Capítulo 2: ¿Podré hacerlo?
Tras dicha petición de Aiko hacia Fukanō, el silencio fue algo que los rodeó por un buen rato.
Mientras ella tenía una expresión de determinación y estaba ligeramente sonrojada ante él.
Por su parte Fukanō estaba muy sorprendido ante tal petición de Aiko hacia su persona.
Parecía que esta situación continuaría de esta forma por un buen tiempo, pero sin embargo no fue así.
Tras ese breve tiempo de silencio, fue el propio Fukanō quien tomó la iniciativa de romper el hielo, aun con cierta sorpresa.
Fukanō: ¿Mi ayudante para conquistar a Nyuu?
Aiko se sonroja mucho más y se pone nerviosa al notar que lo dijo sonaba algo invasivo.
Aiko: S-si... Dijiste que no sabes si ella tiene sentimientos por ti, por lo que mejor que tu mejor amiga para ayudarte jaja.
Aiko: (¿Tal vez me equivoque al decirlo así? ¿Debí sugerirlo de otra forma?)
Ella ahora perdió esa determinación siendo cambiada por preocupación en su rostro, debido a que su cabeza se empezó a llenar de dudas sobre su manera de actuar.
Fukanō toma un gran suspiro y con una gran sonrisa le responde a Aiko.
Fukanō: Está bien, acepto.
Aiko le mira ligeramente sorprendida que él aceptara sin problema alguno.
Fukanō: Creo que tienes razón Aiko, no solo eres la mejor opción de la que podría recibir ayuda con respecto a Nyuu, si no que también eres mi mejor amiga, sabes mis virtudes y defectos así que creo que estoy en buenas manos.
Ella tenía una linda sonrisa mientras permanecía sonrojada.
Aiko: (¡Por supuesto que se como eres! ¡Por eso te amo Fukanō!)
Fukanō: Por lo que cuento con tu apoyo Aiko.
Fukanō le da una linda sonrisa, la cual Aiko le gusta ver hasta que internamente su consciencia también hace que no le guste esta situación.
En ese momento, él recibe una notificación en el teléfono y se asusta.
Fukanō: ¡Cierto! ¡Hoy debía entrar más temprano al club!
Aiko se asustó ante esa forma de actuar de él, pero tras el susto lo que tenía era curiosidad.
Aiko: ¿Qué ocurre?
Fukanō: Tengo un evento especial hoy en mi club.
El se acerca a la puerta que dirige a las escaleras por las que subieron Aiko y el en un principio para estar en ese lugar de la preparatoria.
Fukanō: Discúlpame Aiko, hablaremos de esto luego, muchas gracias.
Ella al haber que esta por irse a su club, solo atina a darle una respuesta corta con una ligera sonrisa.
Aiko: No te preocupes, no hay de que Fuka.
El al ver que no había ningún tipo de problema, se va rápidamente pero con cuidado de no caerse por las escaleras.
Tras ver que el ya se había ido lo suficientemente lejos, Aiko cierra la puerta para seguir en el tejado de la preparatoria y acercarse a uno de los bordes que tenían una reja para evitar incidentes, así ella podría ver las vistas de la ciudad y el clima.
Aiko: Parece que va a llover en un par de horas...
Aiko: (Aunque ¿Eso es lo que realmente me importa en este momento?)
Ella por fin puede expresar libremente ahora que no hay nadie cerca, la tristeza que estuvo guardado.
Sus lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, los quejidos de dolor surgía desde su boca, sus puños estaban cerrados por la frustración que sentía, sus piernas temblaban al sentir que tenían la fuerza de voluntad de estar de pie, era como si su cuerpo estuviera entrando en un colapso absoluto en ese momento.
Estuvo en ese estado durante un buen rato, sin embargo no era notable para nadie que no esté cerca de ella y tampoco para quienes estaban abajo, debido a que con el tiempo sus piernas cedieron con el tiempo por lo que estaba llorando aun incluso estando en el suelo.
Su mente no podía hacer nada más que hacer una simple pregunta: ¿Por qué?
Ella no entendía la razón por la que Fukanō no tenía ojos para ella como pareja, pero si los tenía para Nyūsatsu.
En ese momento, tras pensar en aquello, su mente empieza a traicionarla con recuerdos de sus vivencias con el.
Como cuando fueron en una ocasión a la playa hace unos años y se divertían entre ellos lanzándose agua.
(Aiko: ¡Toma!)
(Fukanō: Jajaja ¡No creas que no me defenderé!)
Cuando ellos jugaban videojuegos en la casa de él.
(Aiko: ¡No, no, no!)
(Fukanō: Jajaja ¡Gane!)
(Aiko: Otra vez perdí...)
Cuando ella le mostraba su primer cosplay.
(Aiko: ¿No me queda algo apretado?)
(Fukanō: Yo creo que te queda genial Aiko)
(Aiko: ... Gracias jeje).
Diferentes momentos felices pasaban por su mente, haciéndole cuestionarse cada vez mas, mas, mas y mas la razón de que porque ella no podía ser vista como algo más por el.
Y en ese preciso momento en su mente retumban las palabras que dijo Fukanō hacia Asahi sobre ella y la posibilidad de ser su pareja.
(Fukanō: No importa lo que digan, nunca va a pasar).
(Fukanō: No la veo con esos ojos, es una gran amiga, eso no lo puedo negar, pero... No la veo como una futura pareja).
Ella solo podía ver el suelo mientras seguía llorando de rodillas con sus manos en el suelo, haciendo que su cuerpo simplemente se dejara llevar por las emociones que aguantó durante unas buenas horas.
Aiko: (¿Qué fue lo que hice mal? ¿Qué fue lo que hice para que él no pudiera verme jamás como una futura pareja?)
La paranoia en su cabeza empieza a crecer mientras más pensaba en el tema.
Aiko: (¿Acaso fue por algo que le dije en una de nuestras discusiones tontas? ¿Será porque no lo llevé aquel día a ese evento de cosplay? No, no, espera el no suele guardar lo que siente, por lo algo no tuvo problemas de decirle eso a Asahi)
Ella toma su cabeza con sus manos por todo el estrés que le está creando toda esta mezcla de emociones que se está juntando en una especie de cóctel.
Aiko: (¡¡¡¡AAAAHHH!!!! ¿¡QUE ME ESTÁ PASANDO!?)
El tiempo pasaba, ella no sabía ni cuánto tiempo estaba ahí, pero tampoco es que le importara, estuvo llorando, golpeando el suelo y sintiendo una gran impotencia por no lograr saber la razón de porque ella no podría estar con Fukanō.
Su amor por él es muy grande, fue algo que estaba generándose por mucho tiempo y sin embargo ahora sabe que jamás fue mutuo.
Pero ahora que sabe, es como si a un ángel le destruyeran sus hermosas alas blancas y empezara a caer en un abismo oscuro e infinito.
Ella solo estaba sentada con su espalda contra uno de los bordes del tejado mientras con una mirada vacía dirigida hacia el cielo, como si en ese momento realmente fuese un ángel que está viendo al ser destruidas sus alas, ese cielo azul y hermoso empieza a desaparecer.
Eso debe a que en ese precioso momento, empieza a llover como ella había predicho, lo que quiere decir que estuvo ahí el suficiente tiempo para que la lluvia llegara en ese justo en ese tiempo.
Sin embargo, a ella no le importaba para nada eso, estaba desconectada de la realidad, su mente tenía un conflicto total intentando aun como comprender lo que ha pasado que no puede ni sentir esa necesidad de levantarse e ir a protegerse.
(Aiko: ... Fuka... ¿Por qué te enamoraste de ella?)
Aiko empieza a pensar en Nyūsatsu, buscando puntos comparativos entre las 2 por las que podría comprender posiblemente a Fukanō.
Estuvo un tiempo pensando en todo lo que conocía de Nyūsatsu, sin embargo seguía sin protegerse de la lluvia.
Tras ese tiempo ella da una sonrisa que tiene mucho dolor interno.
Aiko: (Claro... Ella es más inocente, más amable, más educada y sin dudas coincide con ciertas características de los personajes ficticios que te gustan... Ja ¿Cómo es que no me di cuenta?)
Aiko: (Realmente era obvio, era notable que la razón por la que no podrías amarme es debido a que...)
Aiko empieza a levantarse y acercarse hacia la puerta de las escaleras, mientras en su cara tenía resignación al percatarse de esas diferencias entre ellas y la razón por la que Fukanō no podría amarla.
Aiko: (Soy de ese tipo de amigas que son geniales tenerlas de amistad, pero nunca de pareja... ¿Cierto?)
Ella pasa por aquella puerta y tras cerrarla, empieza a bajar las escaleras mientras aún tiene una expresión notable de tristeza pero con una sonrisa que intenta disimular de cara a cualquiera que la vea.
Piso tras piso, ella empieza a bajar como si estuviera lista para irse a su hogar.
A su paso, deja cierto rastro por lo mojada que estaba debido a estar tanto tiempo en la lluvia.
Todo parecía que iba a ser como ella tenía pensando, sin embargo como un mal chiste de la vida para ella, cuando estaba por llegar al último piso, ella siente cómo su pie da un mal paso y al estar mojado, siente como su cuerpo pierde equilibrio y está por caer.
Su sorpresa era clara, no esperaba que algo así sucediera.
Ella tras la sorpresa vuelve a sonreír al ver que iba a caer por las escaleras.
Aiko: (Parece que mi destino era saber la verdad y desaparecer después de eso...).
Aiko: (Una historia de un amor fallido trágico...)
Ella cerró los ojos y dejó que ocurriera lo que debería pasar.
En ese momento ella cayó por las escaleras, sin embargo no pasó como ella creía.
Cuando estaba por golpear el suelo al haber salido su cuerpo disparado por aquel tropiezo, ella si impactó con algo, pero no contra el suelo.
???: ¡Ay, ay! ¿Estás bien?
Aiko abría los ojos para llevarse la sorpresa de haber caído encima de alguien.
Tras acomodarse un poco y ver la cara de la persona en la que había caído, su sorpresa fue incluso mayor.
Aiko: ¿Maruyama?
Asahi: Si... Soy yo... Repito ¿Estas bien?
Asahi estaba algo sonrojado por la situación, debido a que el gran pecho de Aiko estaba haciendo mucha presión en su cuerpo.
Asahi: (Nunca me fijé que los tuviera así... Que estoy pensando, eso no importa ahora).
Aiko: Oh, si... Gracias.
Aiko algo apenada se levantaba y posteriormente él también lo hacía.
Al fijarse bien en el cuerpo de Aiko, Asahi noto algo que le llamó la atención.
Asahi: (¿Por qué está mojada? ¿Acaso no se protegió de la lluvia? ¿Dónde estaba?)
Aiko: Bien, disculpa por eso, debe ir...
Asahi: Espera...
Aiko se sorprende al ser interrumpida por Asahi, pero no solo eso, si no que él toma la iniciativa de llevársela tomando su mano, algo que la sorprende aún más.
Aiko: ¿¡Qué ocurre!? ¿¡A dónde vamos!?
Asahi: ¿Cómo qué a dónde vamos? Mírate, estás empapada, vamos a secarte.
En ese momento Aiko recordó el hecho de que estaba mojada por la lluvia, estaba tan metida en sus pensamientos que nunca se puso a pensar en eso irónicamente.
Sin embargo, también le sorprendía con la seriedad que Asahi estaba llevándola como si nada de la mano.
Asahi la llevó al club de natación, donde dejó a Aiko en una banca.
Asahi: Espera aquí, no tardo.
Aiko de la impresión ante tal iniciativa y seriedad de Asahi no pudo hacer más que asentir con la cabeza.
Aiko: (¿Por qué se ha preocupado por mi? No lo entiendo, apenas si nos conocemos al ser compañeros de clase...)
Por un momento estuvo viendo su mano al pensar eso.
Ella tras eso logra ver que Asahi hablaba con el profesor encargado del club de natación, el cual con una gran sonrisa le entrega una toalla y lo cual él le agradece.
Tras eso, Asahi se acerca a Aiko con aquella toalla y se la ofrece con una sonrisa muy calmada.
Asahi: Mira, no se porque estás empapada.
Asahi: Sin embargo, si no te secas pronto, vas a tener un resfriado.
Aiko algo apenada toma la toalla.
Aiko: Muchas gracias.
Ella procede a secarse lo mejor que puede con la toalla.
Asahi estuvo observándola mientras ella hacía tal acción, en su expresión había una mezcla de intriga pero a su vez calma de ayudarla.
Asahi: Itami ¿Por qué estabas en esas condiciones? ¿Acaso alguien te está molestando?
En algunas preparatorias de Japón, las personas que suelen molestar a otras suelen arrojar baldes de agua mientras las víctimas están haciendo sus necesidades en el baño.
Asahi estaba pensando que Aiko era una víctima de ese tipo de cosas.
Aiko: ... Solo me di cuenta de una verdad que jamás note...
El solo suspiraba del alivio de que no se tratara de lo que estaba pensando, sin embargo sospecha de a que se refiere Aiko.
Sin embargo, él cree que no es el momento para hablar de eso con ella, por lo que se le ocurre algo mejor.
Asahi: ¿Tienes paraguas? Puedo llevarte a tu casa.
Aiko niega con la cabeza, al salir de su casa nunca tomó un paraguas por precaución.
Aiko: No traje uno... Pero.
Ella se levanta y ahora si tiene una sonrisa auténtica al ver la preocupación de Asahi.
Aiko: Con gusto aceptaré tu ayuda, gracias.
Asahi: No hay de que
Asahi también estaba feliz de ver que ella no tenía problemas con su petición.
Sin embargo, hay una pregunta que Aiko tiene en su cabeza.
Aiko: (Fuka... Te ayudaré con Nyuu, pero... ¿Podré soportar ser tu ayudante? ¿Podré... Hacerlo?).
Solo el tiempo dirá la respuesta.
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