Tenía una vida perfecta, pero entré en otro mundo y tuve que escapar del reino que quería matarme

Temporada 1

Capítulo 1: Mi primer día

La primavera ya ha llegado, eso significa que empieza el nuevo curso escolar. Tras salir de mi habitación empiezo a bajar las escaleras.

Mi vida no va a ser la misma de siempre, he aprendido a valorarme a mí mismo.

Me pongo los zapatos, compruebo de que voy bien vestido, me despido de mi madre.

“¡Me voy ya!” Elevo la voz para que mi madre me escuchará.

“¡Qué te vaya bien!” Tras girar la cabeza pude ver como se asomaba para desearme un primer buen día.

Miro hacia mi instituto mientras estoy a punto de entrar, y no puedo evitar sentir una gran pereza en mi interior sabiendo los recuerdos negativos que han hecho que mi forma de ser pasará a ser tan sería.

Finalmente entro en el recinto de la preparatoria, había muy pocas personas, y empezaba a sentir como si hubiera venido demasiado pronto.

“¡Ahhh!”

Tras pasar la gran puerta el terreno del instituto pude ver a una chica intentando levantarse del suelo tras haberse caído.

Caminando me acerco hacia su mochila que había salido despedida por el impacto.

“Toma, esto es tuyo” Sin mostrar una expresividad mínima por su caída, con una mano en el bolsillo, estiro la otra ofreciéndole su mochila pese a que todavía ni se había levantado.

“Gracias” Con una suave sonrisa intenta cogerla a la vez que intenta levantarse.

“Duele…” Sin acabar de levantarse se tropieza por no haber podido apoyar el pie, puesto que, lo tiene dolido del reciente golpe.

Prestando atención a su rodilla, pude ver como tenía una rozadura, y claramente los primeros minutos eran imposible para ella caminar.

“No creo que puedas apoyar la pierna durante unos minutos, será mejor que vayas a la enfermería a que te curen la herida.”

“Sí, será lo mejor creo yo, gracias por recoger la mochila.” Pese a que seguía apoyada en el suelo coge su accesorio de mi mano, tras ello, yo la guardo en mi bolsillo siguiendo mirándola con el mismo rostro de pasotismo.

“¿Cómo tienes pensado llegar hasta la enfermería?” Sin mostrar importancia pienso en hacerle pensar en una contestación lógica tras sorprenderme el intento de no depender de los demás.

“No lo sé ni yo misma, intentaré pensar algo o caminar hasta un banco donde poder esperar a que se calme un poco el dolor y así ir hasta la enfermería.”

“No es mala idea, pero creo que lo mejor sería que trataras tu rodilla lo antes posible, podría acabar siendo peor.”

“Quien sabe, no es algo que pueda negarte…” Mirando el suelo, baja la mirada.

Miro a mi alrededor, durante nuestra conversación casualmente nadie ha entrado al recinto, y no se ven tampoco a los profesores.

Creo que somos los únicos que hemos decidido venir con tanta antelación…

“Puedo hacerte el favor de llevarte a la enfermería.”

“¿De verdad? Te lo agradecería mucho. Como podrás ver, tampoco tengo otra opción, claramente la solución de ir al banco es imposible ahora mismo.”

Me agacho y pongo su mochila sobre mi hombro junto con la mía, y las pongo hacia adelante.

Frente a ella, me agacho y esta me mira sorprendida. Viendo la tardanza, giro la cabeza y la miro directamente.

“¿Vas a subirte? No tengo tanto tiempo.

“Esta… Está bien...” Pensando en que probablemente la hubiera ayudado a caminar, la acción realmente ha sido completamente diferente tras mostrar como tenía pensado cargar con ella.

Finalmente empiezo a caminar, mientras la portaba en mi espalda, sus brazos estaban entrelazados por mi cuello y pude sentir el olor de su suave colonia.

“Pese a que tu cara mostraba lo contrario, sabía que no me dejarías sola.”

Cerrando los ojos, suelta una pequeña risa a acompañada de una sonrisa que no puede evitar ocultar.

Finalmente, abro la puerta de la enfermería, y pude ver como no hay nadie, la bajo junto a una cama de las disponibles que había, y ella se sienta en esta misma.

“Por lo visto no está la médica, voy a buscar lo necesario para poder curarte la herida, dame un segundo.”

“Está bien…” De nuevo sus palabras siento como vuelven a atascarse tras sorprenderse por mis acciones.

Mientras le pongo la tirita, una mirada de alivio pude ver en su rostro.

“Mi primer día de instituto no ha podido empezar peor, pero por lo visto tu eres lo mejor que me espera hoy. Sonriendo muy alegremente, mira hacia arriba.

“¿Será cosa del destino?” Pone su mano sobre su rostro mostrando preocupación por algún motivo.

“No importa, porque, ya me has alegrado el día.” Mirándome fijamente, no puedo evitar reaccionar antes esas últimas palabras, como persona con mínimos sentimientos.

En ese entonces, quedo sorprendido mirándola atentamente como su rostro estaba sonrojado.

Finalmente, se levanta de la cama, y se pone de pie.

“Ya me siento mucho mejor, gracias a que me has curado la herida ahora puedo apoyarla, solo escuece un poco, pero con las horas desaparecerá el dolor seguramente.”

Empieza a caminar hacia la puerta, sin si quiera poder decir yo una palabra. Antes de cruzarla, se da la vuelta mientras entrelaza las manos en su espalda.

“Muchas gracias, está a punto de empezar la ceremonia, deberíamos de ir ya al pabellón.”

Tras esas últimas palabras, desaparece en un instante por la puerta, como si todo esto hubiera ocurrido tan rápido como un sueño, del que, probablemente, nunca hubiera querido despertarme.

“¿Cuál es tu nombre…” Sin poder si quiera habérselo preguntado extiendo mi mano, sin poder dejar de mirar la puerta.

Tras darme cuenta, no puedo evitar soltar una leve sonrisa tras guardar mi mano en el bolsillo.

Por lo visto está chica el primer día de instituto ya ha podido superar mi barrera personal.

Finalmente, salgo caminando cruzando la puerta sin más remedio para dirigirme hacia la ceremonia al igual que ella.

Y así es como conocí a Kasumi, una chica que no podría evitar ignorar, pese a mi propósito de no hablar con nadie durante este curso para aprender de los errores del pasado.

Durante un largo tiempo iba a estar conociendo a una chica que nunca pensaría que aparecería en mi vida.

Caminando por un lugar poco concurrido del patio, escucho una voz muy reconocida.

Quedo sorprendido sin poder moverme y si quiera dejar de mirarla.

Kasumi seguía mirándose en una ventana bailando sin darse cuenta de mi presencia de lo entusiasmada que estaba.

“No sabía que te gustaba bailar.”

Tras escuchar mis palabras, permanece unos segundos sin moverse, en la misma posición que ha quedado mientras terminaba su baile.

Gira la cabeza lentamente con unos ojos que dejaban muy claro la vergüenza que envolvía su cuerpo.

“¡No es lo que parece! Yo… yo solo estaba…” Estirando los brazos agitando las manos mientras apartaba la mirada, se termina dando cuenta de que no se le ocurría ninguna excusa.

Y sin si quiera decir nada, acaba agachándose al suelo envolviéndose con los brazos las piernas mientras apoyaba su cabeza sobre las rodillas arrepentida.

Mientras caminábamos yéndonos de dicho lugar del que seguramente nunca quiera volver a recordar Kasumi, adelantada unos pasos empieza a abrir sus sentimientos sobre sus deseos.

“Una de las cosas que siempre he soñado ser, ha sido poder algún día aspirar a idol...”

“¿Por qué quisieras ser una idol?” Sin esperármelo, no puedo evitar mostrar interés.

“Siempre que miro mis redes sociales en el móvil, no puedo evitar sentir admiración por las Idols, son muy monas cuando bailan y muestran su encanto al público que tanto la apoyan.”

“¡Chicos! ¡Gracias por todo vuestro apoyo hoy! Me he esforzado más de la cuenta en esta nueva canción, así que espero que tenga un extra de apoyo en NyaTube por esta vez… Sino me pondré triste, ¿No creo que queráis ver a Kasumi triste… ¿No?”

Mi fría mirada no puede evitar creer lo que acaba de escuchar mis odios de forma desprevenida.

“¿Por qué me lo he imaginado como si de verdad hubiera sido una actuación de concierto?”

“Además” Dándose la vuelta de una forma muy llamativa, mientras me sorprendía el encanto que desprendía con el movimiento de su pelo y su falda. Me dirige la mirada con seguridad.

“Podrás ayudarme a probarme un cosplay de Idol, es algo que cualquier persona desearía hacer sin duda.” Con una mirada confiada, finalmente no puede evitar reírse y pone su mano sobre su boca para intentar ocultarlo.

“¿Te estás riendo de mí”

“No, no, ¡Te lo prometo!” Mientras seguía riéndose, finalmente caminamos hacia nuestra clase.

“A todo esto.” Detengo mis pasos y ella sorprendida se da la vuelta prestándome atención.”

“¿Pasa algo, Haruto?” Mostrando seriedad tras ver como apartaba la mirada, no podía evitar intentar entender que estaba ocurriendo.

“Hoy es viernes, y mañana no hay clases, ¿Te gustaría ir a la playa a pasar la tarde?”

“¿Haruto?”

Un gran silencio duradero hace muy incómodo el momento.

“¿Me estás invitando a una cita?” Pone sus manos en la espalda y se inclina hacia adelante con una mirada confiada, buscando donde provocarme.

“Piensa lo que quieras, era por si no tenías nada que hacer.” Llegando al límite de mi aguante de personalidad, empiezo a caminar con las manos en los bolsillos intentando fingir que sus palabras y su expresión no me han afectado.

“Está bien, ¡Iré encantada!” Detengo mis pasos y me doy la vuelta.

“¿Estás segura?”

“No sé cuándo tendré la oportunidad de nuevo de que me invites a una cita.”

“Deja de decir eso, suena muy vergonzoso…” Volviendo a caminar, la dejo atrás.

“¡Haruto! ¡Espérame! Era una broma…” Empieza a correr para alcanzarme, tras pensar que me he enfadado con ella.

A lo largo de la mañana no podía evitar sentirme más enérgico tras haberle pedido a Kasumi finalmente quedar a solas esta tarde.

Me siento en mi silla, y suspiro, mientras una leve sonrisa posa sobre mi rostro.

Escucho a una persona en la mesa de atrás mirarme fijamente tras tenerme en este momento de perfil.

“Pareces animado, ¿Te ha ocurrido algo bueno?” Sin poder evitar mirarle fijamente sin creerme que haya dicho esa frase.

“¿Te has convertido en Oshino de casualidad?”

“¿Qué te hace pensar eso? ¿Acaso has conocido a otra chica?”

“¿Puedes dejar de copiar a otros animes?”

Evitando volver a conversar con él, me doy la vuelta y apoyo la cabeza sobre mi mano que se encontraba sujeta por el codo posicionado en la madera de mi mesa.

Finalmente, han terminado las clases de hoy, eso significa que empieza el fin de semana. Los días en los que los estudiantes podemos descansar tranquilamente y despreocuparnos de nuestras responsabilidades.

Mi mirada todavía seguía fijada en la ventana, observando el buen día que hacía hoy, pero de forma desprevenida, siento una presencia a un lado mío, un agradable olor a colonia hace sentir un leve cosquilleo en mi interior.

¿Qué es esto que estoy sintiendo?

“Haruto” Una voz tan dulce como un día primaveral, me nombra.

Me incorporo y giro la cabeza hacia el lugar del que me habían dirigido la palabra.

Mis ojos presenciaban a una hermosa chica, sujetando con las dos manos su mochila mientras parte de su pelo se deslizaba por sus brazos. Una sonrisa tan agradable posa en su rostro, mostrando que toda su atención queda dirigida en mis palabras.

“¿Kasumi?” Sin saber que más decir, observo como está tan cerca de mi mesa, que, hasta la sensación de alerta de mi cuerpo, tras rebasar mi espacio personal se activa, pero por una vez, ese sentimiento, no es de preocupación, sino de lo agradable que se siente tenerla tan cerca.

Ya entiendo lo que me pasa…

Sin poder evitarlo, miro con mis ojos la mesa con un rostro de rendición ante el destino.

Creo que estoy enamorado de esta chica.

Sus agradables y grandes ojos me miran directamente mientras su sonrisa no ha desaparecido en ni un solo momento.

“¿Nos vamos?” Finalmente vuelve a tomar ella la iniciativa para seguir el plan que le comenté hace unas horas.