Desapariciones en los barrios bajos.
[Domingo 7 de junio del 2020 <01 : 24 am>] ---- [*** 7 de *** del *** <01 : 24 pm>]
¿Has escuchado sobre cierta discoteca en donde jovencitas desaparecen y nunca más las vuelven a encontrar?
Posiblemente pienses que sea solo un rumor falso y sin fundamentos, y aunque no lo creas puede que estés en lo cierto.
"¿Señoritas que desaparecen de la nada y sin dejar ningún rastro?"
Al escuchar esto, lo único que podría generar, sería que un grupo de jóvenes se burlara de lo absurdo que suena.
¿De dónde sacaste eso, de una novela de misterio o terror?
¿No crees que deberías alejarte un poco de las películas de ficción o de los libros de misterio?
¡Vamos! ¡Sal a la intemperie! ¡Juega con amigos! ¡Adelante! ¡Dale una oportunidad al mundo real!
Pero dejando de lado las preguntas formuladas por jóvenes que no tienen absolutamente nada en el cerebro y que son una de las causas que su país aún este catalogado como tercermundista, vayamos a lo realmente importante.
"El si crees o no en los rumores"
Obviamente la información no ha sido pública ante los medios televisivos, tal vez sea por eso que la mayoría de personas tienden a ignorarlo, pero.
Los rumores con el paso del tiempo tienden a causar polémica, ¿no lo crees? Entonces, ¿Cómo es que estas escuchando esto? Obviamente si solo fuera un simple rumor, se habría desvanecido con el tiempo, pero justamente este no es un simple rumor, tampoco son alucinaciones y mucho menos mentiras, son hecho reales, desapariciones reales, señoritas que están en la cúspide de su juventud, asisten a "cierta" discoteca, ya sea con familiares o amigos, todo es tranquilo y normal como en cualquier otra discoteca de la gran LIMA, bueno, es así hasta que llegan las doce de la mañana.
Es una discoteca con un nombre peculiar, "El Botija", aparte de eso todo lo demás es lo normal, como en cualquier otra discoteca que se encuentran en diferentes distritos.
Una altura de tres pisos. Guardias con pasados dudosos, protegiendo la entrada y la salida. Hermosas camareras que por una suma adecuada de dinero podrían calentar para ti uno de los tantos cuartos secretos que hay en el local. Bebidas para todos los gustos y bolsillos. Muebles de cuero a los alrededores para poder sentarse, muy a diferencia de los convencionales asientos de madera. No nos olvidemos de mencionar la buena música y la perfecta iluminación.
Ya fueras con amigos o solo, lo único que esta discoteca te asegura es que podrás pasarla de maravilla, te divertirás como nunca. El precio no es tan elevado así que fácilmente podrías conseguir un boleto, además que se te da un descuento del 10% si llegas a juntar cinco sellos exclusivos, estos sellos los obtienes al salir de la discoteca.
Todo hasta aquí solo te haría pensar.
"¿No es más que una discoteca normal?"
En cierto modo si lo es, pero como ya fue mencionado hace unos momentos, todo esto cambia apenas llegan las doce de la madrugada, ¿Cuáles son los cambios a los que me refiero?, pues comenzare por los cambios mínimos, aquellos que no podrías notar a menos que estés sumamente concentrado en ello.
Las camareras cambian con otro grupo de una forma tan sigilosa que es imposible no sospechar que algo está a punto de ocurrir.
A simple vista el nuevo grupo no parecen sospechosas, más bien, son aún más carismáticas que el anterior, como si fueran respaldadas por una gran experiencia. Te sonríen y coquetean, si les llegas a agradar, te sirven tragos gratis, se sientan a tu lado a conversar contigo de ningún tema en particular.
El ritmo de la música más la presencia de una bella dama funcionan como un afrodisiaco. En verdad todo se vuelve bastante animado cruzando las doce, hasta el más tímido y reservado no evitaría bailar o acostarse con algunas de las hermosas camareras, después de todo este lugar, esta discoteca tiene como fin ese hecho, el que todo aquel que entre se divierta como en el infierno.
Aunque se dijo que todos se divertían, siempre hay uno que otra persona que se aísla de su grupo original y decide pasarla tranquilamente sentada en un sofá personal mientras escucha la música.
En este caso tenemos a cierta señorita que acababa de cumplir los 17, apenas el reloj marcó las doce, dio inicio de un nuevo día, en pocas palabras, "su cumpleaños". La razón por lo que está en una discoteca en vez de estar en su casa durmiendo, como piensan sus padres que están, es por el simple hecho que fue convencida por sus amigos, los que apenas llegaron salieron a buscar a alguien con quien bailar o pasar la noche.
¿Si apenas ha cumplido los 17, como es que la dejaron entrar a la discoteca, que es supuestamente para adultos?
Pues recordemos que estamos en BIRÚ, uno de los países más liberales de este continente, aquí fácilmente uno puede conseguir una identificación falsa e ir a donde se le plazca, prácticamente conseguir una es igual de sencilla que ir a la tienda a por medio kilo de huevo, lo demás tan solo es ayuda de un buen maquillaje para aparentar ser mayor y listo, ingresas y sales de una discoteca como si nada hubiera ocurrido.
Nuestra señorita, una hermosa joven de cabello rubio y ojos azules, perteneciente de una familia de clase media, llevaba un precioso vestido rojo pasión, uno finos guantes negros que le llegaban hasta el codo, un par de zapatos negros taco 5. Toda su vestimenta quedaba perfecta con su piel clara, a simple vista se podía saber los suave que era, a lo mejor más suave que las almohadillas de un lindo gatito.
Su nombre.
Ángela Beatriz Cortez, actualmente 18 años.
Pasaban las horas y lo único que hacia la cumpleañera, quien debería estar feliz por un año más de vida, disfrutando de los beneficios que te ofrece esta discoteca sin reglas; era estar sentada, ¿estaba observando la cerámica del suelo? Si era así ¿En que estaba pensado? ¿Qué pasaba por su cabeza en estos momentos? Su expresión no nos dice mucho, así que no podríamos saber que piensa a menos que le fueras a preguntar.
---Muy buenas noches. My lady.
La joven escuchó la educada presentación de cierto hombre. Su mentón se elevó lo suficiente para ver su rostro. Cabello negro y ojos color café claro, con un lunar cerca de su rabillo izquierdo, su rostro era de uno bien parecido, pero nada del otro mundo, aunque para nuestra señorita, la presencia de este hombre le pareció increíble, no dejaba de mirar su cabello y las cualidades de su rostro.
Tras percatarse que seguía mirando el rostro de aquel hombre, se sonrojo de la vergüenza y bajó la cabeza.
--- ¿Acaso hice algo que le faltara el respeto? Si fue así, déjeme disculparme.
El hombre se arrodilló sobre su pierna izquierda, inclinó su cuerpo mientras abrazaba su estómago con su brazo derecho, apenas nuestra joven Ángela vio como aquella distinguida persona con traje negro, se arrodilló frente a ella, no pudo estar más en silencio.
---No-No, usted no hizo nada malo, discúlpeme.
--- ¿En serio? Es un alivio.
Ángela asintió ante la duda del hombre.
El hombre puso de pie, enderezó su espalda y colocando su mano sobre su pecho, dijo.
---Déjeme presentarme. Mi nombre es Lucypher del crepúsculo.
--- Ángela... espere, ¿Qué dijo?
Ante la duda de la señorita, el hombre que se presentó como Lucypher del crepúsculo, se llevó la mano a la boca y se sonrió de una forma muy educada.
---Sí, todos ponen esa expresión al escuchar mi nombre, jajaja, tengo que admitir que mi padre no era bueno con los nombres, pero si tenía sentido del humor.
---Discúlpeme no quise parecer maleducada.
Dijo Ángela mientras trataba de ocultar su timidez.
---Mm... podría dejarlo pasar si me permite bailar con usted.
Lucypher del crepúsculo llevó su mano frente a Ángela y le propuso bailar, no era nada malo, no era una propuesta indecente, tan solo un baile, además que el hombre frente a ella parece ser todo un caballero, ¿Qué haría una persona así en esta discoteca? Su presencia no parecer quedar para nada con el ambiente de este lugar, tal vez su fuera uno de esos eventos a donde van famosos del todo el mundo, definitivamente el hombre que se presentó como Lucypher podría quedar bien en esa categoría.
Con algo de duda, Ángela tomó la mano de Lucypher y se desplazaron hasta el centro de la pista de baile.
---Por cierto, aún no me ha dado el placer de escuchar su nombre.
Preguntó Lucypher. A lo que Ángela comenzó con una disculpa.
---Me llamo Ángela, Ángela Beatriz.
---Ángela... Es un hermoso nombre, al igual que tú.
Las mejillas de Ángela se volvieron rojas. ¿Cómo es que puede decirle eso tan fácilmente a una mujer? Sera posible que ese caballeroso hombre realmente es un play boy, ¿se habrá acercado a ella con segunda intenciones? ¿Será que acaso debajo de ese hermoso rostro se esconde un demonio que solo busca acostarse con ella? Si ese fuera el caso, ella no dudaría en rechazarlo, después de todo jamás le entregaría su primera vez a cualquier hombre, solo hay uno en todo el mundo a quien Ángela no dudaría en entregarle todo de ella, su amigo de la infancia y vecino, un simpático joven de nombre Edson.
Pero dejando eso de lado, ella no tenía la intención de llegar a casa hecha un desastre, tampoco subir las escaleras de la adultez, tan solo quería divertirse sanamente con sus amigos, amigos que no están en ninguna parte, eso posiblemente la irritó un poco.
---Se ve que aún eres bastante joven, ¿Qué te circunstancias te llevaron a estar aquí?
---Ju-juro que tengo la edad suficiente para estar aquí. Las circunstancias, las circuncidas fueron, ¡Ah! Mi cumpleaños, justo hoy es mi cumpleaños, vine con acompañada de mis amigos... pero ya no están.
Comenzó muy nerviosa porque pensó que habían descubierto su edad, luego poco a poco se desenvolvió hasta estar nuevamente irritada, que tus amigos te inviten a una fiesta de pronto te abandonen, eso molestaría a quien sea.
---Ahora comprendo un poco la situación, entiendo porque este irritada pero no culpes a tus amigos, yo creo que tuvieron las buenas intenciones al traerte, más bien, es este lugar con el que deberías enojarte, ya que es tan divertido que fácilmente podrías olvidar a todos.
---No se preocupe, también sé que no tuvieron malas intenciones, además, ¿Cómo podría enojarme con este lugar? La música es buena, el ambiente es agradable y sobre todo, puedes encontrar personas como usted.
---Realmente me siento muy alagado por esa palabras, casi y siento que no las merezco.
--- ¿Por qué piensa de esa manera?
---Para serle sincero mis motivos por lo que decidí hablarle no eran del todo puras, tan solo pensé, "hay una hermosa señorita con la cual puedo obtener una invitación a la cama", aunque no lo parezca soy bastante libidinoso, pero eso usted ya lo sabía.
---Sí, me daba la idea. En estos tiempos nadie se acerca a otra persona sin querer algo a cambio.
---Pero he cambiado de parecer, usted más que una compañía pasajera de una noche, podría convertirse en una buena amistad, así es como me siento actualmente.
Ambos asintieron y sonrieron.
El sonido de la música continuaba, los hombres empezaban a retirarse en compañía de alguna camarera a quien habían pagado por placer o una amiga que trajeron con la intención de llevarla de igual manera a la cama, aunque eso ocurría, el salón no dejaba de tener una buena cantidad de personas, unas cuantas parejas bailaban a su alrededor, la iluminación no era tan brillante y tampoco muy oscura, la combinación de colores primarios encendía los corazones de los que aún no decidían si irse o quedarse.
---Así que 18 años, ¿no será peligroso si descubren tu edad y la identificación falsa?
---Hasta ahora nadie lo ha descubierto, además que faltan un par de horas para que la fiesta termine. La única forma que me descubran seria si alguien me delatara.
--- ¿No piensas que yo podría hacerlo?
---Nuestra conversación ha durado como dos horas, no es lo suficiente para conocer a una persona, pero es la suficiente para decir que confío en usted.
Lucypher, sorprendido por tal confesión, dijo.
--- ¿En serio? Si es así, entonces no puedo fallar ante sus expectativas, no se preocupe, de mis labios no saldrá ninguna clase de información que juegue en su contra.
---Jajaja, usted es muy gracioso.
--- ¿En qué sentido?
---Me refiero a su forma de hablar, es muy anticuada, no quiero sonar descortés, pero parece que converso con algún burócrata, vamos, somos algo parecido a amigos ¿Cierto? Hábleme con más confianza.
---...No tiendo hablar sin los modales que se me inculcaron desde pequeño, pero haré una excepción por usted.
Ángela sonrió y Lucypher tosió un par de veces.
---Me será difícil al comienzo espero me disculpe, jajaja.
---No se preocupe. Mm... ¿Puedo hacerle una pregunta?
Ángela ladeó su cabeza para su lado derecho mientras seguía el compás de la música.
---Por su— Diré. Claro, adelante.
--- ¿Qué hace una persona tan distinguida como usted en un lugar como este?
---Ah... claro, usted fue tan amable de responderme la misma pregunta, sería una vergüenza de mi parte no— Diré. Pues, para serle sincero, esta discoteca está bajo mi nombre, en pocas palabras soy el dueño.
---Jajaja, eso fue bastante gracioso, pero en serio...
Ángela guardó silencio al notar que lo que Lucypher había dicho no era ningún tipo de broma o mentira.
Si gritaba de la impresión en estos momentos arruinaría el buen ambiente que hay, las personas voltearían a verlos y serian el centro de atención, no importa si fuera verdad o mentira, si le creían o no, lo único que debía evitarse seria llamar la atención, después de todo ella acaba de entrar a un establecimiento que no permite menores de edad, si la descubren podrían llamar a sus padres y todo sería un caos.
Más bien, la situación en la que se encuentra actualmente tampoco es buena, después de todo acaba de confesar todo frente al mismísimo dueño.
Su rostro se puso azul y lágrimas cayeron de su rostro, la dulce sonrisa que intentaba dibujar sus labios se desmoronaba.
---Por-Por favor perdóneme... no-no-no llame a mis padres.
---Jajaja, no te preocupes.
Lucypher se rio y colocó la palma de su mano derecha en la cabeza de Ángela, quien tragándose sus nervios lo miró a los ojos.
---Somos amigos, ¿no es cierto? Como dueño y buen amigo, lo dejaré pasar, pero solo si prometes regresar cuando ya tengas la edad suficiente.
---Está bien, lo prometo, lo prometo.
Lucypher apartó su mano de la cabeza de Ángela, quien se sintió un poco triste, tal vez quería que esa persona la mimara un poco más.
¿Amor?
Conocer a un hombre maduro que la comprende y la trata como un igual.
¿Podría eso aplacar varios años de un amor platónico?
Ángela no lo entendía, tan solo se dejó llevar por la música, la melodía y el ambiente eran lo suficientemente buenas como para desear que nunca se terminara, un anhelo, un deseo fugaz que se escapa entre los dedos, lo que se convirtió en una simple charla acompañado de un baile casual, eso era el "ahora", ambos bailarines se tomaron de la mano y la cintura, sus miradas se conectaron, era el momento justo para un beso, uno inolvidable.
Eso la ingenua señorita creyó.
---Ya van hacer las 4 será mejor que pase a retirarme. Lo lamento.
---Oh, no se preocupe, yo también debo alistarme para buscar a mis amigos.
---Déjeme decirle que fue muy agradable su compañía.
---Lo mismo digo, me encantó bailar con usted, es una pena que ya se retire, pero no se puede hacer nada.
Parecía que se estaban despidiendo, pero ninguno se atrevía a soltar la mano del otro. Esta noche, en cierta discoteca, ambos encontraron a una persona tan agradable que difícilmente quisieran dejar ir, pero el tiempo no era virtud que les permitiría estar más tiempo juntos.
---Sabes, me gustas mucho.
Ángela al escuchar esas palabras se sonrojó, podría ser que yo de hace unas horas, habría optado por mirar la mayólica del suelo o cualquier otro lado, pero la de ahora es diferente, ella no lo entendía pero en serio se sentía diferente, puesto que no aparto la mirada, sino más bien, miró directamente a los ojos rojos como la sangre, de Lucypher.
---Porque eres la única que hasta ahora no ha visto mis piernas.
Algo raro fue mencionado, lo cual no fue rápidamente entendido por Ángela, ¿sus piernas tenían algo de malo? A decir verdad tenia razón, hasta ahora, desde que él se acercó para entablar una conversación, jamás lo había visto directamente a las piernas, ¿tan extrañas eran?, inconscientemente, bajo estas dudas; Ángela descendió su mentón, su mirada lentamente se alejaba del rostro de aquel hombre.
De su rostro a su cuello, el traje negro que llevaba era uno que a simple vista llamarías "caro" o "de alto costo monetario", como quieras decirlo.
Entonces a medida que descendía su mirada una extraña sensación empezó a recorrer su cuerpo, ¿Qué era? ¿Era miedo? Con lo único que podrías describir esta sensación es como cuando un automóvil va a toda velocidad en tu dirección, no hay forma de evitar, no hay forma de esquivarlo, solo la muerte queda gravada en el cuerpo, ese sería el tipo de sensación que tiene Ángela en estos momentos, una parte de ella le pidió que lo dejara, que no es necesario saberlo.
Pero la curiosidad es una de las grandes tentaciones, que el hombre no puedo evadir, ya que como es natural, es atraída como abeja a la miel.
Los ojos azules claros Ángela se abrieron como dos grandes platos.
¿Qué fue lo que se encontró?
El rostro de Ángela se volvió azul y sudor frío empezó a recorrer sus mejillas.
¿Qué fue lo que no debía ver?
Lágrimas se formaron en sus ojos y su cuerpo no dejó de temblar.
¿Era tan horrible lo que ella vio?
Exactamente no se sabe, después de todo, a través de las cámaras de seguridad, solamente se podía apreciar a una señorita de cabello rubio estar quieta en medio de la pista de baile.
Si le preguntaran a los que están a cargo de vigilar las cámaras de seguridad, a lo mejor responderían con un "solo se veía a una señorita bailar como dos horas en total soledad" "Trabajo en esto desde años, así que no es un error, esa niña bailaba con la nada" "A lo mejor estaba practicando, y si no es eso, a lo mejor estaba loca" eso era obvio, ya que para ellos, y los que bailaban alrededor de Ángela, solo la veían a ella bailar sola, no había ninguna pareja parado frente a ella.
Lo que ella observó con sus propios ojos azules fueron en vez de un par de piernas, unas pata de toro, o eran las de un caballo, no se podía saber con exactitud, pero lo único que importaba era que no eran humanas, ese par de piernas no eran las de un ser humano.
Su vista retomó en dirección al rostro, pero también había cambiado, ya no era el mismo señor con un rostro bien parecido, era la de un demonio de ojos carmesí, sus labios rajados y cubiertos de sangre se movieron ligeramente.
---Así que las vistes... muy mal. En serio me caías bien.
En el momento que Ángela quiso gritar del horror su cuello fue sujetado por el demonio frente a ella, tenía tanta fuerza en un solo brazo que la alejó del suelo mayólicado. El miedo empezó a no solo recorrer su cuerpo sino también su alma, no podía gritar, no podía pedir ayuda, solo observar como el demonio frente a sus ojos la miraba.
---Por esa razón quise irme antes que las descubrieras. Bueno, no hay de otra, te convertirás en mi comida de hoy.
Con esto dicho, las luces se fueron en toda la discoteca, aunque solo fue por unos segundos, para cuando regreso al iluminación, la señorita de cabello rubio y ojos azules, que hoy cumplía 18 años, quien inocentemente fue traída a este lugar por sus amigos... desapareció.
**********
Una misteriosa puerta secreta que unía el sótano de la discoteca "El botija", con algún lugar no identificado por el hombre; fue abierta.
Quien pareció de esa puerta fue una mujer de largo cabello blanco y ojos rojos, llevaba puesto un traje de licra bastante sensual, el sex-appeal de esta mujer es la suficiente como para que varios casados se divorciaran de sus esposas solo por una noche de pasión con esta dama.
Sin dejar de lado sus delicadas facciones, tomemos en cuenta su sexy clavícula, sus enormes pechos, la silueta de su delgada cintura y su proporcionado trasero, sus delgadas y largas piernas son un comodín a su belleza.
--- ¿Todavía no terminas de comer? Eso es bastante raro en ti, Lucy.
---Oh, Cerberos. Ah, es que me encariñe con esta mujer, por un momento pensé en dejarla ir, pero—
Lucypher respondía a la pregunta de la mujer de nombre Cerberos, mientras se abría paso entre las tripas de Ángela, quien obviamente ya se encontraba muerta desde hace varias horas.
Las causas de su muerte podrían ser desconocidas sino fueran analizadas por un forense, quien a simple vista diría, "su cuello fue roto al ser estrangulada con una potente fuerza sobre-humana. Luego abrieron su cráneo para comerse su cerebro y después abrieron su estómago con las uñas.
---Ya, ya, como digas. Tenemos otro informe.
--- ¿Qué pasó ahora? ¿Mi padre mandó a otro de sus ángeles para destruir los establecimientos privados?
Cerberos negó con la cabeza.
---No, el informe es sobre las nuevas bajas que están habiendo en nuestro ejército.
Al escuchar eso, Lucypher dejó de masticar las tripas.
--- ¿Cómo dices...? ¿Bajas? ¿En mi ejército?
--- No hay señales de poder sagrado, así que la idea de que estamos siendo atacados por Padre, queda anulada.
Lucypher, enojado enterró sus dedos en el pecho de Ángela, justo en la zona del corazón.
--- ¿No es plan de mi padre? Entonces...
Sus dedos de su mano derecha atraparon el corazón y lo extrajeron con odio.
--- ¿¡Quién demonios puede matar un demonio sin poder sagrado!? ¡Dímelo!
El ambiente en la habitación era turbio y pesado, alguien que no está acostumbrado a la presión, podría fácilmente morir de solo estar presente, además, quién podría pararse justo delante del mismísimo rey del infierno, Lucypher del crepúsculo.
La mujer de nombre cerberos, dijo sin un ápice de emoción en su rostro.
---Según los pocos demonios que han logrado verlo y sobrevivido, dicen que es un monstruo con apariencia humana, largo cabello negro y ojos verdes, la cual ronda por la ciudad de noche.
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