Una impulsiva hermana mayor

[Lunes 24 de junio del 2022 <04 : 58 pm>] ---- [*** 24 de *** del *** <04 : 58 am>]


---Bien, si estoy en lo correcto, y lo estoy; las cosas deberían ser de esta forma.


Mientras se encontraba tomando un baño, Adán empezó a sacar conclusiones de la información que se tomó el tiempo ayer de ordenar de manera cronológica.


---Estos dos mundos, son una copia exacta del otro, eso incluye sus nueve universos y sus dioses, solo que uno posee lo tan conocido como "oscuridad". La oscuridad, no poder ser controlada, consumió ocho de los nueve mundos, pero entonces, con el sacrificio de los dioses de diferentes mitologías pudieron sellarlo, quedando bajo la custodia del Dios soberano y el Dios del inferno.


Ya que había terminado de lavar su cuerpo, se metió a la tina de agua tibia.


---Hasta aquí solo es una teoría a la que llegué juntando toda la información que recolecte en estos dos años, y bueno más lo de ayer.


"Uuuuf... el agua tibia es lo mejor" Este pensamiento pasó por su mente cuando el agua tibia de la tina lo cubrió hasta el cuello.


---Ahora que lo pienso fríamente, si los dioses de este mundo no hubieran terminado en aquel otro lado, no hubiera existido esa guerra santa, por ende, las cosas como el equilibrio seguirían intactos. Los reyes demonios y sus generales, jamás habrían aparecido, y la guerra humano demoniaca ni de qué hablar.


En esta ocasión se guardó sus ganas de suspirar.


---A lo que quiero llegar es que si padre no hubiera sido invocado a ese otro mundo, entonces con el tiempo se habría conocido con madre, entonces, Sayuri y yo tendríamos una relación normal como hermanos, incluyendo el hecho que yo tampoco habría sido invocado, por lo tanto la habilidad que tengo ahora no existiría.


Parecía estar discutiendo consigo mismo.


---Es cierto que me gusta pelear contra seres poderosos, pero si me dieran a escoger, hubiera preferido una vida normal, y si no es mucho rogar, también una hermana mayor normal.


"Creo que me perdí del tema que tenía que tratar..."Con este pensamiento Adán reorganizó mejor sus ideas y se preparó para el tema principal.


--- ¡Hijos míos, voy a salir por unos momentos, no me esperen para cenar! ¡Hasta luego pequeña Vero!


Pero justo en ese momento la voz de su madre, Elizabeth Kraus, que se encontraba ya en la puerta del primer piso; llego a sus oídos.


Pasado unos segundos, la puerta hizo un ruido de abrirse y luego de volver a cerrarse, y con eso una sensación de incomodidad empezó a recorrer su columna vertebral o ¿Era frio lo que sentía? ¿Miedo? ¿Pero a qué? Pues las respuestas a estas preguntas se responderían a continuación.


--- ¿Sigues en el baño?


Una tímida voz salió del otro lado de puerta corrediza que dividía el baño en dos partes.


La primera, cerca de la puerta de acceso, se encontraba el inodoro de modelo pulsador y un lavamanos estándar. La otro mitad es donde se encuentra una ducha y una tina, la suficientemente grande como para entrar dos personas, aunque no se recomienda mucho, a menos que se quiera intimar.


Adán quiso responder con un, planeado con antelación; "ya estoy saliendo", pero se resbaló en la tina y al momento de abrir su boca tragó bastante agua, por suerte no la suficiente para ahogarlo, solo que en ese lapso de tiempo que se demoró en contestar, la mujer, que había soltado esa tímida pregunta, ya se encontraba dentro de la segunda sección.


Con un hermoso cabello rosa al igual que sus ojos y delgados labios, junto a un cuerpo tan poderosamente femenino, de la que no podrías apartar la vista por más que quisieras. De pie, frente a Adán, jadeando intensamente, con un rostro sonrojado desde la clavícula hasta su frente; se encontraba Sayuri Kraus.


Solo una simple toalla blanca impedía ver zonas exclusivas, como si las estuvieran censurando.


El agua que había entrado en su boca lo escupió al instante que vio el cuerpo desnudo de su hermana mayor.


"Aunque no se podría decir que está completamente desnuda, esa toalla cubre las zonas más importantes. Está bien, está bien, puedo salir de esta situación, no importa que ella este jadeando como si no soportara más ¿¡Que se supone que estas soportando, loca!? No te alteres, Adán, tranquilo, tranquilo, no importa eso, tampoco el hecho de que sus ojos parecen las de una maniática ¿¡Por qué sus pupilas parecen un par de corazones!? ¡No tiene sentido! ¡Maldición esto ya no tiene remedio!"


Intentó a toda costa mantenerse tranquilo, pero todo fue una pérdida de valioso tiempo, el pánico lo atacó de mil maneras diferentes, hasta que despertó de ese lapso de tiempo que estuvo en shock, ¿Qué fue lo que lo despertó? Simplemente diríamos que la mujer que se encontraba mirándolo como un asesino en seria a su víctima, ahora se encontraba dentro de la tina, con la diferencia de casos anteriores, en esta ocasión no se encontraba de espalda, sino que ahora lo mira directamente a los ojos, con sus piernas abrazándolo como tal fuerza que sería imposible para un joven de 16 años el poder liberarse.


Si este fuera el caso de unos amigos de la infancia o de una pareja... Mejor pongámoslo de esta manera, usted es un chico de 16 años, y de pronto tú amiga, que tiene un encantador cuerpo que solo pudieras desear en fantasías, estuviera desnuda y encima abrazándote la espalda con sus muslos ¿Qué harías? Creo que la mayoría no dudaría en dejarse llevar por sus bajos instintos y utilizar todo lo aprendido de ciertas páginas donde pueden verse videos educativos, aunque también estoy seguro que existen aquellos que dirán que no harían nada porque primero viene el matrimonio, además que para eso se tiene que haber amor y no solo deseo sexual, y podría seguir toda una tarde, pero eso no importa.


En conclusión, si eres un hombre, asumirás la responsabilidad y no avergonzaras a esa valiente mujer que viene a tus brazos.


---No lo soporto más, creo que me volveré loca... no lo hemos hecho desde el mes pasado... por favor... solo un poco...


"Tal vez si es solo un poco..." Pensó Adán, aunque luego se percató que algo iba mal y sacudió sus sentidos.


Definitivamente a esto se le podría llamar "la tentación de un demonio", esas simples palabras, tan simples pero a la vez dulces; lo llevaron por un segundo a perderse en sus deseos como hombre, ya suficiente es tener su rostro tan cerca. Sentir su aliento le hará perder la compostura si esto sigue de esta manera, algo tenía que hacerse.


---No podemos, madre podría volver.


---No vendrá hasta la madrugada, dijo que iría a tomar con un amigo.


---...Verónica está en casa, no podemos hacer algo como eso cuando hay una niña pequeña en casa.


---No te preocupes, deje a la pequeña Vero mirando televisión. La puerta del baño está cerrada con llave... e intentare no elevar mucho mi voz.


"Parece que todo lo que digo ya tiene con anticipación una respuesta muy convincente... que problema, toda estaba yendo tan bien"


A lo que Adán se refiere con este comentario es que hasta el momento había puesto una línea invisible entre su hermana y él, ya que desde la primera vez que lo hicieron, Sayuri lo buscaba con mucho ahínco e insistencia, no importaba si era de día o de noche, a la mínima oportunidad que ella encontraba, se metía debajo de sus sabanas, entraba al baño con él, le inducia al deseo aun cuando tomaban desayuno junto a madre, era obvio que si las cosas seguían su curso, tarde o temprano Elizabeth los descubriría, cuando eso ocurra su familia se fragmentaria y no habría reparo, entonces para evitar todo eso, presentó a Verónica a la familia inventando una historia, gracias a todos los cielos los ataques cesaron, y por un tiempo hubo paz... prácticamente, como ya había sido mencionado, fue un mes de paz y tranquilidad.


"Si eres un hombre, asumirás la responsabilidad y no avergonzaras a esa valiente mujer que viene a tus brazos... Maldita sea, soy un hombre, pero no puedo seguir con esto, ella es mi hermana mayor, esa clase de relación no puede ser admitida, después de todo somos hermanos de sangre, tal vez no sería tan cerrado en esto si fuéramos medios hermanos... ¿Are...? Espera, aún hay una forma de salir de este aprieto" Adán elevó su determinación.


---Espera... ¿No crees que nos estamos pasando un poco?


---¿?


"Bien, la operación es la siguiente, decirle que no podemos hacerlo sin el debido cuidado, lo más seguro es que ella, al no tener ningún preservativo ira corriendo a su habitación a traer no sé cuántos, la idea es que apenas Sayuri salga, me teletransportaré a mi cuarto y cerraré con llave... fin"


---Me refiero a que lo hemos estado haciendo antes pero, con protección, justo ahora no tengo ninguno, y por lo que veo tú tampoco.


En cualquier situación común, podría haber sido una buena idea, pero.


---Hoy es un día seguro, así que no hay problema.


---¡¡¡!!!


[¡¡Verónica sálvame!!]


[...Mira que me mantuve callada para no des endulzar el momento]


[¡¡OE!!]


[No sea niña y hazlo]


[¡¡En primer lugar, tú eres la niña aquí!! ¡¡Segundo lugar!! ¿¿¡¡Acaso entiendes la situación en la que estoy!!??]


[Si es eso lo que te preocupa, descuida, lo de que sus hijos saldrán con cola de cerdo es solo un mito... Miremos a los antiguos incas, se casaban con sus hermanas, primas y tías, no recuerdo haber leído que sus hijos salieron con deformidades, además que ya está comprobado por un laboratorio]


[¿¡Cual laboratorio!? ¡Nunca he escuchado algo de eso!]


[hm... ¿Qué dice acá? Laboratorio del norte, monterrey nuevo león]


[*Cara de póker* Creo que no deberías confiar en nada que venga del norte]


---Vamos, solo será un poco... ya que es un día seguro, puedes correrte dentro todo lo que quieras.


[Uf... eso fue muy provocativo y antihigiénico, le costara limpiarse una vez que acabes]


[...No estas ayudando]


[¿Por qué tu voz suena como si estuvieras a punto de explotar?]


Mientras Verónica y Adán conversaban por telepatía, Sayuri, al sentir que su hermano menor no oponía resistencia, apegó sus pechos a su clavícula, se acomodó el mechón de su cabello rosa hacia atrás con su mano izquierda, y lentamente acarició su rostro, la suavidad de la yema de sus dedos alarmaron a Adán.


---Vamos, sé que también quieres... aaah...


[¿Acaso tu hermana es telépata? Porque parece saber lo que quieres]


[......... Creo que ahora si te pediría que te callaras]


[Pareces un champán a la que han agitado a más no poder y su corcho está por salir volando por la alta presión...]


Sayuri empezó a lamer el cuello, muy cerca del oído derecho; de Adán, a quien se le había erizado la piel.


[O sonaría mejor decir que pareces una tetera que está intentando contener el estado de ebullición del líquido en su interior... aunque en tu caso creo que sería algo mas viscoso...]


[Para tu edad... estas diciendo cosas muy inapropiadas]


Mordió muy suavemente la oreja derecha, y en el proceso jugaba con su lengua desde la cauda helicis hasta la cruz hélix, una sensación placentera se extendió por todo su cuerpo, su cerebro se estremeció de tanto—


[¡La había estado poniendo a raya por un mes entero, antes ni siquiera me dejaba descansar un día! ¡Ya casi estaba cerca de rehabilitarla! ¡Iba a curar ese insistente complejo de hermano menor que tiene... pero... pero!]


[Vamos, ya has dado lo mejor de ti, la gente te admira y todo eso... pero no puedes dejar que una mujer te ruegue tanto, o las señoritas de todo el mundo te odiaran]


Con su mano derecha, tomó la mano izquierda de Adán y se lo llevó a su propio pecho... la sensación de la textura, la suavidad y la calidez, inundaron cada sistema nervioso de su cerebro, sino fuera un joven tan resistente, ya se habría desangrado por seguir soportando el intenso calor que emana de su cuerpo.


[Ya se, me hare de oído sordos, así no podré escuchar los gritos y gemidos que saldrán del baño]


[En serio... no crees que estas muy bien enterada de estos temas... para tu edad]


[Quise parecer graciosa... ya que con mi rostro soñoliento y mis emociones perdidas... ni siquiera puedo tomar el papel de linda mascota... Sabes que, cortare el enlace por unas horas, has lo que quieras, yo seguiré viendo televisión]


Con eso dicho, el enlace que los unía para poder comunicarse por telepatía, se terminó.


[Espera... disculpa, no me abandones...]


De jugar con su oreja derecha, con sus delgados labios color cereza, dibujó una línea ondulada en dirección a los labios de Adán.


La sensación en su mano izquierda, sumándole la suavidad de los labios de Sayuri, su aliento, la calidez de su cuerpo, los latidos de su corazón que son fácilmente detectados por la palma de su mano... justo ahora recién se ha percatado de que el trasero de su hermana mayor está empujando a su mini-yo, y que sus muy definidos muslos están cada vez más enrollados a su cuerpo, es una suerte que el agua de la tina este algo tibia, si hubiera estado algo más caliente de lo usual, a estas alturas ya se hubiera desmayado.


Todo era un caos dentro de la mente de Adán, y eso era fácilmente entendible por Sayuri, quien pensó.


"Ya casi, solo falta algo más para motivarlo a jalar el gatillo, solo algo más..." Sayuri se tomó su tiempo para pensar en alguna idea que sirva como detonante, no tiene que ser necesario una acción, tal vez con una oración, ¿pero qué palabras tendría que escoger? Hay muchas que podrían ser extendidas sobre la mesa como cartas en una apuesta de póker, ¿Pero cuáles serían las más efectivas?


"Ahora que recuerdo, mi amiga me comentó algo sobre una novela ligera en donde el chico se hacía un poco el difícil pero con una simple oración se convirtió en un animal... Creo que esas palabras eran—"


---Quiero que me conviertas en tu gatita, nya.


Apenas termino de hablar y Adán rápidamente, sin ningún tipo de gentileza agarro con ambas manos el trasero de Sayuri empujándolo hacia su pelvis.


Había transcurrido un mes desde que ambos se volvían uno solo, así que la sensación de estar en el interior de Sayuri era algo descomunal, apretaba, tan cálido y húmedo, toda esa información recorrió su cuerpo desde su parte baja hasta su cerebro, a estas alturas ya nada pasaba por su mente, se dejó llevar por toda la provocación que estuvo soportando desde hace cinco minutos, desde que ella entro a la tina con él.


Al principio Sayuri trataba de contener su voz, hasta se cubrió la boca con su mano derecha, pero Adán no lo tomaba con calma, era diferente de las veces anteriores, el de hace un mes, se lo tomaría con tranquilidad y aumentaría el ritmo dependiendo de la compatibilidad de sus cuerpo, también tocaría un poco por ahí y por allá, para que la conexión entre ellos se sintiera mejor; pero ahora solo estaba tomando su propio ritmo, muy veloz, muy brusco, era una sensación que a una primeriza le sería difícil de soportar, aunque Sayuri, quien perdió su primera vez un 11 de abril, hace dos meses, justamente con el agresivo joven frente a ella; le parecía una sensación bastante excitante, tanto que superaba sus expectativas ¿Quién pensaría que semejantes palabras fueran el detonante perfecto de una bomba nuclear? Los gemidos empezaron hacerme cada vez más intensos y frecuentes, los movimientos de su cadera, incluyendo las que ejercía el agarre de esas grandes manos en su trasero, de vez en cuando se le escapaba una que otra frase erótica, algo como, "Si, más, dame más... más fuerte, así" o "Puedo sentir como mi interior se rompe. Me vas a romper, me estoy rompiendo..." y entre otras, que por lo general te harían notar lo descerebrado que eres, pero estos dos estaban tan profundamente ahogándose en deseo que ni lo notaron.


Pasado unas horas los gemidos de placer parecían gritos, aunque eran unos con un tono de voz que en vez de asustarte te incrementaría la fuerza y la confianza.


Habían dejado atrás ya la tina, ahora se encontraban siendo mojados por la ducha, Sayuri cubriéndose la boca con su mano derecha, se apoyada contra la pared de cerámica con la izquierda mientras levantaba su trasero para que se le sea más sencillo a Adán llegar a lo más profundo de ella.


Cada vez que eso se abría paso entre los pliegues, y llegaba a lo más profundo de su ser, una corriente eléctrica recorrió cada fibra de su cuerpo, sus piernas ya empiezan a ceder de estar tanto tiempo de pie, su vista era borrosa, ¿Cuánto tiempo ya lo habían estado haciendo? Sayuri no lo sabía, pero el tiempo era algo ajeno a ellos dos en estos momentos, mientras estuvieran dentro del baño, no importa estar horas, días, semanas o años, en el exterior apenas podrían haber pasado unos insignificantes segundos, esto se debía a una SKILL que Adán había activado sin querer, ese es, <Dilatación del tiempo > que le permite hacer que el tiempo transcurra más lento en una determinada zona, por ejemplo, aquí en el baño podría pasar una semana, y en el exterior apenas un minuto, algo parecido, eso ya depende como lo hayan configurado antes de activarlo.


Por cierto ya han trascurrieron como ocho horas desde que comenzaron, Sayuri parecía estar en un océano de placer al comienzo, pero pasado la quinceava hora, después de llegar al clímax como diez veces; como que intentó distanciarse para pedir un descanso, además que habían llenado tanto su vientre con cierto liquido viscoso que su cuerpo empezaba a sentirse pesado, pero simplemente no pudo, su hermano menor tenía tanta fuerza que ella no podía apartarlo, aun siendo dos años mayor. Los brazos de Adán no eran tan diferentes que el de ella, hasta se podría decir que eran igual de delgados, pero poseía una fuerza que no iba de acuerdo con su masa muscular.


Intentó arañarlo, pero sus uñas no penetraban su piel, más bien, mientras más fuerza Sayuri ejercía para oponerse, las embestidas de la pelvis de Adán aumentaban su ritmo.


La mente de Sayuri estaba por desaparecer, sus ojos parecían perderse hacia arriba, mientras lagrimas empezaron a recorrer sus mejillas hasta caer al piso mayólicado, de sus labios una inaudible palabra salía, "detente...", era lo único que podía decir después de todo ya ni fuerzas le quedaban, sus piernas ya había cedido hace mucho, más bien, Adán, con su fuerza que no iba acorde con su masa muscular, la sujetó de ambas piernas y la levantó contra su propio pecho, era una posición muy sugerente.


Cuando por quinceava vez llenó el vientre de Sayuri, Adán se detuvo, ya habían transcurrido como veinte horas, no se tomaron ni unos minutos para descansar, aunque era algo que Adán no necesitaba, más bien, ni siquiera se sintió cansado, exactamente, si le preguntaran si podría continuar, respondería con un sí, entonces, siendo tan capaz de continuar, ¿Por qué se detuvo? Pues es porque Sayuri se acaba de desmayar, y notar eso, le regresó a la realidad.


--- ¿Pero que acabo de hacer...?


Fue justo en ese momento cuando el enlace de comunicación volvió a estar activo.


[Válgame Dios... casi veinte horas en su acto de procrear niños... y encima con la SKILL de <Imitación de un semidiós> activada... creo que esta vez si te pasaste, la pudiste haber matado]


Ahí la respuesta de su gran resistencia y fuerza... la habilidad que le permite incrementar sus propios parámetros hasta llegar a compararse al de un semidiós, había estado activada todo el tiempo desde que empezaron con la acción.


[Bueno, al menos gracias a la SKILL de <Dilatación del tiempo> puedes arreglar tu desorden con calma antes que llegue tu madre]


---Si...


**********


-Plaza de armas-


Era casi las dos de la tarde de un hermoso día, las despejadas nubes dejaban ver el increíble y extenso cielo azul, el sol era como siempre, deslumbrante a la vista.


Y ¿Qué había debajo de este extenso y pacifico cielo? Pues se encontraba una señorita de largo cabello negro y ojos verdes, sentada en uno de los bancos del centro, frente a la fuente de agua.


Varias personas en lo que va el día pasan por los alrededores, ya sea por turismo o solo que tomando esta ruta se le es más corto ir al trabajo, sea cual sea la razón, todas estas personas se llevaban una pregunta consigo en el camino, -¿Quién es esa hermosa chica? Siempre está ahí cuando paso en la mañana ¿Estará esperando a alguien? A juzgar por el anillo en su dedo anular izquierdo, tal vez esté esperando a su novio, si es así, aquel tipo deber ser muy afortunado-


Eso eran los pensamientos de algunos transeúntes. Los turistas, en especial los jóvenes extranjeros, solo pasaban por su lado intentado llamar su atención, le tomaban fotos disimuladamente para luego subirlas a sus redes sociales, aunque muchos tenían curiosidad, nadie se atrevía a acercársele, no es por miedo a infringir la ley, es solo que la atmosfera que la rodea, les hacía sentir incomodos, algo así como que si acercaran demás, ella te cortaría en pedacitos, los vendedores ambulantes, que usualmente son molestos; y ni la policía, se atreven a molestarla, solo la dejan tranquila, sentada en esa banca tomando el sol.


Aunque un día, sería algo como fin de semana; un joven de cabello dorado y ojos azules, quien parecía ser de la misma edad de la chica, se le acercó, para los transeúntes era la vista de un chico tratando de comunicar sus sentimientos, ¿Este será el novio de la chica? Su apariencia física no es tan mala, hasta podrías confundirlo con uno de los tantos extranjero que pasean por la zona.


Varios minutos pasaron desde que el chico trataba de conversar con la hermosa señorita de cabello negro, desde la distancia parecía solo un joven haciendo un monologo, puesto que la otra parte ni siquiera reaccionaba a sus palabras, esos ojos verdes nunca se fijaron en él, tan solo seguían fijos en dirección a la fuente de agua.


Entonces, pasó casi una hora, el jovencito se apoyó en su rodilla derecha y con ambas manos sujetó la mano derecha de la señorita, algunos se prepararon para ayudarla si es que se trataba de un acosador, otros solo observaban disimuladamente mientras seguían caminando, tenían curiosidad, ¿Qué iba hacer ese chico? Acaba de tomar su mano pero ni siquiera dice nada o hace algo, ¿Qué estará pensando? Cuando la multitud empezaba a detener su paso para observar la escena, el chico de cabello dorado se cubrió el rostro con su mano derecha, sus labios empezaron a temblar y lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas.


Su otra pierna cedió, ahora solo se podía decir que estaba arrodillado, con su mano derecha cubriéndose el rostro para que la gente no le vea llorar, ¿Por qué lloraba? ¿Lo habrán rechazado? Pero si la aquella jovencita ni caso se le hace, tal vez solo le esté ignorando, es simplemente una pelea entre novios, si, lo más seguro. Los transeúntes siguieron su camino al darse cuenta que solo era una riña de pareja, y la vida volvió a la zona turística de plaza de armas.


Después de ese día, siempre se les veía a esos dos, sentado en la misma banca, frente a la fuente de agua. La hermosa señorita de largo cabello negro y ojos verdes, seguía observando como siempre la fuente de agua, como si nadie existiera a su alrededor, como si solo ella y la fuente fueran los únicos en el mundo, cerrándose en su propio mundo ajeno al resto de las personas, aunque había tal vez solo una persona en este extenso país, que trataba de abrirse paso entre esa barrera invisible que la chica creó para separarse del mundo, un chico de 16 año, cabello dorado y ojos azules claros, de acuerdo al mismo uniforme deberían ser de la misma escuela, ninguno de los que transitaban con frecuencia el lugar sabían su nombre, pero de algo si estaban seguros y eso es que no era un mal muchacho, ¿Por qué pensaban de esa manera? Solo se podría decir, "que hombre sería considerado malvado si todos los días viene a buscar a su novia para dedicarle poesía"


Todos los días, sin falta, el joven iría a buscarla al mismo lugar.


Sentados uno junto al otro, mientras observaban la fuente de agua, él le dedicaba poesía.


Llegado un determinado día, la señorita de largo cabello negro y ojos verdes, dejó de observar fijamente la fuente de agua, su mirada se perdió por un momento por los alrededores hasta hacer contacto con los ojos azules claros de ese joven, entonces, como si fuera algún ángel enviado del cielo, ella le dedico una sonrisa.


María le dedico una cálida sonrisa a Leonardo, quien despejo un poco la oscuridad en su corazón.


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