Dos existencias dentro de una sola alma

[Ella... la señorita Eva Heinrich, puede ganar, estoy seguro]


Estas fueron los inocentes pensamientos de un joven de cabello y ojos rojizos como el fuego, quien observaba el combate entre, la heroína 067, representante de JUDAIS, y los tres guardianes del Rey, semidioses que están a un nivel superior que el de los humanos. Hasta el momento el joven de cabello y ojos rojizos, de nombre Dass Fell, veía todo bien reñido, era obvio que por un momento se preocupó, ya que esos tres semidioses, muy aparte de sus armaduras también poseían armas celestiales, cualquiera pensaría que todo esto era una vil trampa, un juego arreglado para que la heroína perdiera, pero... después de ver ese intercambio de habilidades, aún cuando eran tres versus uno, aún cuando eran semidioses versus un humano, aún cuando un lado era beneficiado por los mismos dioses, pensó que, a pesar de tener todo en contra, ella, la hermosa mujer de cabello plateado y ojos amatistas, podría ganar, podría con cualquier adversidad que se cruzara en su camino, que se levantaría las veces que fueran necesarias para poder ganar contra sus maestros, para obtener su libertar, para poder viajar alrededor de mundo, su sed de conocimiento era tan fuerte que este reino no podría retenerla por mucho tiempo.


Fueron algunos segundos, pero por la mente de Dass Fell pasó una escena algo vergonzosa, en esa ilusión que tuvo, él, presentaba a Eva Heinrich a sus padres y hermana menor, iniciando así su compromiso para después casarse— la ilusión culmino y su mente fue traída a la realidad.


---Te lo dije... que apretaras esos... ¡¡Dientes!!


Todos los movimientos, que parecían haberse planeado desde el comienzo, fueron superados por esos tres semidioses, uno la atrajo en la trampa que ella había provocado, [Canis], el otro asistió ralentizando al enemigo, [Casiopeo] y finalmente, [Orión], quien cargó la energía solar en su cuerpo a través de su hacha dorada, espero pacientemente hasta que el momento indicado llegara, movió todo su cuerpo a una velocidad que no te dejaría reaccionar por ningún motivo a tiempo, sus pies se agarraron del suelo con tal fuerza que rompió el suelo, su puño derecho dibujó una línea transparente a través del aire, e impacto sin ningún ápice de duda, en el rostro de Eva Heinrich.


La brutalidad del golpe desfiguró su rostro por un momento, sus dientes se separaron de sus encías, su conciencia la abandonó por instantes al impactar contra el suelo, un pitido era lo único que podía oír, su cuerpo le pesaba, todo a su alrededor era borroso, la sangre que se desbordaba de su boca, hacia su garganta, no la dejaba respirar.


Todo esto fue visto por los espectadores, quienes al principio seguían gritando y saltando para seguir presenciando este feroz combate, pero como era de esperar, no paso mucho para que todos esos gritos, se silenciaran, esos saltos, cesaran...


Después de todo lo que presenciaban no era un combate sino un abuso, esos tres semidioses golpeaban a su contrincante sin quiera darle chance de rendirse.


La golpeaban una y otra. La pateaban una y otra vez.


[Al-Alto... deténganse... no sigan... por favor... la están matando...]


Su ceño fruncido, su respiración pesada, sus ojos rojos ardiendo de la ira. Cada parte de su ser quería gritar que se detuvieran, que dejaran de golpear tan brutalmente a Eva Heinrich, pero él no podía hacerlo, no tenía el derecho, tal vez la conoció hace unas cuantas horas, así que no podría saber cómo es ella en realidad, su personalidad, gustos o sueños, Dass Fell no conocía nada de ella, pero de algo si estaba seguro, y eso es que ella jamás admitiría la derrota. Canis, Orión y Casiopeo, al haberla cuidado e instruido por dos años, sabían muy bien eso, por esa razón quieren dejarla inconsciente antes que el daño hecho a su cuerpo sea irreversible, aunque eso les haga quedar como los malos, ellos quieren terminar con el sufrimiento de su estudiante.


No paso mucho para que esos golpes que podrían matar a un oso se detuvieran.


Eva Heinrich cayó en el deformado suelo.


Todo su cuerpo se encontraba cubierto por sangre, su ojo izquierdo estaba tan hinchado que no podría abrirlo en un mes y de sus 32 dientes, tan solo colgaba uno, su cabeza y varias partes de su cuerpo, muy aparte de los moretones, también poseía cortes, no lo suficientemente profundas para lastimar los órganos, pero si para debilitarla por la falta de sangre, la mayoría de sus huesos rotos, a tal nivel que si este fuera el otro mundo, en donde no existe la magia y todo se rige por los avances tecnológicos, estas lesiones serian consideraras aun para los mejores doctores del mundo como "irreversible", pero para este mundo, en donde las personas podrían recuperar algunas extremidades perdidas con solo un conjuro, podría catalogarse como "corregible".


La mayoría de los espectadores entraron en pánico pensando que la Heroína 067, representante de su reino y futura salvadora de la humanidad, habría muerto... los niños empezaron a sollozar, los adultos se cubrían sus rostros, pero solo hubo uno que no se atrevió apartar la mirada, sus ojos rojos seguían fijos en su futura prometida, un sentimiento de rabia empezó a recorrer su pecho, fue en ese momento cuando el Rey David, se levantó de su trono, caminó un par de pasos, luego de detenerse habló.


---Eva Heinrich, ¿te rindes? Espero que tu respuesta sea un "si", ya es demostrado tu valía frente a todos, sabemos lo fuerte que eres, creo que ya es momento que dejes ese orgullo que tienes y—


---No...No me jodas...


Cortando las palabras del Rey David, Eva Heinrich, aún cuando se encuentra al borde de la muerte, aún cuando apenas tiene un solo diente colgando en su boca... aún con todo el cuerpo machacado, se las arregló para dar su respuesta inminente, "no me jodas", era lo único que necesitaba decir para expresar todo lo que sentía por dentro.


La multitud, las personas que son parte de este reino de JUDAIS, descendientes de hércules, quienes aman las peleas, se sintieron por primera vez perturbados en su vida, hasta ahora los combates que se llevaron a cabo en este coliseo, fueron valientes batallas por el honor... ¿Dónde hay honor en todo esto? Exacto, todos sabían que no lo había, para empezar ¿Tres, versus, uno? ¿Armaduras y armas celestiales? Era obvio que todo era una trampa, ¿Por qué no se dieron mucho antes? Más bien, ¿Quién era el cobarde que estaba detrás de todo esto? ¿Quién lanzaría años de tradición por la borda? Todos lo iban pensando mientras inconscientemente dirigían su radio de visión hacia la misma dirección, hacia aquel hombre con una corona en la cabeza, a quien parecía explotar de la ira en cualquier comento, pero seguía con su expresión gélida en el rostro.


---Continúen.


Fue con lo único que respondió el Rey David. Instantáneamente los tres hermanos, los tres guardianes, los hijos del espacio y las estrellas, arrojaron su honor a la basura y...


---Aaaaaaah.... ¡¡Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!


Casiopeo atravesó el brazo derecho de Eva Heinrich con su espada de doble filo "El que corta el destino. El que corta tiempo", el ojo derecho de Eva se abrió lo máximo que se podía.


Canis atravesó el brazo izquierdo con su lanza dorada "El camino trazado por Dios", el cuerpo entero de Eva se estremeció con un dolor que jamás había sentido en su vida, parecía que todo su cuerpo ardía, pero no hubo fuego por ninguna parte.


Orión pisó las piernas de Eva, fracturándolas, y ofreció reposo a su hacha, sobre el pecho de la misma, de por si el peso del hacha era lo suficiente para partir a la mitad a Eva Heinrich, pero Orión ejerció un poco de fuerza para evitar que eso ocurra.


Las tres armas celestiales, forjadas por el mismo Hefestos, armas lo suficientemente poderosas para destruir a cualquier demonio de clase S, hasta podrías decir que podrías obtener el cielo para sí mismo con una docena de estar mortales armas, y justamente por esta propiedad de ser forjadas en el cielo, el material provoca un dolor inimaginable a la víctima de su filo, razón por la cual.


Eva Heinrich no pudo contenerse, había soportado todos los golpes y patadas que sus maestros le proporcionaron, los huesos rotos y moretones, soportó todo... pero este dolor era diferente, no podía evitar gritar con todas su fuerzas, ella gritó y siguió gritando, era raro que sangre no salía de las heridas de las armas celestiales, pero el simple hecho que el metal seguía dentro de su propia carne, provocaba el peor dolor de su vida y esto era porque, el acero del cielo era veneno para los humanos.


Y ¿Por qué eso no les afecta a estos tres hermanos? Pues la respuesta era porque no eran humanos al 100%, tan solo un 50%, el otro cincuenta era su lado inmortal, la sangre de Dios que corría por sus venas era lo que permitía que ellos pudieran usar estas armas.


---¡¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!


El dolor que Eva sentía ahora, era lo suficiente para rogar morir. Y eso mismo era lo que Eva pensaba, su mente ya había sido afectada por el dolor, a tal extremo que ya no le importaba nada, tan solo quería morir, morir de una buena vez.


[¿Para qué seguir con este sufrimiento? ¿Para qué seguir soportándolo? ¿Por qué estoy aquí en primer lugar? ¿Qué es lo que quería? ¿Por qué simplemente no me matan? ¿Por qué no me matan? Quiero morir, morir, morir, morir, morir.... Ya mátenme]


[Vaya, vaya... así que aquí es donde estabas]


En ese momento en que su alma era rodeada en una neblina de locura que solo le rogaba morir, la voz de una niña que él, Adán Kraus; conocía, apareció en su mente, la voz de una niña inexpresiva que el prometió proteger. Verónica, había evitado a las justas que su alma se consuma en la locura.


Esto se podría decir que era una suerte y un completo alivio, cierto, para la persona en cuestión que fue salvada, debería ser lo suficiente para sonreír desde el fondo de su corazón, pero no fue en este caso, en primer lugar, Verónica no es de este mundo, una niña de cabello castaño amarrado con dos coletas, y un par de ojos de color verde, su madre está hospitalizada y su padre fue asesinado, deseada por una oscura organización por su extraña particularidad, una niña prodigio capaz de acceder a la sinapsis cerebral del ser humano.


---¿Ve-Verónica? ¿Qué haces aquí...?


Ya no había dolor pero se sentía muy débil hasta para hablar. Aun cuando reunió todas sus fuerzas, sólo llegó a vocalizar esas dos preguntas, que eran como susurros que se perdían en el viento y no llegaban a nadie.


[Pues como decirlo, después de todos esos aplausos y gemidos que salieron del otro cuarto, me dio curiosidad de saber que era... cuando entré a ese cuarto solo te vi a ti abrazado de una hermosa mujer de cabello rosado, por un momento pensé que era tu novia pero... ambos comparten el mismo código genético, lo que me llevó a la conclusión que lo que se acaba de cometer es un vil acto de incesto. Eres algo repugnante, no sé cómo llegué a pensar que eras alguien de confianza]


---Se dice de nada...maldita mocosa malagradecida. No olvides quien te salvó. Además que aún no has dicho cómo llegaste a este mundo.


[Lo sé, por esa razón estoy aquí. Si, continuando con lo que decía. Realmente das asco, no, eso no. Cuando estuve a punto de retirarme de esa habitación, sentí como una parte de ti se desprendía de tu cuerpo, pensé por un momento que habrías muerto, lo cual hubiera sido lo mejor para el mundo]


---Oe...


[Pero lamentablemente seguías respirando, así que al acercarme para cerciorarme de que era eso que se desprendió de tu cuerpo, descubrí que tu cuerpo tan solo era un cascarón vacío, la información en tu cerebro que te constituye a ti como ser humano, en pocas palabras tu alma, había desaparecido]


---Eso no explica... qué haces aquí... okey olvídalo, pronto estaré muerto.


[Ciertamente dije que sería lo mejor para el mundo, pero no para mí, después de todo perdería a mi mayor benefactor, en pocas palabras me quedaría sin casa y comida, por ende no te puedo dejar morir, además, ¿Aún no te has dado cuenta?]


--- ¿De qué...?


Fue cuando Verónica lo mencionó que Eva Heinrich se percató de lo que ocurría a su alrededor, la plataforma destruida, sus maestros, los espectadores, los ministros y hasta el mismísimo Rey, todo había desaparecido, dejando solo un espacio en blanco que se extendía hasta más allá donde la vista podía apreciar.


--- ¿Un tiempo suspendido...?


[Exacto, justo ahora estamos en un tiempo suspendido, fuera de la realidad, pero no durará mucho, así que seré breve a partir de ahora]


De la nada, la figura de una niña apareció frente a Eva Heinrich quien seguir recostada, en lo que se podría decir el suelo. Hasta ahora pensaba que todo era producto de su imaginación puesto que estaba a punto de morir, pero al verla y casi sentirla, fue lo que le llevó considerar las cosas que acaba de escuchar.


"Maldita sea, se me olvido que esta niña estaba en mi cuarto, fue testigo de los hechos horribles y vergonzosos que hice, creo que estoy considerando mi muerte... espera, a esta mocosa no parece afectarle en nada, así que pensemos que no sabe nada sobre el sexo, si hagamos eso"


Fue lo que pensó Eva Heinrich.


[*Suspiro* Déjame decirte que en este espacio suspendido puedo escuchar hasta lo que piensas, y sí, tengo conocimiento sobre esas cosas, incestuoso enfermo]


---Lo reconsidero, déjame morir. ¡Déjame morir!


[Como para explicar cómo es que llegué aquí, tan solo diré que seguí el rastro de información que tu alma dejó, fue bastante simple para mí, pero en serio me sorprende que exista este otro mundo, la cantidad de información que hay a los alrededores es prácticamente ilimitada, ni yo en toda mi vida podría recopilarlo, aunque aún me sigue pareciendo algo extraño, según las leyes principales que se integraron a mi memoria apenas crucé a este lado, sería imposible que un agente externo como yo pueda ingresar, es como si... algo o alguien que llegó antes de mi, rompiera el balance de este mundo]


---No entiendo que estas parloteando... pero será mejor que regreses puedo sentir que el dolor está volviendo.


[Bueno, creo que te lo explicaré más adelante, por el momento. Adán Kraus, muy aparte que eres un enfermo incestuoso que finge ser cool, y tienes estos extraños fetiches por aparentar tener el cuerpo de una chica, eres la persona que me salvó, un benefactor a quien le debo la vida, así que te ayudare en este problema en el que estás, ¿estás de acuerdo?]


---En que se supone que podrías ayudarme... a rendirme.


[Eso fue gracioso, pero no. Voy a ayudarte, primero voy a curar tu cuerpo y luego voy a interferir con la información en tu alma, básicamente voy a integrarme de tal manera que dos presencias puedan convivir en una sola alma, esto podría ayudarte a usar dos de tus habilidades al mismo tiempo, yo sería algo así como un intermediario, esto podría causar una gran carga sobre ti, pero eso no será problema, después de todo, yo estoy a—]


---Okey ya entendí. Sea lo que sea que estabas por decir, no lo digas, tengo un mal presentimiento.


[Entendido. Lo cambiare por una duda que estoy teniendo, para poder coexistir en este mundo y estar enlazada con tu alma necesitare algo como un cuerpo...]


---Y lo dices ahora...


[Eso. Eso que tienes en tu mano derecha será suficiente]


Eva Heinrich giró su cabeza hacia su lado derecho lentamente, cuando su ojo derecho, que era el único con el que podía ver; se fijó en su brazo derecho, lo primero que reconoció fue "aquello" que sujetaba con tanto ahínco, una espada rota que apenas mantenía su filo. Eva sonrió al ver que nunca soltó a su compañero.


[Lo utilizare para manifestarme, espero que no te moleste—]


---Oe, mocosa... te encargo a mi compañero.


[Entendido...]


Fue ahí cuando el tiempo sostenido llegó a su fin.


La mente de Eva Heinrich regresó a su cuerpo. No habían transcurrido ni un minuto desde que atravesaron sus brazos, y cortaron su pecho levemente, con armas celestiales, por esa razón que los tres semidioses, que no fueron testigos de la conversación entre Verónica y Eva; se sorprendieron al ver el cuerpo de Eva Heinrich, ser rodeada por extraños códigos de color carmesí, estos eran códigos binarios propios de Verónica, precisamente hablando, parte de su consciencia se estaba transfiriendo a la espada rota, que Eva sujetaba en su mano derecha.


Una fuerte corriente de viento, que se provocó cuando la consciencia de Verónica y la espada rota se unieron, hizo que por reflejo los tres guardianes tomaran distancia.


[<Enlace completado>]


Dijo Verónica con su típica voz desganada. La voz obviamente sólo podía ser escuchada por Eva, puesto que se comunicaban mentalmente, esto era posible porque ahora eran dos existencias dentro de una sola alma.


La espada rota regresó a estar completa, era rodeada por una extraña luz carmesí que lo hacía aparentar ser más amenazante, como si tuviera vida propia, gritando a través de su filo, "caerán bajo este filo, inmundos semidioses", pocos segundos pasaron, un silencio profundo se apoderó del coliseo hasta que Eva decidió ponerse pie, prácticamente sus piernas estaban rotas pero—


[<Acceso a los sistemas regenerativos> <Analizando daño> <Daño analizado> <Comenzado con la regeneración celular>]


El tono de voz de Verónica se asemejaba más y más a la de un programa de computadora, pero eso no importaba ahora, para Eva, lo único importante es ponerse de pie y seguir peleando, este combate debe culminar con una victoria suya, definitivamente, después de todo nunca hubo otra opción.


Los huesos de su cuerpo empezaron a regresar a la normalidad, pero eso no significó que no hubo dolor, cada hueso al volver a su sitio crujía con una agresividad, los sonidos de estos perturbaron la mente de los tres guardianes del reino, ante sus ojos veían como su estudiante, la heroína 067, la cual no podía usar magia, ahora estaba recuperándose a una velocidad impresionante. Los tejidos de sus músculos, se regeneraban aún más rápido. La piel cortada también sanaba.


[<Regeneración celular terminada>]


No pasó ni dos minutos y Eva Heinrich se ya encontraba al 100%, las heridas mortales y moretones alrededor de su cuerpo desaparecieron por completo, tan solo dejando huellas superficiales de una golpiza, por ejemplo, aunque su cuerpo no tenga ninguna herida, su piel aún está con algo de polvo y su armadura azabache desgastada, la habilidad <Resistencia infinita> desapareció, solo quedaba rastros de un protector de hombro y pecho, prácticamente ahora se encontraba en ropa interior, mostraba su blanca piel a los espectadores, quienes quedaron impresionados por la rápida curación de Eva... aunque hubo uno entre miles de personas que solo se concentraba en lo hermosa que Eva se veía, su cabello rojo era agitado por el viento y sus ojos carmesí no dejaban de verla, Dass Fell fue aplastado por una sensación tan dulce que provocaba cosquillas en su estómago.


[Es imposible... a menos que haya usado una habilidad sobre sí misma... pero... esta sensación es diferente, esta no es una habilidad de ella... ¿¡PERO QUE DEMONIOS ACABA DE OCURRIR!?]


Con una expresión incrédula en su rostro, el Rey David pensó mientras aún no se creía lo que sus ojos vieron. Al igual que él, los tres guardianes, Orión, Canis y Casiopeo, tampoco podían confiar en la información que sus ojos transmitieron a su cerebro.


Fácilmente podrían pensar que Eva Heinrich usó su habilidad de <Creación> pero, la forma en que se desarrolló la habilidad era diferente, por ejemplo, "¿Qué eran esos extraños símbolos que se extendieron por todo su cuerpo?", era una de las incógnitas que no podían resolver, la conocían por dos años, también fueron testigos cuando creaba una habilidad de curación, pero jamás habían aparecido esos extraños códigos, era obvio en parte que no supieran, después de todo, este mundo se rige por la magia y los códigos binarios pertenecen a otro mundo, uno en donde todo es regido por los avances tecnológicos.


--- ¿Me escuchas? Mocosa.


[Fuerte y claro]


---Hace un rato mencionaste sobre la probabilidad de por usar dos habilidades al mismo tiempo, ¿cierto? Dime, es posible.


[Posible. Justo ahora puedes pelear usando dos habilidades simultáneamente, pero solo por un corto periodo de tiempo, el tiempo se termina cuando la espada vuelva a su estado original, antes del enlace]


La enorme nube cubrió el sol en su totalidad, todo el coliseo se cubrió en oscuridad.


Dos ojos amatistas y una espada cubierta por un aura carmesí, era lo único que resaltaba en toda esta oscuridad y nube de polvo. Para los tres guardianes, expertos en combates sin visibilidad, era más que suficiente, no entendieron que eran esos extraños códigos pero no era necesario profundizar, después de todo lo único que debían hacer era hacerla morder el polvo una vez más, así que, teniendo eso en cuenta, sacudieron sus cabezas, alejaron toda duda de su mente y se prepararon para volver a atacar.


Aunque antes que pudieran correr en dirección a Eva Heinrich, esta les sonrió de una manera muy macabra.


---Jajaja... Excelente.


Fue un tiempo mínimo, esa sonrisa que los mantuvo quietos por menos de un segundo, desapareció de repente, sin poder reaccionar quedaron atrapados en la habilidad <Campo de gravedad>, sus cuerpo fueron castigados por una gravedad aumentada cien veces, cayeron sobre sus rodillas mientras se criticaron a sí mismo por caer en la misma habilidad por segunda vez, pero no había nada que temer, para que Eva pueda atacar de tal forma que pueda atravesar sus cuerpo o armaduras, primero tendría que cancelar su habilidad de gravedad para crear otra, en ese caso, se recuperación en el acto y contratacarían...


Obvio es que ese pensamiento no estaba equivocado, la conocían por dos años después de todo, pero justo ahora ella habría pasado por un pequeño cambio, y eso era lo que ellos no esperaron, cuando vieron a Eva correr hacia ellos con la intención de patear a uno, se prepararon para contestar en el instante que el <campo de gravedad> desaparezca, aunque eso nunca ocurrió, el <campo de gravedad> jamás desapareció, Eva Heinrich pateó en el estómago a Casiopeo, quien poseía la espada de doble filo "El que corta el destino. EL que corta el tiempo", bendecida por el titán del tiempo, Cronos.


Casiopeo por un momento pensó que al mínimo descuido atraparía esa pierna derecha y la rompería en el acto, pero el dolor que es extendió de su estómago hacia cada parte de su musculoso cuerpo, lo sacó de sus pensamiento, su mente se puso en blanco y no supo qué ocurrió, ciertamente el <Campo de gravedad> seguía activa, lo que significaría que la patada de una señorita de 16 años no debería ni hacerle cosquillas, pero...


Contrario a sus expectativas, la patada de Eva Heinrich poseía la fuerza descomunal de <Fuerza extrema>, la armadura dorada que protegía su cuerpo, más exactamente justo la zona que protegía su estómago, se deformó violentamente, el ardor en su estómago, era como si se hubiera tragado una bola de acero caliente, por primera vez en su larga vida, sintió un dolor tan agonizante, la sangre empezó a salir de su boca, su cuerpo se dobló y salió volando por los aires.


Como era de esperar, la fuerza de la gravedad lo atrajo a tierra a una velocidad que el sonido se tardó en perseguir, cayendo al suelo como si fuera la bala de un cañón, Lo que una vez fue una plataforma de combate, se deformó aún más. El cuerpo entero de Casiopeo fue sacudido por el intenso dolor, su hombro parecía haberse luxado al caer, pero no había tiempo para quejarse, así que trató de levantarse por las rápido posible, aunque antes que siquiera lo intentase, Eva pateó su rostro con tanta fuera que su cabeza fue aplastada contra el suelo, obviamente no murió, y eso no era por la resistencia de su cabeza, sino que la hermosa mujer de cabello plateado nunca tuvo la intención de matarlo... tal vez sí un poco.


Al ver como su hermano sufrió un inmenso daño por esa patada, Canis y Orión no dudaron ni un segundo en usar todas las fuerzas que tenían para poder salir del campo de gravedad, una vez fuera, tomaron distancia en diferentes puntos cardinales, Canis tomó el lado norte y Orión el este.


---Así que esto es un arma hecha por un Dios.


[Alto. Esta arma, es diferente, no la toques]


---Obvio que es diferente, fue hecho por un Dios, en el reino celestial.


[Disculpa, aún cuando tengo los recuerdos de tu memoria, soy algo ignorante en este tema sobre dioses. A lo que me refiero es que no es apta para ser empuñada por un humano, ósea tú]


--- *Suspiro* Ósea que no puedo ni tocar esta espada, que gran desperdicio de tiempo.


[No puedes tocarla porque eres humano. Así que lo más razonable sería crear una habilidad que te haga aparentar que no lo eres]


---Eso sería complicado, después de todo tengo que fundamentar las bases de una habilidad antes de—


[No hay problema, yo te daré las bases, tan solo necesito que ingieras la sangre y carne de ese hombre. Si, con medio litro de sangre y cien gramos de carne será suficiente]


--- ¿En serio? Bueno, no pues probemos entonces.


Eva Heinrich se arrodilló a un costado de Casiopeo y con sus delgadas manos retiró el protector de hombro derecho, cuando el hombro fue descubierto Eva llevó su boca a una zona entre el hombro y el cuello, sus dientes tocaron la piel... y entonces, como si fuera alguna clase de demonio incrustó sus dientes, todos los espectadores, los ministros, el Rey David y los dos hermanos, Canis y Orión, se mostraron estupefactos, ¿Qué era lo que estaban viendo? ¿Se lo estaba comiendo en serio? Los labios de Eva se mancharon con la sangre de Casiopeo, y entre sus dientes se encontraba en proceso de trituración, la carne del mismo.


  • Xで共有
  • Facebookで共有
  • はてなブックマークでブックマーク

作者を応援しよう!

ハートをクリックで、簡単に応援の気持ちを伝えられます。(ログインが必要です)

応援したユーザー

応援すると応援コメントも書けます

新規登録で充実の読書を

マイページ
読書の状況から作品を自動で分類して簡単に管理できる
小説の未読話数がひと目でわかり前回の続きから読める
フォローしたユーザーの活動を追える
通知
小説の更新や作者の新作の情報を受け取れる
閲覧履歴
以前読んだ小説が一覧で見つけやすい
新規ユーザー登録無料

アカウントをお持ちの方はログイン

カクヨムで可能な読書体験をくわしく知る