[Sábado 11 de abril del 2020 <04:10 am>]

Jadeos incesantes resonaban por las calles vacías de la ciudad, bajo la oscuridad de la noche, un hombre que rodea los treinta años corría desesperadamente después de haber presenciado el mismísimo terror, en sus ojos café oscuros, el infierno mismo se repetía sin intensión de detenerse.

Ocurrió apenas hace unos quince minutos, se encontraba junto con sus otros cinco compañeros dentro de un callejón después de haberle robado sus pertenencias a un grupo de jóvenes que salían de una discoteca, ser repartían el dinero y celulares por igualdad, y a juzgar por las sonrisas en sus caras, el botín de la noche fue tan jugosa que hasta podrían irse a sus casas, pero no antes de unas cervezas heladas.

Cuando ya se encontraban por partir, los pasos firmes de una séptima persona llamó su atención, los seis delincuentes simultáneamente giraron sus caras para observar al joven parado en la entrada.

Vestía un chaleco de cuero negro, un jean slim del mismo color, unas botas que casi llegaban a sus rodillas, un liso cabello azabache que se movía de acuerdo al viento de la madrugada, el color purpura de sus ojos eran tan intensos que cegaban y la retorcida sonrisa daba a entender que no venía en buenos términos.

---¿No crees que es un poco tarde para que estés fuera de casa?, mocoso.

Dijo uno de los seis delincuentes, devolviéndole la misma sonrisa retorcida.

---Ustedes, apuñalaron a sangre fría a uno de esos jóvenes que salían de aquella discoteca, ¿verdad?

---Así que, nos estabas espiando maldito moco—

Casi como un susurro que se llevó el viento, el cual no llegó ha oídos de nadie más, las palabras que salieron de la boca del joven fueron "Creación: <Expansión>", a los pocos segundos, la cabeza del hombre, que había entablado primero una conversación con él; explotó en mil pedazos, la sangre salió a borbotones sin intensión de detenerse, roseando a los cinco hombres que se encontraban con expresiones estupefactas en sus caras.

Las paredes, el piso, sus propios cuerpos, todo estaba manchado con la sangre de su compañero que conocían de años.

Dos despertaron del trance, y como si fueran monstruos enojados, corrieron hacia el joven mientras deslizaban sus manos a la parte trasera de su cintura para alcanzar las pistolas que tenían ocultas, pero ni siquiera llegaron tocar el mango, sus cuerpos se suspendieron en el aire y antes de saber lo que estaba pasando, sus cuerpos chocaron contra la pared del costado izquierdo, con tal fuerza que sus huesos crujieron hasta romperse, sus órganos explotaron por la presión.

Muerte instantánea.

---No tuvieron piedad y no dudaron en matar a alguien, jajaja, ustedes en verdad me caen bien, son igual a mí.

El joven caminó lentamente en dirección hacia los tres delincuentes que aún seguían en trance, 'como es que a uno le exploto la cabeza y los otros dos fueron machacados contra la pared', no había una respuesta coherente hacia estos extraños sucesos, en cuestión de un parpadeo todo el callejón estaba bañado en sangre carmesí, cuando levantaron la mirada, el joven ya se encontraba a un metro de distancia.

Ante sus ojos, creían ver a un demonio, las luces purpuras de sus ojos, consumía sus almas en un terror inimaginable.

---Creación: <Fuerza extrema>

Rápidamente sujeto a uno del cuello, la voz ahogada salió de su boca, sus pupilas se contrajeron mientras trataba de liberarse del agarre en su cuello, pero la fuerza era irracional, la uñas se habían separado de la piel al tratar de arañarlo, su corazón se aceleró, la desesperación lo inundo, su boca se abría y cerraba tratando de respirar, la sensación de asfixia lo iba a volver loco.

Uno de los delincuentes trato de golpear al joven mientras que el otro se abrió camino hacia la calle principal, corrió sin ni si quiera pensar en sus compañeros que aun vivían, solo pensaba en salvar su vida, apretó sus puños, cerró los ojos, e ignoro los gritos de desesperación.

En el caso del que trató ir a la ofensiva, recibió una pata en el pecho, lo cual reventó sus pulmones antes de convertirse en un tomate aplastado contra la pared del lado derecho, que era tan gruesa como el tronco de un árbol, las grietas en la pared resonaron en el oscuro callejón.

---oh, ¿ya se murió?, no es nada divertido.

Cuando noto que el hombre en su mano derecha había dejado de respirar, le rompió el cuello antes de soltarlo, el cadáver cayó al suelo haciendo un sonido seco.

---Parece que uno se me escapo.

***

Las piernas le temblaban, pesaban como si tuviera plomo alrededor de los tobillos, el sudor que caía de su frente parecía ahogarlo, no importaba cuando corriera aun podía sentir aquel joven persiguiéndolo, no importa cuando gritara por ayuda nadie podía escucharlo, nadie saldría a salvarlo, y él sabía muy bien la respuesta, no solo era porque eran altas horas de la noche, sino el innegable hecho que él era un 'criminal', no merecía la ayuda de nadie, ni misericordia.

---Ya me canse de estar jugando.

Cuando esas palabras llegaron a sus oídos, como susurros del infierno, el cuerpo completo del delincuente se quedó quieto como una estatua, ni siquiera podía temblar del miedo, todas las articulaciones de su cuerpo parecían ser de concreto, sus pupilas se contrajeron al observar cierta figura en la oscuridad donde ni la luz de la luna llegaba.

--- ¿Cómo es esto? ¿No te puedes mover? Jajaja... ¿Tampoco hablar? Qué raro, creo que mi orden de creación fue <parálisis>, no influí la información a un grado general.

Aquel joven hablaba de cosas que su limitado cerebro no podía entender, lo miraba con interés, sus ojos lo aterraban, sabía que su muerte se acercaba y no había forma de evitarlo, tal vez al resignarse a su oscuro destino, por fin pudo mover las articulaciones de su mandíbula, y las palabras salieron.

--- ¿Qui-quien eres tú? ¿Qué te hemos hecho?

La expresión en el rostro del joven se endureció, su sonrisa retorcida desapareció por completo, justo ahora daba mucho miedo.

---Tú, ¿en serio estas preguntado eso?

Repentinamente el joven solo se encontraba a solo un paso del delincuente, quien vio su reflejo a través de sus ojos purpuras.

---Después que acuchillaras a ese joven, no paso mucho para que su corazón se detuviera, ¿entiendes lo que digo? No, no creo que entiendas.

El desconocido joven vestido de negro retrocedió cinco pasos, con su mano derecha tomó la forma de un arma (no en sentido literal) y lo apunto a la cabeza del delincuente, quien ya se había orinado del miedo.

---Hay un héroe al cual admiro de corazón, este héroe una vez dijo "los que disparan, deben estar dispuestos a ser disparados", en tu caso, "si vas matar, tienes que estar dispuesto a que te maten", y para tú mala suerte, fui testigo de tu crimen. ¿Unas últimas palabras?

--- Hijo de p—

La cabeza del último de los seis delincuentes, voló en pedazos al igual que el primero.

---Bang. Ah, creo que lo dije algo tarde.

Como haciendo una pose de "ya que importa", el joven giro su cuerpo en sentido contrario, camino dos paso hacia adelante y dijo.

---Verdad, aun no hice las tareas para la clase de esta semana, será mejor volver ya.

Luego desapareció.

***

[Domingo 12 de abril del 2020 <08:21 am>]

Era el comienzo de un nuevo día, el sol brillaba con intensidad en el cielo azul, no había rastros de nubes, el pronóstico del clima en la televisión también dio buenas noticias, daba la sensación que nada podía salir mal, y en el caso de muchos era así, pero no para María.

Recientemente acaba de despertar, limpio sus soñolientos ojos con la manga de su polera crema, estiro sus brazos hasta su máxima capacidad, bostezó en el proceso, cuando fue consciente de las intensas miradas su cuerpo se puso rígido.

--- ¿Bu-buenos días...?

Aun cuando saludó no recibió una respuesta inmediata, solo un silencio profundo, tan profundo que podrías asfixiarte hasta morir, los ojos amenazadores de esas cuatro chicas, frente a ella; la hicieron retroceder, se encontraba sobre su cama, así que esta acción hizo que las sabanas se arrugaran, la almohada a su lado derecho cayó al piso, fue entonces que comenzó el interrogatorio.

Isabel, dio un paso al frente, entrecerró sus ojos mientras abrazaba su cuerpo con ambos brazos, y dijo.

---Se puede saber ¿Quién es Zen...?

El corazón de María casi de detiene por el shock.

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[Sábado 11 de abril del 2020 <10:11 am>]

Un cuarto completamente oscuro, donde ni los rayos del sol tenían acceso, aunque dentro de toda esta oscuridad había una luz, podrías confundirlo con la luz del más allá, pero solo se trataba de un televisor pantalla plana, que transmitía las noticias del canal 4, y a unos cuantos pasos, sentado sobre un sillón, un joven observaba atentamente con una sonrisa retorcida en el rostro, memorizando toda la información posible sobre las zonas en donde más frecuencia ocurren los robos y asesinatos.

---"El asalto que se llevó ayer en plena luz del día, en una pollería en ATE, resulto con múltiples herido y dos muertos, los pequeños niños de cinco y seis años—"

Los noticieros a estas horas de la mañana, y justamente en ese canal, deberían estar fuera de cuestión, lo normal sería que se estuviera transmitiendo algún programa apto para toda la familia, pero esto fue modificado por la habilidad del joven, creación: <transmisión guardada>, está activa las 24 horas del día, y no se limita a guardar información de un solo canal, todos los canales del mundo, mientras transmitan noticas sobre crímenes que nadie puede aplacar, muertes que nadie puede vengar, secuestros que nadie puede evitar, todo será guardado, para pronto ser parte de–

La puerta de la habitación fue abierta de repente, y junto con esa acción, la luz del exterior se extendió más rápido que la misma peste negra, la afilada mirada del joven desapareció en un instante, su cuerpo sin limitaciones reacciono al peligro, su cerebro envió una señal a las piernas, las cuales se inclinaron para tomar un impulso rápido y saltar hacia atrás.

Cuando la puerta se abrió por completo, el joven ya se encontraba detrás de su cama, en cuclillas mientras se cubría el rostro con su antebrazo.

Una joven de cabello y ojos color cereza, se paró en la misma entrada, primero observo la cama y al ver que no había nadie, rebusco con la vista toda la habitación, hasta que por fin encontró al joven que se ocultaba detrás de la cama, entonces lo regañó.

--- ¿Cuánto tiempo piensas a estar en tu cuarto? Te he estado llamando hace un buen rato, ¿crees que tu hermana mayor tiene todo el tiempo del mundo? Ni si quiera has bajado a tomar desayuno, ¿acaso también piensas saltearte el almuerzo?

---Lo lamento hermana, mi error. Prometo que no se repetirá de nuevo, así que por favor, cierra la puerta, si quiera hasta que mis ojos se acostumbren a la luz.

El cuerpo del joven empezó a temblar cuando vio que la mano izquierda de su hermana se dirigía al interruptor, ella era verdaderamente el demonio ante sus ojos.

---creo que no te escuche, hermanito...

--- ¡De-deten-detenteeeeeeeeeeeeee!

El interruptor fue presionado y se hizo la luz.

***

Adán kraus, 16 años.

Estudiante del quinto año de secundaria sección "C", la escuela donde se encuentra cursando sus estudios es una de las diez mejores del país, y aunque es mucha coincidencia, es la misma en donde esta María, solo que ninguno de los dos sabe de la existencia del otro, la razón seria que ninguno es del tipo de persona que llama mucho la atención o resalta entre una gran multitud.

Si alguien los conociera a ambos, ciertamente diría que sus personalidades son parecidas, aunque con alguna u otra diferencia, por ejemplo, la timidez de María hace que las personas no se le acerquen con frecuencia, pero eso no significa que la odien, solo que es complicado hablar con alguien que casi todo el tiempo se sonroja y se oculta detrás de sus cuatro amigas, pero ese no es el caso de Adán, ciertamente es tímido pero se puede conversar con él, al tomar un poco de confianza ya hasta puede hablar fluidamente, lo único raro es que no tiene amigos cercanos, como si todos lo rodearan, pero nadie caminara a su lado...

Aunque, todo es falso, su personalidad es un engaño, detrás de esa mascara de niño bueno se esconde un ser corrompido y podrido hasta la medula, el responsable de que Adán se convirtiera en el monstruo que es ahora, fue su padre, con el que convivio cuando apenas era un niño de siete años.

Fue una época difícil puesto que sus padres se habían separado, para su mala suerte el padre se quedó con su custodia y lo llevo a un lugar apartado de la civilización, en donde paso por un sinfín de torturas que aun ser vivo se le podría ocurrir, día tras día, noche tras noche, la línea entre la cordura y la locura, la vida y la muerte, él se encontraba entre esos dos mundos, se encontró con una sola cara de la moneda, la maldad lo ahogo hasta destruir su alma.

Cuando por fin había sido consciente de sí mismo sus manos se encontraban manchadas de sangre, aunque no era la suya, sino del hombre frente a él, su padre, quien lo había torturado hasta el cansancio; estaba recostado contra la pared, con varios cuchillos en el cuerpo, su estado era irreversible, por lo tanto cualquier intento de salvar su vida serian nulas, ahogándose entre su propia sangre, se las arregló para decir sus últimas palabras.

-Y así es como...mi legado continuará... Hijo... soy débil y ellos me quitaron todo... no lamento lo que te hice...solo pido que mates a esos falsos héroes...

Forzando hasta la última gota de fuerza que le quedaba, levantó su brazo izquierdo y apunto con su dedo índice en dirección a su escritorio, cuando Adán regreso su mirada del escritorio hacia su padre, notó que este ya se encontraba muerto, sus últimas palabras no las entendió, y esa confusión lo frustro tanto que al final, del hombre al cual una vez llamo padre, solo quedo polvo.

Antes de partir del lugar donde fue torturado por tres años, recogió el único libro que había sobre el escritorio que su padre señaló, la pasta era de color azabache, al igual que su cabello; y la inscripción decía "Diario", la información no era necesario saberlo ahora así que solo lo metió dentro de su mochila y se fue.

Tras ser encontrado por las autoridades, después de estar caminando sin rumbo fijo por una semana; fue puesto en cuarentena, no tardaron mucho tiempo en ponerse en contacto con su madre, a quien no le permitieron ver al niño por un año entero, puesto que primero tenía que pasar por rehabilitación, según el testimonio de los policías que lo encontraron, el niño se encontraba cubierto de sangre seca, pero sin ninguna herida o cicatriz.

La rehabilitación termino sin problemas, no había principio de algún trauma, y todo se mantuvo estable mientras se llevaba a cabo los estudios de su condición, tanto física como mental, Adán estaba en perfectas condiciones para poder conllevar su vida cotidiana... pero eso fue el comienzo del engaño.

Había estado viviendo en paz en su nuevo hogar junto a su madre y hermana mayor, sin ningún tipo anormalidades, durante cuatro años, hasta que un martes por la noche, algo extraño sucedió, su cuarto se había iluminado por una luz verde, cuando observo el piso, vio un círculo mágico bajo sus pies, el sabia de su existencia por el libro de su padre, así que no entro en pánico, solo sonrió retorcidamente mientras era invocado a otro mundo.

El destello de luz verde lo cegó por unos segundos, para cuando volvió a ver con claridad, él ya se encontraba en medio de varios ancianos, todos ellos muy cansados por la resiente invocación del héroe número 67.

Su apariencia era la de una chica de largo cabello blanco y ojos amatistas, sus hombros cortos, pequeñas manos, una delgada cintura que no concordaba con sus grandes pechos, la altura de su nuevo cuerpo debe rodear el metro ochenta, de a principio a fin, analizó lo más importante, que era el nuevo cuerpo en donde estaba, cuando concluyó, desvió la vista de su cuerpo hacia los alrededores, cuatro de los doce ancianos estaban tan agotados que tuvieron que ser retirarse, dos lo miraban con ojos lascivos, pero fueron regañados rápidamente por dos ancianas, uno de ellos lo veía con recelo, y los tres restantes se pararon frente a él, saludándole con respeto.

---Mi nombres es Jeremías, bienvenido sea a este mundo, héroe. Auch-

---Yo, Kharoline, le ofrezco con humildad este abrigo para cubrir su cuerpo.

---Amanda... oz.

El primer anciano le dio un saludo rápido mientras intentaba no mirar su pecador cuerpo, pero pronto recibió un codazo en las costillas de parte de la anciana que le ofreció un abrigo, que había sacado de un círculo mágico, cuando recibió el abrigo, la otra anciana, quien tenía un rostro aburrido solo dijo su nombre y asintió para sí misma.

---Si nos podría conceder el honor, quisiéramos saber su nombre.

Ante las cordiales palabras de Kharoline, se vio obligado a presentarse, lo pensó realmente muy poco, puesto que la respuesta vino a él en un santiamén, al leer el diario de su padre, aprendió muchas cosas sobre este mundo, parece que aquí fue donde su padre había sido invocado, pero no por los sabios, sino por un grupo de renegados, santos que fueron expulsados de la iglesia, y al tratar de vengarse, hicieron pactos con demonios e invocaban seres de otros mundos, su padre cayó en garras de esa organización y fue torturado, hasta que un día una mujer caballero, que encabezaba un escuadrón de rescate; lo salvó, tal vez por ese noble acto su padre se enamoró y como un hombre lucho por el amor de aquella mujer, no paso mucho para que formara una familia, la cual fue destruida por varios hombres que se hacían llamar "héroes", su esposa y sus tres pequeñas hijas, fueron asesinadas frente a su ojos, pronto el también murió, cuando eso ocurrió, regreso a su mundo original, al conservar sus recuerdos se ahogó en la desesperación, del que no pudo salir por meses, hasta que decidió vengarse, juro venganza por esos infelices que se hacían llamar héroes, fue entonces que comenzó a escribir su diario, redacto sus cinco años en ese mundo a detalle, las características de la magia, sus emblemas, las familias especiales que gobiernan el pentágono, los 12 sabios que invocan a los 72 héroes, los siete reyes demonios que representan a los pecados capitales, quienes despertarían en unos veinte años, y que cada uno de estos poseía diez generales que llevaban el título de mandamientos.

El libro redactaba todo con gran detalle, si cerrabas los ojos mientras sostenías el libro, podías ver a un hombre con una expresión horrible mientras escribe el diario con su propia sangre, difícilmente podrías creer que alguien así llego a casarse de nuevo, tuvo una hija que alivio el dolor en su corazón, pero no lo suficiente para hacerle olvidar su venganza, dos años después nació un varón, en el instante cuando lo cargo por primera vez, decidió que ese niño se convertiría en el sucesor de su legado, su venganza y el cruel destino de los héroes, se la sedería a él.

Pero toda esta historia no le importaba, la venganza de su padre los cremo junto con su cuerpo, y la razón era porque él ya tenía su propio objetivo.

Había estado con la mirada perdida por unos segundos, de repente volvió en sí, miro a los tres ancianos mientras sonreía, entonces respondió.

---Eva, mi nombre es Eva Heinrich.

El nombre con el que se había presentado, fue el nombre de la mujer caballero que era mencionado en el diario, la primera mujer que su padre amó, y que encontró un sangriento final.

***

Ya han trascurrido dos años desde que fue invocado a otro mundo, las únicas diferencias con lo de su padre, es que él podía volver a su mundo original a través de sus sueños. Que en su alma había sido implantada una habilidad llamada <creación>, del que aprendió a controlar después de tres meses. Y que su cuerpo era el de una chica cada vez que estaba en ese otro mundo, en el diario de su padre no había reporte sobre ese problema, así que posiblemente sea algo único de él.

Ciertamente habían algunas cosas diferentes, pero el mundo que su padre plasmo en su diario, lo ayudó a ubicarse en las grandes ciudades, en que rey confiar y ofrecer su lealtad, entrenó con los más fuertes del reino al que servía, absorbió toda la experiencia en combate, aprendió técnicas y hechizo mágicos avanzados, se le considero uno de los héroes más prodigiosos, hasta entro en el top diez, fue respetado y galardonado.

Cuando ya no había nada por aprender, le pidió al rey soberano que quería emprender un viaje, que su sed de conocimientos ya no podía ser saciada en ese lugar, el noble rey asintió, pero antes de dar la señal para que se retirara, le propuso una condición, la cual era luchar a muerte con tres de sus mejores guerreros, si lograba salir victorioso seria libre, el rey había dado su palabra.

El enfrentamiento se llevaría a cabo en una semana, osea mañana domingo, al salir el sol, la heroína, Eva Heinrich, lucharía a muerte contra los tres mejores guerreros de Ártico reino de JUDAIS, no solo eran fuertes sino también sus maestros con los que desarrolló múltiples habilidades de ataque y defensas, podría ser que algunos piensen que estas personas, al haber entrenado juntos por casi dos años, se les haría difícil pelear, pero estarían equivocados, la que menos dudaría en matarlos seria Eva, y esos tres grandulones también lo sabían, conocían su fuerza y destreza más que nadie, así que mentalmente se prepararon para aplastar el cráneo de su discípulo.

---Veo que estás un poco preocupado ¿paso algo?

Adán y su hermana mayor, Sayuri, se encontraban almorzando en el comedor sobre una mesa ovalada, uno frente al otro, comían a gusto mientras observaban la serie chespirito en la televisión, entre risas, Sayuri notó la expresión de su hermano, parecía estar preocupado por algo, pero cuando pregunto solo recibió como respuesta una negación con la cabeza.

Que podría preocupar a un hermano que solo para encerrado en su habitación, sino fuera por la escuela este jovencito no conocería la luz del sol, preocupada decidió alzar un poco el tono de su voz.

---Escúpelo, antes que te obligue a decírmelo.

Sudor frio empezó a caer de su frente, el rostro amable de su hermana parecía ahora la de un ángel caído, y sabía que si no daba una respuesta ese ángel caído se convertiría en un demonio, así que, sin más, decidió hablar.

---Me retaron a una pelea y es mañana.

---Hum... con que una pelea.

De cierta forma, si ella fuera en estos momentos a buscar esos tres grandulones, definitivamente ya estarían muerto, eso es lo que el rostro de su hermana mayor proyectaba.

Su hermana, Sayuri, es dos años mayor que él, por el momento se está preparando para postular a una buena universidad, sus características, un hermoso cabello y ojos color cereza, un cuerpo embelesante, que haría que cualquier hombre se enamorara a primera vista de ella, la mayoría del tiempo suele ser amable, hasta la podrías comparar con un hermoso ángel, pero su paciencia es muy limitada, suele enfadarse con facilidad, y si alguien le toca un cabello a su hermano menor, definitivamente esa persona estaría muerta, bueno, en sentido figurado, ciertamente su hermana no es de las personas que le quitaría la vida a alguien, además que no es tan fuerte como aparenta, no tiene base en artes marciales y tampoco poderes sobrenaturales, solo una joven normal de 18 años.

--- ¿Se puede evitar?

---Lo dudo, además, no creo que pierda.

---Así que tienes confianza. Bueno, ganes o pierdas...

Después de la breve pausa, la expresión en su rostro se relajó, miró a su hermano directamente a los ojos, a través de esas pupilas purpuras, se vio reflejada, cuando confirmo que estaba siendo lo más sincera posible, sonrió y dijo.

---Tu hermana estará aquí para consolarte.