Reencarné en otro mundo, pero como un fantasma.

Su nombre es Johan Fhenyx Rojas, 15 años de edad, 'catalogado', ya sea por sus familiares o sus amistades, como un otaku, o un maldito enfermo por el 'H', a lo que él respondería que es lo mismo.


Su fanatismo por el anime comenzó casi a finales de su primer año de secundaria, cuando por una extraña enfermedad cayó en cama por dos meses, esos días en que estuvo postrado en su cama, dentro de su habitación, fueron consolados por los animes que le recomendó uno de sus compañeros de clase, quien fue a visitarlo hasta su casa, solo para dejarle decenas de discos.


Toda la temporada de dragon ball, hasta GT.


Todo Naruto origen, hasta Shippuden.


HunterxHunter.


Bleach.


Prácticamente las recomendaciones de ese peculiar amigo, fueron hechas para que su pasión por los animes naciera, y como era de esperar, lo inevitable ocurrió.


Su sangre le hervía y su mente le pedía ver cada día más animes.


''Anime, anime, anime, anime, anime, anime, anime...''


Como en su casa no había internet, tuvo que ingeniárselas si quería ver animes, así que, cuando nadie se encontraba en casa, que eso era como en la mañana, ya que sus padres trabajan y su hermana menor asistía al colegio; Johan salía de casa, aun cuando no se había recuperado por completo, y compraba animes en una tienda cercana.


En ocasiones, hasta la misma señora de la tienda le recomendaba algunas series, descubriendo así el grandioso mundo del 'ecchi', el primer anime de este género que tocaron sus manos y deleitaron sus ojos, fue 'Sora no otoshimono', luego le continuo rosario+vampire, High school dxd, High school of the dead (aunque este último casi le hace perder la fe en la humanidad, cuando se enteró que nunca habría una continuación), School Days (Fobia a querer un harem en la vida real), y entre muchas otras series más, también le encontró un gusto por los animes de genero romance, no quiero especificar mucho, pero después de ver Clannad, Shigatsu wa kimi no uso y Angel beats, estuvo deprimido varios días, aunque gracias a los animes de genero isekai logro superarlo.


Aunque como todo en la vida, su cautiverio en su cuarto tuvo que terminar, ya que su enfermedad había como desaparecido por arte de magia.


Para los familiares fue un alivio, pero para Johan fue una tragedia.


Cuando comenzó su segundo año de secundaria, prácticamente se volvió en un antisocial, los amigos que había hecho en primer año se habían transferido y los pocos que si quedaron eran justo con los que nunca entabló una sola conversación.


Su amigo que le recomendó sus primeros animes, también se había mudado, y no sabía nada de él.


TRAGEDIA.


Aunque Johan sabía que no era hora para lamentarse, él debía seguir su camino, así como los protagonistas de los animes que tanto admiraba.


Y con esa idea en mente, se adentró más en ese 'kawaii' mundo.


Meses más tarde empezaron a molestarlo con una de sus compañeras de salón, que casualmente era su vecina.


Graciela Huamani Alys.


No eran lo suficientemente cercanos como para llamarse amigos de la infancia, ya que cuando eran pequeños, sus padres no la dejaban salir a jugar, y actualmente el chico sociable, que podía hacer que cualquier desconocido se volviera su amigo, -no existía más-, tan solo quedaba un joven que se la para dibujando chicas de anime en su pupitre, de vez en cuando hasta lo encontrabas sonriendo de forma pervertida mientras observaba la imagen de una chica en bikini.


Si, Johan se ponía a ver estas cosas en el aula sin miedo a ser juzgado.


Al principio sus demás compañeros lo molestaban con Graciela por un comentario que ella hizo para defenderlo, de broma en broma, la noticia se llegó a esparcir en toda la escuela.


-Escuela secundaria villa lestonnacina-


Pertenecía a una de las diez mejores escuelas del país, su puesto en el top obviamente por su desarrollo académico, era el décimo.


Aunque los rumores empezaron a disminuir ya que esos mismos alumnos que habían empezado a molestarlo, se volvieron en sus amigos, camaradas que por curiosidad aceptaron una de sus recomendaciones y también encontraron su lugar en ese mundo del anime.


Los rumores malos sobre Johan habían sido suplantados por unas muy positivas, 'resulta ser un buen chico cuando lo conoces' 'tiene unas ocurrencias increíbles' '¿cómo no le habían hablado antes? Me he perdido una infinidad de chistes que ni conocía', tanto varones como mujeres, buscaban la manera de hablarle, ya que como decía, 'era divertido hablar con él'.


Se podría decir que gracias a todo esto, Graciela empezó a sentir algo por él.


Ella era una chica inteligente y recatada, una señorita de su casa por donde la mires, siempre mantenía la cabeza fría para poder pensar antes de cualquier acción, es por eso que cuando sintió su corazón latir de prisa y el rostro de Johan no desaparecía de su rostro, se dio cuenta que se había enamorado.


Aunque lo mantuvo en silencio, había decidido declararse para quinto de secundaria, así que lo único que faltaba es juntar toda su fuerza de voluntad para ese día.


¿Los padres?


Su madre es Jimena Fhenyx Arias (¿? Años), y su padre, Frederick Fhenyx Demenic (¿? Años).


Su pequeña hermana menor, Esmeralda Fhenyx Rojas (9 años).


Los padres y su hermanita, aun con sus vicios y delirios por los animes, lo querían, bueno, trataban.


Cada día, menos podían hablar con él, llegaba de la escuela y se encerraba a ver animes, por alguna razón sus notas en la escuela nunca bajaron, su habitación siempre estaba ordenado, lavaba su plato cuando terminaba de comer, mantenía su higiene personal.


Básicamente su hijo no le daba ningún motivo o excusa para que ellos puedan llamarle la atención, si lo hace apropósito, ese chico debe ser muy listo.


Su hermanita trató una vez de entender el gusto de su hermano por los animes, pero todos sus discos de anime, en su mayoría, eran de puras chicas desnudas, semidesnudas, o que se podían desnudar... para una niña de 9 años, fue un shock enorme.


El respeto que le tenía a su hermano, murió.


[ Viernes 13 de enero del 2021 --- 11 : 06 am]


Era una mañana con mucho sol, el viento soplaba fuerte, como si tuviera la intención de levantar la falda de todas las señoritas hermosas del mundo.


Era un día perfecto para que Johan fuera comprar animes, justo había encontrado una tienda por cercada de lima, que las vendían a un precio muy cómodo, tenía el dinero, el permiso de sus padres, su ki se encontraba al máximo, su cosmos volaba hasta el infinito, podía bailar lambada con toda la jefatura de policía si se lo proponía, conquistar a su waifu mil veces aunque ella lo olvidara al día siguiente.


En resumen, aunque hubiera una posible pandemia que azotara el mundo, él no sucumbiría ante tal fuerza, nunca bajaría su brazo, iría, aunque los militares lo intervengan.


Así de determinado estaba.


Y con esa determinación salió de casa un poco antes de mediodía.


Caminó hasta la estación, subió a la movilidad que lo llevaría a cercado de lima.


Bajó en su paradero y caminó varias cuadras hasta llegar al mercado, 'Virgen de Fátima', una vez dentro, se dirigió con algo de nervios a la tienda.


---Ho-hola, vendes animes.


El dueño de la tienda puso una expresión desinteresada y con un tono sarcástico, respondió.


--- ¿Aquí? ¿En el mundo del anime? No lo sé. Viejo.


---Pero tu tienda se llama, Shichibukai.


[Su respuesta es típica de novatos] Pensó el dueño de la tienda, Jesús Villanueva, 23 años.


En su larga carrera como vendedor ilegal de animes, ha podido conocer a este tipo de jóvenes, que recién se abren al inmenso mundo del anime, si pudiera decirlo más francamente, él apostaría a que ese joven, no sé a leído ningún manga, novela ligera o web novel, y aunque parezca un poco alocado, ganaría porque tiene razón.


---Entonces, ¿Qué se te ofrece?


--- ¿Quiero comprar su mercancía?


---Espera niño, porque estas susurrando y actuando como si estuvieras tratando de comprarme drogas.


--- ¿Por qué? Porque es divertido obviamente, le da un poco de misterio a su negocio, tómalo como si fuera publicidad gratuita.


---No quiero tu publicidad. Válgame, que niño más raro.


Johan se echó a reír carcajadas un poco por la cómica conversación.


---Tal vez no te acuerdes, pero una vez vine y pregunté el precio de los discos, me parecieron muy baratos así que vine. O sea, quiero tus mejores recomendaciones de animes, tengo pensado comprarme unos treinta discos y algunos posters para decorar mi cuarto, hehehe~


[Se está riendo como un enfermito... definitivamente está en la primera fase del otakismo] Fue lo que pensó Jesús mientras fingía sonreír.


--- ¿Así que mis mejores recomendaciones? Niño, crees que estás listo para ello, yo creo que te falta un poco.


---Usted solo cumpla con su deber.


[Este niño, apuesto que no terminará bien de la cabeza al final] Con eso en mente, Jesús dio media vuelta y empezó a escoger varios animes, aunque solo hubo uno que se repetía como diez veces.


Una vez todo estuvo listo, Jesús acomodó los discos en horizontal en su vitrina, justo frente al chico.


---Aquí lo tienes. Mis mejores recomendaciones, "por el momento".


Johan observo los discos con mucha intriga.


---Hum...


[Este niño... mira los discos como si fuera una escena del crimen, jajaja, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que vi a un niño con chuunibyou...?] Jesús solo podía observar a Johan con una sonrisa algo forzada.


---Este.


Johan señalo con su dedo índice derecho a cierto anime, que era la que más cantidad de discos tenia.


---One piece. ¿Tienes algo en contra de ese anime?


---Mi séptimo sentido me dice que es bueno, pero que no es mi momento aún.


[La verdad es que me muero por verlo, pero siempre había querido decirle eso a un vendedor ilegal de animes] Pensó Johan mientras se lamentaba en lo más profundo de su ser.


[Apuesto que debe estar pensando. "Siempre quise decirle eso a un vendedor de animes, me siento genial". Típico. Que se le puede hacer, le seguiré el juego] Jesús pensó aquello mientras se animaba así mismo a seguirle el juego a un niño que posiblemente sueña con morir algún día y reencarnar en un isekai, estar tan OP que nadie en el mundo podría derrotarle, tener un harem lleno de exóticas y hermosas mujeres, todas vírgenes y esperando a que sea el primero.


Lastimosamente el mundo real no es así.


---Okey, quitamos One Piece entonces.


Jesús retiró los diez discos de one piece.


Johan observa como los discos de one piece se iban mientras trataba de contener las lágrimas.


[¡Maldición, mañana, mañana vendré por ustedes!]Johan exclamó en su mente.


---Bueno, entonces, es todo, aquí tienes los treinta discos. Gracias por su compra, Vuelva pronto.


[O hasta que hayas madurado un poco] Jesús despedía a su nuevo cliente, que había prometido ser un comprador regular.


---Dalo por hecho.


***


[No fue como lo esperaba, pero estoy satisfecho, seeeee~]


Johan se encontraba caminando por Jirón Carabaya mientras olía el aroma de los discos recién comprados.


El aroma del estuche era aterradoramente adictivo.


---Discos, hoy compre muchos. No llegue a comprar one piece, pero ya será otro día.


[Tenía pensado ir mañana, pero ahora que recuerdo, madre ira al mercado y prometí acompañarla]


---Pero pensado en otra cosa, los discos que me recomendó, tan solo por la portada puedo darme a la idea de que son bastante buenos.


[¿Cómo es que se llamaba el vendedor ilegal de animes? Se me olvido preguntarle. por ahora no importa, me enfocare en los discos~]


---Tengo toda mi mochila llena de discos y posters.


[Hehehe~ Los posters son geniales, son ecchis, por ejemplo este de Rin de kodomo no jikan bañada en chocolate~ Genial, en especial este otro de koneko-chan de high school dxd~]


---Espera... ¿No me estaré volviendo en lolicon, verdad?


[...............................]


---No puede ser mi mente se quedó en blanco, noooooooooo~


Se podría decir que era una suerte que las calles se encontraran vacías, así nadie tendría la desdicha de escuchar los delirios de un jovencito que prácticamente hablaba y pensaba como si fueran dos personalidades distintas... o eso era lo que Johan creía, pero no se dio cuenta que todo ese tiempo que estuvo hablando consigo mismo en voz alta como fuera un demente, una mujer se encontraba caminado detrás de él.


Cuando se percató que había una hermosa mujer detrás de él, se quedó en shock.


[¡¡Pensé que no había nadie, pensé que no había nadie, pensé que no había nadie, pensé que no había nadie, haaaaaaaaaaaaaa!!] Johan exclamó horrorizado por la vergüenza.


En ese momento, cuando Johan se quedó quieto por el shock, aquella hermosa mujer, que si la pusieran en algún concurso de belleza, sin duda lo ganaría; pasó justo a su costado, entonces, ambos se fijaron en el otro.


Los ojos oscuros de Johan hicieron contacto visual con aquellos ojos rojos.


La mujer era simplemente una belleza como ninguna, su cabello blanco hasta su esbelta cintura, sus ojos rojos como rubíes, su piel era tan clara que podía fácilmente quemarse con el calor actual, sus piernas no eran ni tan gruesas ni tan delgadas, y así como su pecho, se podría decir que tenían el tamaño perfecto.


[Quien sea que se esté comiendo a esta mujer... debe ser un Dios] El pequeño y corrompido corazón de Johan no se resistió a pensar de esa manera al verla.


El pensamiento de cualquiera aquí seria, "bueno, de todas formas ni me está escuchando" y podría ser correcto de cierta manera, si se tratara de otro humano.


Lastimosamente la mujer con la que acaba de encontrarse era nada menos que Cerberos, hermana menor de Lucypher del crepúsculo, un demonio.


Así que todo lo que él pensó alguna vez, todos sus recuerdos, sus noches de autocomplacencia, sus amistades, familia, y animes. Todo lo que ya se encontraba en sus recuerdos, ella lo vio, sintió algo de asco de ver a un humano tan podrido hasta la medula, pero en parte le pareció interesante, a lo mejor sería bueno tentarlo para que la acompañara a tener un poco de diversión de adultos, le quitaría su castidad, para después torturarlo hasta la muerte y finalmente convertirlo en un demonio.


PERO.


Pero había cierto problema, ahora se encontraba ocupada, así que no le quedaba más remedio que dejarlo ir.


Aunque no pudo evitar lanzarle un guiño a ese extrovertido niño.


[Es la primera vez que una mujer me mira de esa manera, parece que se enamoró de mí, además que ese guiño, ese precioso guiño... ¡Decidido, me casaré con ella!] Declaró Johan.


De cierta manera, su mente puede haber dicho una cosa, pero su cuerpo reaccionó diferente.


Johan se quedó quieto, como una estatua, mientras observa el trasero de aquella mujer de liso y largo cabello blanco.


[Su. Su cintura es tan delgada, que la podría abrazar dos veces, hehehe~]


Fue justo por ese comentario sobre su cintura, que Cerberos, no pudo contener las ganas de reír, dejó escapar una leve tos, lo cual hizo que no se diera cuenta del camión que se acercaba por el jirón pachitea.


El semáforo seguía en rojo, así que, el camión debía desacelerar, pero como el conductor se concentró en su celular para contestar un mensaje de su esposa, no llegaría a frenar a tiempo.


[Ese camión... ¡¡santo cristo, es camión-sama, es el legendario camión que te lleva a un isekai!! ¡¡Y va atropellar a esa hermosa chica!!]


A lo mejor si Johan fuera ese típico chico de secundaria que sale en defensa de los más débiles, aquel pequeño héroe que sin dudar correría hacia el peligro solo para salvar a la linda chica, las cosas hubieran resultado diferentes, lamentablemente aunque él quisiera hacerse el héroe, su cuerpo no le respondería, tan solo por el mero hecho que es peligroso.


Aunque como para no tener culpa en su corazón, Johan se dijo para sí mismo.


[Hay que verlo por el lado positivo, ella podrá reencarnar en otro mundo, podrá estar chateada hasta el infinito, tendrá un harem de chicos apuestos. Si yo la salvara, ella no tendría nada de eso, así que, se agradecida, esto lo hago en consideración del guiño]


En el último instante, como ya estaba dicho, el conductor se dio cuenta de la mujer que cruzaba la pista y presionó el freno lo más rápido que podía, pero era imposible, definitivamente iba a atropellar a la hermosa mujer de cabello blanco.


Entonces los ojos del conductor con los de cerberos hicieron contacto.


Fue en esa fracción de segundo que ella se llevó su alma al infierno.


Conductor muerto.


Por algún desafortunado suceso del destino, el cadáver del conductor cayó hacia su lado izquierdo, el timón también giró para ese lado.


[Camión-sama cambio de dirección]


Su cuerpo, por acto de reflejo, trato de apartarse de la trayectoria del camión, pero era imposible, la velocidad del camión y la suya eran demasiado diferentes, el cuerpo de Johan lo sabía, era imposible esquivarlo, solo le quedaba una resignante muerte.


Pero en el último segundo, su cuerpo se movió, Cerberos pensó de que tal vez ese morboso chico no se había rendido, pero.


Lo único que salió de la trayectoria del camión fue una mochila.


La mochila llena de animes de Johan fue salvado.


Johan observo en cámara lenta como el camión golpeaba su cuerpo, luego todo eran líneas de colores, como si se estuviera moviendo a mucha velocidad, después su visión fue bañada en oscuridad.


[Acaso... ¿Morí? ¿Morí y no pude ver One Piece? ¿¡De que me sirvió todo este tiempo de abstinencia!? ¿¡Fue todo en vano!?]


Parece que ni la muerte le quita su rareza.


[Si quiera me hubiera visto los primeros 240 capítulos, o hasta cuando Shirohige declara que el One Piece existe~ Chuuuu~ Lo más lamentable es que ahora no podre verme los doujinshis de Nami, Nico Robin y Boa hancock]


Conoce los nombres de los personajes y la trama de One Piece por reacciones que ha visto en YouTube y TikTok, pero siempre quiso darse su tiempo para verlo ya que tenía un montón de capítulos.


[Si hubiera sabido que esto pasaría, hubiera ido en carro y no caminar hasta puente acho para ahorrar pasaje. ¡No! ¡Si hubiera sabido que esto algún día pasaría, hubiera tratado de leer mangas y novelas ligeras! ¡Maldición, pensé que me había prometido a mí mismo vivir sin arrepentimientos! Y mírenme ahora, arrepintiéndome de todo]


No tenía un cuerpo físico, y todo estaba oscuro, así que Johan no veía si de verdad estaba moviendo sus articulaciones, pero aun así se imaginaba que movía sus manos y estiraba las piernas.


[Aunque eso ya no importa, estoy muerto, soy un otaku que murió atropellado por camión-sama, ¿y ahora qué? ¿Seré enviado a otro mundo? ¿Aparecerá una diosa inútil que se burlara de mí? o ¿Acaso un Dios me trasladará a otro mundo con mi celular?]


Mientras trataba de tener su típico monologo, Johan no pudo evitar llegar al tema crucial.


[Que será de mis padres y mi hermanita... si quiera, si quiera me hubiera gustado despedirme]


Por alguna razón sentía como algo parecido a lágrimas, caía por su rostro.


Y con esas lágrimas que caían, una luz en el horizonte se extendía.


Cuando su vista se aclaró, pudo ver a sus padres y a su pequeña hermana.


Jimena, Frederick y Esmeralda, se encontraban llorando frente a él.


Su cabeza daba vueltas, y no sentía su cuerpo, desde la clavícula hasta abajo, como si ya no le perteneciera.


Observándose se percató que su estado no era muy favorable, posiblemente todos sus huevos estén rotos, más bien, que él siga con vida se podría considerar un milagro, un milagro que él a los pocos segundos descubrió que ya se acababa.


Respirador artificial, todo el cuerpo enyesado, pero aun así se notaba como la sangre no dejaba de filtrarse.


[Tal vez... tal vez mi deseo de despedirme ha sido escuchado... Si existe un Dios allá arriba. Gracias. Aunque creo que por todo el hentai y todo el nopor que he visto me iré al infierno, ¿algún saludo a Judas? ¿Ninguno? Está bien]


---Hermanito, hermanito no te preocupes, te vas a recuperar, padre está usando sus poderes para curarte. ¡Padre, date prisa!


---Hija mía, por más que lo ordenes, simplemente es imposible, la peculiaridad de tu hermano rechaza nuestros poderes, no podemos curarle.


Su hermanita había empezado a decir disparates y su padre le seguía el juego. "¿Desde cuándo empezaron hacer bromas como esas? Me hubiera gustado que me invitaran antes". Pensó Johan al escuchar a su hermanita llorar y gritar en desesperación. Su padre negó con la cabeza mientras hacía desaparecer un extraño círculo mágico en su mano derecha, mientras que su madre coloco su mano izquierda sobre el hombro de su pequeña hija.


La habitación en donde se encontraban, que pertenecía a una clínica privada; tenía un ambiente triste, las tres personas veían entre lágrimas a su ser querido, recostado sobre una cama, cubierto de yeso y sangre.


Los doctores les dejaron un tiempo a solas porque sabían que el paciente no duraría mucho tiempo.


[¿Qué ha sido ese círculo...? será mejor ignorarlo. Si, mejor lo ignoro. Vamos a lo importante]


La verdad es que le hubiera encantado seguir con su monologo, y hasta chistosear. hacer comentarios sarcástico sobre ese círculo mágico, pero cada vez más se le hacía difícil respirar, debía darse prisa.


---Padre... Madre... Hermanita...


Sangre empezaba a filtrarse de las esquinas de su boca y de su ojo derecho.


---Nunca fui atento con ustedes... lo lamento, por ser... un mal hijo y un...... pésimo hermano mayor.


Su hermanita Esmeralda tomó fuertemente la mano derecha de su hermano, y dijo mientras las lágrimas y mocos le obstaculizaban al vocalizar.


--- ¡No te preocupes hermanito! ¡No te disculpes hermanito! Has sido un gran hermano, el mejor, así que por favor, no, no te mueras—


El monitor Holter al lado izquierdo de Johan, había dejado de leer las pulsaciones de su corazón, ya que este se detuvo por completo, marcando así, su hora de muerte.


Esmeralda Fhenyx Rojas, de nueve años de edad, cabello negro al igual que sus ojos.


Empezó a susurrar.


--- [Yo, aquel que destruirá la humanidad y desterrará a Dios de su trono—


La puerta se abrió, dejando ver al doctor y a las enfermeras que habían atendido a Johan, inmediatamente Jimena cubrió la boca de su pequeña hija, sabía que detenerla era aún más peligroso, pero tenía que tratar, o todo esta clínica seria destruida.


---Por favor, nos harían el favor de pasar a retirarse, a partir de aquí nos encargaremos nosotros.


---Entendido.


Respondió Frederick, quien con su brazo izquierdo dio a entender que deberían salir de la habitación.


Antes que la puerta se cerrara desde afuera, Esmeralda vio a su hermano.


***


Todo se había vuelto oscuro una vez más.


[He aquí, mírame, estoy de vuelta, al mismo oscuro chiquero, hogar, dulce hogar]


Monólogo.


[Que te puedo decir, ese último service fue gratificante, pude despedirme de mis padres... o eso creo, la cosa es que llegué a despedirme y punto]


Haciendo movimientos como si estuviera estirándose, Johan continuó su monólogo.


[Bueno, ahora si estoy listo para partir, ya sea el cielo, -que definitivamente no creo que me dejen entrar-, o el infierno, -en donde seré recibido con honores, a lo mejor estén preparando una fiesta para mi llegada-]


Una luz se abrió en el horizonte, aunque esta luz era algo más azul, la anterior luz era el típico, que se asemejaba a los rayos del sol, en cambio este parece la hornilla de la cocina.


[Ven, me enviaron directo al infierno. Espero que tengan wifi]


Cuando toda su conciencia fue bañada en la luz, pudo escuchar unos llantos de bebé.


Su visión era borrosa.


[Unos llantos de bebé, y no veo claramente...]


Todo su cuerpo fue cubierto por un dichoso baño de felicidad, esto era algo que todo otaku había soñado.


Lo que todo otaku había deseado en su vida.


Lo que todo otaku adicto al anime añoraba.


Reencarnar en otro mundo.


Justo cuando estaba por bendecir su suerte, se dio cuenta que se encontraba flotando.


Su vista se aclaraba cada vez más.


Su cuerpo, que tenía la forma de un bebé recién nacido, flotaba y era transparente.


Justo frente a él, se encontraba una pareja abrazando entre lágrimas a dos bebés, uno que lloraba con mucha fuerza, y el otro que se mantenía en silencio, más bien, a simple vista te podías dar cuenta que no respiraba.


La mujer que está recostada en la cama, siendo abrazada por quien sería su esposo, parecía que acababa de dar a luz a mellizos, una niña y un niño, del cual, el niño no logró sobrevivir.


La pareja llora la pérdida del niño.


La pequeña, lloraba, como si supiera sobre la pérdida de su hermano, pero ese llanto se calmó cuando vio a aquel pequeño fantasma en forma de bebé.


Los padres no lo notaron, pero la pequeña si podía, podía ver a ese pequeño fantasma que flotaba cerca al techo, fue solo por esa presencia que ella pudo calmarse, más bien, empezó a reír y trató de alcanzarlo con sus pequeñas manos.


Johan ignoró a la bebé y exclamó enojado con todas sus fuerzas.


[¡¡REENCARNÉ EN OTRO MUNDO, PERO COMO UN FANTASMA!!]




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