NI UNO SOLO.
--- ¿Matarlos...?
SI, MÁTALOS, SIN TITUBEAR, ASÍ COMO ELLOS MATARON A TU AMADA.
ASÍ COMO NO TUVIERON MISERICORDIA EN VIOLARLA Y MATARLA.
TÚ TAMBIÉN NO DEBES MOSTRARLE NI LA MÍNIMA PIEDAD, MATALOS.
--- Matarlos..................matarlos............matarlos.
El cuerpo de Joseph, casi por voluntad propia, como si una fuerza superior lo impulsara; se puso de pie, sus piernas le temblaban y parecía que en cualquier momento cederían, sus brazos no le respondían pero eso no era impedimento para seguir avanzando hacia aquella luz... aquella luz púrpura que lo llamaba, lo atraía como abeja a la miel... ya faltaba poco, unos cuantos pasos más para llegar, su brazo derecho que difícilmente podía mover, lo estiro lo más que pudo para tocar la luz púrpura.
Un odio incontrolable inundó el alma de Joseph.
Todo el odio hacia aquellos demonios no evolucionados que le arrebataron lo único que amaba empezó a emanar de su piel, la expresión de su rostro se deformó, de sus ojos lágrimas de sangre recorrieron todo el camino de su mejilla hasta caer de su mentón al suelo, apretó sus puños con tal fuerza que podría romper sus nudillos, levantó el rostro y rugió con tal fuerza que desgarro su cuerdas vocales.
--- ¡¡¡GAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH¡¡¡
De pura ira y sed de sangre insaciable, Joseph empezó a correr a toda velocidad, con dirección al norte, hacia los demonios no evolucionados, los cuales ya tenían a la vista el siguiente pueblo que conocería el terror de su fuerza.
***
Un poco lejos de la grieta del mundo, sentado cómodamente al filo de un acantilado, había un joven de cabello negro y ojos rojos, que observaba con interés a Joseph.
---Así que ese es el héroe con el código 0069, pensé que sería más difícil de perturbar su esencia, pero me lo ha dejado fácil.
De repente, mientras el joven desconocido, hacía su monologo, tres hermosas mujeres aparecieron a sus espaldas y lo abrazaron con tal pasión, como si se hubieran separado por años, de lo cual solo han sido apenas unos minutos.
--- ¿Qué tal lo hemos hecho amo?
--- Nos esforzamos para no decepcionarlo.
---Aunque el humano nos lo puso muy fácil, más bien, aunque no hiciéramos hecho nada, su alma se habría consumido en la venganza y odio, ets.
El joven, quien parecía ser el amo de estas tres sensuales fantasmas, se sonrojó un poco mientras trataba de tomar distancia de esas tres libidinosas mujeres que parecían querer desvestirlo con la mirada.
---Aunque ese fuera el caso, no me gusta esperar. Ya quiero ver de que es capaz, por algo todavía no envío el mensaje de alerta, muchos han muerto por esta curiosidad mía.
---No se preocupe amo, nadie va a enterarse después de todo.
---Puesto que no existen pruebas de que estuvo aquí en Hinduis.
---Además, si el pentágono se enterara, no podrían hacer nada contra usted, después de todo hablamos del héroe con el código 0006, quien está en el TOP 2 de los 10 héroes más fuertes, CRISTO-FHERT, ets.
---Podrían no aparentar ser tan serias cuando están quitándome la ropa... jajaja (risa forzada), ustedes tres me están subestimando, estoy en el Top 2 por culpa de esa Loli gótica que afirma que yo soy más fuerte que ella, si ni siquiera he peleado en todo este tiempo que llevo en este mundo, solo soy una basura débil... más bien, ustedes son las fuertes, omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia, las tres Marías, o debería decir, los tres fragmentos de Dios.
---Como nos excita que nos llames así...
---Vamos, solo una vez, AMO.
---No nos has dado cariño desde ayer, podríamos morir si sigues aplazando lo inevitable, ets.
Cristo-fhert guardó silencio mientras daba su consentimiento para que esas tres mujeres hicieran lo que les plazca. "alguien por favor...sálveme" fue lo que pensó el joven de cabello negro y ojos rojo como la sangre, quien solo quería ver el espectáculo que estaba por comenzar.
***
[Dos días después que Joseph se entregará al amargo deseo que es la venganza y el odio]
---Últimamente te veo demasiado nervioso, ¿ocurre algo?
--- ¡Uwa! ¿Y-yo? Estoy bien, estoy bien.
El ejército de los demonios no evolucionados avanzaba hacia su próximo destino, un pequeño pueblo en la frontera de Hinduis, KHALL, y mientras hacían el recorrido para llegar, una pequeña conversación ocurrió dentro del grupo de goblins, en el que uno le hizo una pregunta al otro, usualmente entre su especie nadie se preocupa por el que está a su lado, después de todo, ¿para qué entablar una conversación con alguien que posiblemente muera en batalla?, o tal vez sea quien te apuñale por la espalda en el momento que menos te lo esperes, así que era algo raro.
--- ¿En serio?
---Es solo que... hay un humano, que no moría por más que lo atravesaba con mi lanza, más bien, creo haberlo escuchado hablar... cuando tan solo era una cabeza ahumada.
---Jajaja, estás hablando tonterías, apuesto que solo te lo estas imaginado, te comprendo, eres bastante joven aun, esta es la primera vez que vienes al mundo humano, ¿cierto?
---Sí.
---Tómalo con calma, cuando tomemos el siguiente pueblo hablare con el jefe si se te puede dar una mujer humana para que lo disfrutes, he notado como eres el único que no ha violado a ninguna hembra, ¿tal vez eres algo tímido para hacerlo en público?
---Espere-yo.
--- ¿No me dirás que es porque estás casado? Vamos muchacho, la mayoría de aquí lo está, pero aun así nos entregamos al placer, además... ella no se va a enterar. ¿¡Cierto, muchachos!?
El goblin que encabeza al grupo 02, levantó su puño al cielo y preguntó a sus camaradas, a lo que respondieron con la frase que ha pasado en generación y generación entre su raza.
--- "¡Lo que pasa en el mundo humano, se queda en el mundo humano!"
---Esto... déjenme pensarlo.
En ese momento, mientras seguían caminando y charlando sobre los placeres de la vida, el rugido de una bestia enloquecida llamó su atención, sus orejas puntiagudas reaccionaron para encontrar la dirección de dónde provino el ruido, sus instintos le advertían que el peligro se acercaba, rápidamente optaron por una formación de batalla circular, a su vez que pasaban la voz a la fuerza principal... hasta entonces decidieron esperar.
"¿Qué era ese grito? ¿El mundo humano poseía criaturas aterradoras? ¿Por qué se dirige directo a nosotros?" estas y muchas más preguntas empezaron hacerse en entre ellos pero en voz baja, aumentando su concentración al máximo, y sin ningún rastro de distracción, los goblins del grupo 02, observaron a un joven humano corriendo hacia ellos, sus ojos verdes eran rodeados por una esclerótica roja, su cabello negro y casi toda parte de su cuerpo emanaba un olor a sangre y putrefacción... sino fuera porque está de día, este humano podría ser visto por los Goblins como la representación de la muerte, de ser así, habrían propuesto la retirada, lo cual le habría dado la ventaja a un grupo de soldados para poder matar a la mayor cantidad posible, pero en este caso, todo jugaba en contra de Joseph, después de todo, volviendo a recalcar, sigue siendo una simple persona, sin súper fuerza o velocidad que podría superar el sonido, es un chico de 16 años.
---Ese humano... yo te conozco... eres el de esa aldea, de ese momento... ¿¡no puede ser que siga vivo!?
--- ¡OE, Tranquilízate¡ solo es un pedazo de mierda, un humano nada más.
Algunos de sus compañeros se rieron por la vergonzosa conducta de su compatriota y compañero de pelotón, puesto que no sabían lo que Él había visto, no importaba cuanto lo atravesaba con su lanza, o seccionara parte de su cuerpo, nada le impedía querer ir tras una de las mujeres, el goblin entendía que quería salvarlas y tal vez por esa determinación tan fuerte como el acero, impulsó su cuerpo soportando todo dolor que se le infligía... pero era su deber, como voluntario en esta misión y como un habitante del mundo demoniaco, por eso corto su cabeza, anulando cualquier esperanza para ese joven humano... lo que nunca imaginó fue que la cabeza que cortó y estaba siendo quemada junto al resto de cuerpos, hablara.
Estuvo siempre pensado, desde ese día... "¿y si por alguna él terminara regresando...?, no lo creo, es un humano, a diferencia de los demonios de clase media hacia adelante, son los únicos que pueden regenerar partes de su cuerpo, nadie más podría, además hablamos de "demonios", un humano no tiene esa capacidad... ¿verdad...?" había tratado de ocultar su temor, autoconvenciéndose así mismo que esas cosas serían imposibles, pero ahora... ese mismo joven de cabello negro y ojos verdes, que parece más un monstruo enojado; esta justo frente a sus ojos, corriendo a una velocidad que hasta a él, un simple peón goblin, podría ir y matarlo con facilidad.
---Tch, luego hablaremos de esto. Ustedes dos, matarlo antes que este crio moje sus pantalones, no quiero que la armadura se oxide después.
Quien parecía ser el líder, un goblin un poco más alto que el resto, con un hueso que perfora su larga nariz, le dio una orden a los goblins de su derecha e izquierda, quienes asintieron con su cabeza, y sonrientes fueron a enfrentar al débil humano que ya estaba por alcanzarlos, solo una corta línea de quince metros los separaba.
Los dos goblins acortaron su distancia con Joseph a una velocidad ligeramente superior, a la vez que alistaban sus armas, el de la derecha llevaba una simple hacha, con lo que podrías cortar fácilmente la leña, mientras que el de la izquierda, desenfundó su espada de hoja corta, de unos cuarenta centímetros.
Cuando el humano, que ellos veían como una asquerosa y repugnante sabandija, estuvo dentro de su radio de ataque (lo cual es algo de dos a tres metros), el de la derecha, quien llevaba su hacha, apretó fuerte el mango con ambos brazos, mantuvo firme su postura mientras que sus pies se clavaban al suelo, acto seguido lanzó su hacha con todas su fuerzas, lo cual penetró el estómago de Joseph, quien por el impacto retrocedió unos pasos, el dolor que le infligía el acero de aquel arma que se abría paso entre sus órganos lo ignoró, apretó los dientes y quiso avanzar pero.
---Basura y estúpida existencia humana, queriendo pelear con las manos desnudas contra la orgullosa raza demonio, mereces esta muerte.
El goblin de la izquierda, había acortado su distancia con Joseph mientras que este trataba de no perder el equilibrio y atravesó su pecho, justo en el corazón; con su espada, sangre empezó a salir de entre la comisura de su boca, todo alrededor de Joseph se volvió oscuro, las fuerzas lo abandonaron, hasta cayó al suelo, como si fuera un muñeco inútil.
---Fácil.
Ya al ver que el humano de cabello negro y extraño color de ojos, dejó de respirar, el goblins agitó su espada para quitar la sangre, entonces, antes de darse la vuelta para integrarse a su grupo escupió al asqueroso humano que había muerto de una forma muy estúpida.
Apenas dio el primer paso, sintió como algo había golpeado su cuello, al principio se sentía como comezón, como si un mosquito te habría picado, pero poco a poco esa comezón empezó como que a arder, luego un agudo dolor se extendió por todo cuerpo, su visión se volvió borroso, pero no supo porque... con su mano derecha toco su cuello, entonces sintió la firmeza del acero, "¿Cómo es que pasó? ¿En qué momento fui herido...?" pero las respuestas nunca le llegaron, ya para cuando se percató que su cuello había sido atravesado por un hacha, su mente abandonó su cuerpo y cayó muerto al árido suelo.
Los demás goblins al ver la escena en donde aquel joven de cabello negro se levantaba, retiraba el hacha incrustado en su estómago, sin importarle que sus intestinos sobresalgan hacia afuera, y usaba toda su fuerza para cortar el cuello de su compañero, obviamente la fuerza de un joven de dieciséis años no es la suficiente para cortarle la cabeza por completo, pero en este caso fue lo suficiente para cortar hasta la tráquea; quedaron aturdidos por dos tipos de emociones, la primera, impresionados, puesto que nunca, en toda su larga vida, habían escuchado sobre un humano que no muriera aun cuando le abren el estómago y atraviesan su corazón.
Lo segundo sería "miedo", temor a un oponente que posiblemente no podrían matar nunca, "pero a lo mejor solo utilizó lo último de sus fuerzas, ya de seguro cae y muere de una vez" eso fue lo que pensaron hasta que vieron, apreciaron con sus propios ojos, como los intestinos de Joseph, que colgaban hacia afuera eran jalados, obligándolos a entrar nuevamente a su organismo, mucho vapor empezó a salir de las dos heridas mortales de Joseph, quien tomo la espada del goblin que acaba de matar.
Tambaleante, como si se estuviera tomando el tiempo para cazarlos uno por uno, Joseph caminaba con un hacha y espada en cada mano, su mirada era firme hacia su objetivo, ODIO puro era lo único que reflejaban esos ojos verdes, de su boca, solo una palabra era audible para todos.
---Los mataré... los mataré...los mataré...los mataré...
Originalmente era un grupo de diez goblins, pero ahora uno de sus compañeros a muerto, aunque siguen siendo mayoría contra un solo oponente, es irrelevante pensar que podrían perder, sino fuera porque su líder es de mente fuerte y que puede adaptarse a la situación, a lo mejor se habrían retirado para unirse con otro grupo, lo cual les costaría en el proceso la vida de algunos de sus compañeros.
---A qué le temen, aunque fuera un anormal sigue siendo un humano, sin fuerza y velocidad, además que tan solo es uno, podemos matarlo, destruiremos cada parte de el para que no vuelva a regenerarse jamás.
Apoyando moralmente a los hombres bajo su mando, el líder desenfundo su espada curva y se lanzó al ataque junto con los demás, quienes rugieron para apartar cualquier duda dentro de ellos.
El primer goblin hizo un contra al primer ataque de Joseph, quien trato de usar el hacha, pero su brazo fue seccionado por el segundo goblin, el tercer hasta el quinto, atravesaron su pecho con sus espadas con tal fuerza que lo tumbaron al suelo boca arriba, su otro brazo fue seccionado, también sus piernas, cuando iban a decapitarlo, Joseph rugió con tal fuerza, que hizo dudar al que tenía la oportunidad de acabar con su vida, en ese corto tiempo su brazo seccionado al inicio ya se había regenerado, tomó la espada y le atravesó el cuello justo en medio.
--- ¡No dejen que se mueva, córtenlo, mátenlo, mátenlooooo!
Los peones goblins, con sus espadas y hachas cortaron cada parte de Joseph que se regeneraba, pateaba a uno, y le cortaban esa pierna, le crecía otra y se lo volvían a cortar, algunos morían cuando solo le daban toda su atención a las piernas que no miraban los brazos, así fue hasta que solo quedaron unos tres, la diferencia de mayoría contra uno se fue reducido sólo a tres contra uno.
---Qué demonios... ¿cómo un ser como este puede existir...? ¿cómo es que un monstruo de esta naturaleza no ha sido reportado nunca...?
El líder del pelotón 02, solo podía temblar ante ese humano que él mismo catalogó como monstruo, uno que jamás se habría mencionado en la historia, tanto humana como demoníaca, un humano con la capacidad de regenerarse a tal velocidad no existe, tendrías que ser un demonio de alto rango, como los generales o tal vez como un rey demonio, para tener esa capacidad regenerativa.
Si tan solo tuviera fuerza física sobrehumana, velocidad o la capacidad de usar hechizos de gran potencia, definitivamente sería el fin de este mundo, no era necesario ser un gran pensador o erudito, si solo te poner a analizar la situación, la respuesta llega por si sola.
--Sea como sea, debemos destruir cada parte de ese monstruo, necesitamos agruparnos con las fuerza principal, hasta creo que es necesario pedir la ayuda del rey orco. Por el momento retirémonos.
---Entendido—
Cuando el líder dio la orden de retirarse, uno de los dos peones goblin trato de asentir, pero lo único que encontraron sus ojos fue un hacha que a toda velocidad atravesó el rostro de su líder, la sangre verde salió por todas partes, su cuerpo se quedó inmovilizado del miedo, un escalofrío recorrió su espina dorsal, sudor frío empezó a caer de su rostro, con dificultad giró su cuello, hacia la izquierda, para ver donde se encontraba aquel humano... Joseph se encontraba a dos centímetros de su rostro, sus narices podían tocarse, la expresión de uno era de odio, rabia y resentimiento, una gran sed de sangre emanaba de su cuerpo que solo él podía sentir por su desarrollado olfato... en comparación del otro que era la personificación del miedo... tanto miedo, algo que no era normal en su especie, que son sangre fría, que a temprana edad ya aprender a pelear y quitarle la vida a cualquiera que no sea un aliado, ¿Por qué ahora sentiría miedo? Pues—
Antes que la respuesta a la pregunta del peón goblin llegará, este fue por una espada en toda el área del pecho, sangre salió de su boca y al poco momento, muy lentamente, cayó al suelo sin vida.
Solo quedaba un solo peón goblin, y ese era el mismo que no le permitió ir con su amada, quien le quito la esperanza de poder alcanzarla, obviamente, Joseph lo reconocía.
---Lo-lo lamento... en serio... solo fue porque se me ordenó... además que nunca he puesto una sola mano a las mujeres de tu raza.
El peón goblin empezó a dar excusas mientras caminaba lentamente hacia atrás, su mirada aterrorizada no podían despegarse del rostro de Joseph, el solo hecho de que pudiera moverse ya es un milagro, todo el miedo que siente ahora sería lo suficiente para quitarle la movilidad, pero había algo que le daba fuerzas para querer seguir vivo, y eso era que su esposa iba a dar a luz el próximo mes... como se había dicho que el grupo que acompañaría al rey goblin ya estaban escogidos y no iba a necesitar voluntarios, como probando suerte decidió entrarle... no pensó que su solicitud sería aprobada... de haberlo sabido mejor no hubiera hecho nada, más bien, si solo hubiera sabido que el mundo humano poseía una criatura tan aterrorizante...
---Yo, tengo esposa, y pro-pronto seré padre... déjame ir...te aseguro que me iré del mundo humano y jamás me verás... no lo hagas por mí, por mi esposa...por mi futuro hijo.
"Esposa... hijos..." su esposa, Zen... cabello y ojos carmesí... una sonrisa amable con un sentido del humor bastante raro...una personalidad que encantaría a cualquiera... un sueño fugas de construir una familia, -dos hijos a más no estarían mal, hasta podríamos formar un equipo de fútbol-.
Algunas frases de Zen intentaron llegar a la mente de Joseph, pero su voz no lo alcanzó, sus recuerdos desaparecieron, dejando solo una escena visual en donde el cuerpo de Zen se pudre y desaparece en sus brazos.
---Eso...
--- ¿¡...!?
El peón goblin se quedó confundido cuando el humano frente a él se quedó quieto y se propuso a decir lo siguiente.
---Eso... ¿Acaso me importa?
Una línea transparente se dibujó en el viento de forma vertical, el goblin no supo que había ocurrido hasta que su visión se descuadró, como si su ojo derecho estuviera observando el suelo muy de cerca, mientras que el izquierdo seguía observando a Joseph.
Joseph había cortado la cabeza de aquel goblin.
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