第5話 El comienzo de la aventura
Ya era de noche y Elzok se había marchado rumbo a la mansión de los Crownbell por lo que Lizbet decide seguirlo, tras recorrer el camino que lleva hasta la mansión se da cuenta que Elzok ya se había adelantado demasiado por lo que le pide a un Mercader que la lleve en su carreta, tras unas pocas horas de camino al fin llegan, en la entrada se encontraban los guardias inconscientes, al seguir avanzando encuentra a más guardias y empleados de la misma manera que los anteriores, al llegar a la sala principal se sorprende al encontrar a Elzok sentado en el suelo, mientras se acerca lo escucha refunfuñar.
Elzok: mmm, ¡aaa! ¡Maldito! Que voy a hacer ahora, tendré que ir tras él y acabarlo en la capital o esperar a que regrese, ¡aaa que fastidió!
Lizbet: ¿Elzok?
Elzok: ¿hee?
Lizbet: ¡Elzok! ¡Me alegra que estés bien!
Elzok: ¡Lizbet! ¡Qué haces aquí!
Lizbet: ¡idiota! ¡Porque haces que me preocupe por ti!
Elzok: pues perdona por preocuparte, pero cambiando de tema ¿qué haces tú aquí?, deberías estar con Claris.
Lizbet: eso ya no importa, decidí que viajare contigo para enfrentar a mi hermano, esto es algo que debo hacer y no pienso dejar que lo hagas sólo por mí.
Elzok: pero...
Lizbet: ya estoy preparada y aparte Claris me dio esto, una pistola mágica.
Elzok: e-esa es su pistola, pero como.
Lizbet: pues al ver que iría a buscarte decidió dármela.
Elzok: ¡eee! Que bicho le habrá picado a Claris.
Lizbet: a que te refieres.
Elzok: no me hagas caso, solo estaba bromeando, pues igual por ahora deberíamos regresar a la posada con Claris y descansar.
Lizbet: está bien, vámonos.
Tras terminar su conversación se dirigen hacia la posada en ciudad Bastion, durante el viaje solo reina el silencio, al llegar a su destino ambos se quedan parados frente a la puerta de la posada, nadie toma la iniciativa en abrir la puerta con una notoria vergüenza en ambos por regresar después de haber partido a un viaje sin retorno, tras unos minutos sin hacer nada Elzok decide acercarse y tomar la manilla pero justo en ese momento alguien abre la puerta desde adentro golpeando a Elzok y empujándolo al suelo por un costado del lugar, inmediatamente Lizbet se acerca a ayudarlo y unos tipos con unas capuchas pasan notoriamente molestos por algún motivo, antes que Elzok pueda realizar alguna queja por lo ocurrido ellos ya se han alejado demasiado por lo que decide no molestarse más por ahora, al levantarse con ayuda de Lizbet se da cuenta que una silueta aún está en la entrada de la posada, al ponerse de pie se da cuenta de quien está parada en el lugar, se trata de Claris que estaba despachando a los sujetos sospechosos, no muy contenta pero a la vez algo confundida al ver que Elzok junto con Lizbet se encontraban nuevamente en su posada, por unos minutos nadie se mueve de su lugar hasta que Claris recobra la compostura y los hace pasar rápidamente y cambia su expresión a una de preocupación, al llegar a la cocina toman asiento en frente de una mesa y comienzan a charlar sobre lo que buscaban los sujetos de hace un rato.
Claris: necesito hablar un tema con ustedes dos, en este momento estoy sorprendida que estén acá pero esas preguntas quedaran para más tarde, por ahora necesito contarles lo que hacían esos sujetos en mi posada.
Elzok: está bien, dime de que se trata todo esto.
Claris: ellos estaban buscándote Elzok, las noticias de que supuestamente tú mataste al conde de este reino se extendieron demasiado rápido, ya eres uno de los bandidos más buscados, tendrás que pasar un poco más desapercibido, no creo poder ayudarte con este problema, pero tratare de cubrirte por este día.
Elzok: no es tu culpa, es algo en lo que yo me involucre y no me arrepiento de haberlo hecho. “con una pequeña sonrisa”
Lizbet: ¡eee! “con una clara expresión de vergüenza”
Toda esta situación cambia claramente la tensión que había hasta hace un momento sacando una risa de Claris.
Claris: jajaja, pero que veo aquí, que paso entre ustedes en tan poco tiempo.
Diciendo al mismo tiempo una respuesta apresurada.
Elzok: ¡que!
Lizbet: ¡nada!
Esto saca otra risa de Claris.
Claris: jajajaja, ustedes están bien sincronizados.
La incomodidad de los dos no es nada sutil y ambos quedan con sus rostros totalmente rojos.
Elzok: no… no pasó nada.
Claris: no te preocupes, solo era una pequeña broma.
La declaración de Claris no cambia mucho la expresión de vergüenza que tienen Elzok y Lizbet.
Elzok: pe… pero volviendo al tema, ¿tienes alguna idea de cómo podremos salir de aquí?
Claris: eso no será mucho problema, por si se dieron cuenta esos sujetos no los reconocieron a ustedes, por lo que aún no se distribuye su retrato por lo que podrán salir con facilidad con solo unas capuchas o algo para ocultarse.
Elzok: pues de eso me pude percatar, pero no creo que funcione por mucho tiempo, así que nos alistaremos un poco antes de partir.
Lizbet: Pues deberíamos irnos luego antes que esos sujetos se den cuenta de quienes somos realmente.
En ese momento Lizbet se aleja un poco hacia el recibidor.
Elzok: tienes razón, no tenemos tiempo que perder, gracias por todo Claris, no tienes de que preocuparte, nos las arreglaremos de ahora en adelante.
Claris: y esa seguridad de donde proviene en tan poco tiempo.
Elzok: es que solo me siento más seguro en estos momentos, no dudare en terminar lo que empezó.
Claris: pues ya era hora, ojala solo hubiera sido un poco antes, aunque me alegro de escucharte decir eso. “diciéndolo con una sonrisa nostálgica”
Elzok: pues… creo...
Claris: no es necesario que te excuses, ya no importa a estas alturas.
Elzok: pero…
Claris: está bien, no es necesario decir nada, solo, cuídate, y protege a esa chica que ya ha pasado bastantes penurias en tan poco tiempo, protégela de todo ese dolor.
Elzok: está bien, cuídate igual, y espero nos volvamos a encontrar otra vez en esta vida, nos vemos.
Claris: nos vemos… Elzok.
Tras esa despedida Lizbet y Elzok se cubren con sus capuchas y comienzan a marcharse de la posada.
En las sombras de un callejón se oculta una figura misteriosa que observa con una sonrisa siniestra la partida de estos dos.
Al seguir hacia las puertas de la ciudad todo parece ir sin problemas, ya casi está amaneciendo y el flujo de carretas y los puestos del marcado abriendo hacen pasar su presencia desapercibida por lo cual solo caminan tranquilamente hacia las afueras de la ciudad, al salir continúan por el camino principal por un tiempo y después se desvían por el bosque para poder ocultarse de la policía imperial o de caza recompensas.
Ya a eso del mediodía se detienen para poder comer algo, Lizbet saca unos recipientes con comida que le había entregado Claris para su viaje por lo cual se relajan un momento y disfrutan de su comida tranquilamente. Después de terminar el almuerzo siguen por el camino del bosque pero comienzan a sentir una extraña presencia a sus alrededores, continúan y cada vez se siente más cerca por lo que Elzok decide apurar el paso, al ver que Lizbet no le puede seguir totalmente el ritmo decide detenerse en un claro que había en el bosque y esperar ver que es lo que se avecina, tras unos tensos minutos de espera apenas se logran divisar unas sombras que se mueven entre los arboles rápidamente, al llegar estas criaturas al claro se logra ver su verdadera identidad, son Kowroks, estos son lobos de la naturaleza, tienen cuernos que parecen ramas y su pelaje es café claro con verde muy parecido a un pequeño árbol, son 3 de estas bestias que se sitúan al frente de Elzok y Lizbet, de un momento a otro se dispersan para acorralarlos y atacar, al ver esto Elzok decide llamar la atención de los Kowroks hacia el para que no ataquen a Lizbet, pero sin pensarlo dos veces ella saca su pistola mágica y dispara una bala de fuego contra una de estas criaturas, el Kowrok logra esquivar el disparo pero este destruye un árbol en frente y comienza a encenderse rápidamente lo cual distrae a los agresores de inmediato, Elzok al ver esta oportunidad toma en brazos a Lizbet y comienza a correr en dirección opuesta al incendio.
Tras dejar a las bestias atrás logran esconderse tras unas piedras y pasar desapercibidos, al verlas pasar Elzok deja a Lizbet en el lugar va tras los Kowroks que se encontraban detenidos entre unos árboles olfateando el aire para encontrar a nuestros personajes, al detectar a Elzok estas criaturas se dan vuelta y se abalanzan contra él. Elzok desenvaina su espada para contraatacar y con un rápido movimiento corta profundamente la cara de un Kowrok dándole muerte, los otros dos se enfurecen y lentamente comienzan a rodearlo, en cuestión de segundos corren hacia el por ambos lados, dando un gran salto nuestro personaje se ve perseguido por el rápido actuar de sus dos perseguidores, al ver esto Elzok desciende velozmente y le corta el rostro a uno de los Kowrok y al otro lo patea por el costado lanzándolo contra un árbol, al caer al suelo corre hacia esta bestia algo aturdida matándolo con un corte en la cara al igual que a los otros dos. Al limpiar su espada con un paño que tenía la vuelve a envainar, al girarse se da cuenta que Lizbet lo está mirando atónita ante el panorama, Elzok se acerca a ella para comenzar a marchar y se da cuenta que no es de el de quien está sorprendida sino de algo más, al voltear nuevamente se percata que a unos metro de ellos se encuentra un Kowking, el cual es el líder de manada de estas criaturas y es dos veces el tamaño de uno normal llegando a medir 3 metros de alto, ambos asombrados por la gran criatura que los observa comienzan a retroceder al mismo tiempo en que este se acerca a paso lento y tan pesado que hace estremecer la tierra y arboles a su alrededor. Sin más opciones que luchar, Elzok le dice a Lizbet que retroceda y lo cubra a distancia mientras el entablara combate cercano con el Kowking.
Elzok: Lizbet, quédate más atrás mientras yo lo enfrento, trata de dispararle cuando tengas una oportunidad.
Lizbet: s-sí, pero…
Elzok: tu solo confía en mí, yo podre contra el si tú le logras disparar, así que también confiare en ti y no hagas nada estúpido.
Lizbet: está bien.
Elzok: ¡Ven hacia acá bestia estúpida, a que no me puedes golpear!
Kowking: ¡grooooaaaaark!
La batalla comienza cuando Elzok se abalanza contra el Kowking dándole cortes en los pies los cuales no le hacen nada de daño debido a su gruesa piel, Elzok se mueve rápidamente alrededor de la criatura trazando cortes en su cuerpo pero con nulos resultados, el Kowking reacciona pateando el suelo y provocando una destrucción en el entorno con lo cual desestabiliza a Elzok y lo golpea mandándolo contra un árbol fuertemente. Lizbet se sorprende y se ve atemorizada al ver esto, el Kowking comienza a correr hacia Elzok quien yace en el suelo al parecer inconsciente, ella se prepara para disparar pero cuando lo tiene en la mira se detiene y ve como Elzok lo esquiva y lo hace quedar atrapado entre otros árboles después de haber roto el árbol de enfrente, en este momento Lizbet dispara logrando darle al cuerpo de esta criatura y con una gran quemadura en su costado, el Kowking logra zafarse y arremete contra Lizbet pero Elzok se lanza contra este golpeándolo por un costado lo que desvía su camino y lo hace tropezar, al levantarse se gira hacia Elzok y le lanza una embestida que es fácilmente esquivada por él y aprovecha para darle un corte por el lado dañado por el disparo el cual logra penetrar la piel de este ser, raudamente Elzok comienza su contraataque o le da cortes en el rostro para luego saltar y lanzarse contra su herida ya abierta en su costado atravesándolo directo al corazón y haciendo que caiga muerto esta vez.
Al fin fuera de peligro los dos se sientan un poco cansados, y un poco más estresada por su parte Lizbet debido a la presión de la batalla. Elzok se ve claramente lastimado por lo que Lizbet corre a ver que le está pasando.
Lizbet: ¡Elzok! te encuentras bien.
Elzok: si, tu tranquila, no me ha pasado nada, solo un pequeño golpe en mis costillas, nada de qué preocuparse realmente.
Lizbet: pero…
Elzok: tranquila, solo sigamos adelante, no podemos perder tiempo en este momento, esos Kowroks no eran salvajes, alguien los mando para que nos cazaran.
Lizbet: pero como, ¿alguien sabe dónde estamos?
Elzok: no estoy seguro, pero si nos mandaron a sus mascotas puede que tengan una noción de nuestra posición y estas solo eran para confirmar sus dichos.
Lizbet: está bien, vámonos rápido de aquí entonces.
Elzok: en marcha.
Al ponerse de pie comienzan nuevamente su viaje por el camino del bosque, esta vez con un claro pasó más lento por la lesión de Elzok. Lizbet trata de ayudarlo mientras avanzan pero no puede hacer mucho por él, además el sol está brillando demasiado y esto hace que la temperatura sea muy alta durante el mediodía.
Al estar saliendo del bosque hacia un gran claro que tiene un rio más adelante se encuentran con un bote el cual se usa para cruzar al otro lado. Se suben en este y comienzan a seguir ayudados de una cuerda que guía hacía en otro extremo sin mayores problemas, cuando llegan al otro lado del rio se bajan y comienzan a seguir pero de repente se ven rodeados por un grupo de reptiles que sale de debajo del suelo. Tras caer en la emboscada Elzok se coloca delante de Lizbet para protegerla pero los reptiles no hacen nada, tras una corta espera aparece un gran reptil que viene desde el bosque, al estar más cerca comienza a hablarles a nuestros personajes.
Reptil: que tal jóvenes, les ¿gusto mi sorpresa? Esto es para agradecerles todos los problemas que me han ocasionado malditos.
Elzok: y… tú, ¿Quién eres?
Reptil: ¡chi! Que falta de educación la mía, mi nombre es Zalankor y soy el líder de la banda de los reptiles come sueños.
Elzok: aaa, no los conozco.
Zalankor: ¡chiii! Pues no creo que sea necesario que nos recuerdes porque este lugar será su tumba de todas maneras, los hare pagar por todo lo que me habéis hecho y por acabar con mis mascotas, no me fue nada barato conseguir esos Kowroks y menos a un Kowking, pero con la recompensa que hay por tu cabeza me será suficiente como para comprar una gran manada he incluso me sobrara para festejar, así que no se resistan por favor.
Elzok: perdona, me perdí en cuando dijiste tu nombre, ¿cómo me decías que te llamabas?
Zalankor: ¡chiiiaaa! ¡Bastardo! ¿¡Estás buscando provocarme!?
Lizbet: no creo que sea buena idea hacer enojar a este tipo Zoki.
Elzok: tu solo prepárate que esto se pondrá feo dentro de poco, si te vez en problemas solo súbete al bote y cruza hacia el otro lado.
Lizbet: pero que pasara contigo.
Elzok: estaré bien, tú confía en mí y cúbreme a distancia como antes, trata de no darme.
Lizbet: está bien, confió en ti, pero no te sobre exijas o terminaras más lesionado.
Elzok: tú tranquila.
Zalankor: ¡bastardos! ¡No me ignoren! ¡Ahora verán lo que es sufrir de verdad!
En ese momento Zalankor se transforma en un gran cocodrilo con una coraza que lo hace ver bastante intimidante, el grupo de 10 lagartos que los habían rodeado también se transforman en diferentes lagartos comunes. De un momento a otro se abalanzan en contra de Elzok y Lizbet pero nuestro personaje se saca su capucha lo cual distrae a los lagartos y los comienza a patear y a golpear rápidamente hasta llegar hasta Zalankor, cuando golpea a este su pie se ve detenido por la gran defensa de este cocodrilo, Elzok se retira raudamente hacia un lado y cuando los lagartos se reincorporan se dividen para ir contra ambos, al percatarse de esto nuestro zorro se dirige como un rayo hacia Lizbet y desenfunda su espada, todos se quedan mirando sorprendidos por la velocidad de este. La tensión del combate aumenta y nadie sabe quién atacara primero en este momento y solo se quedan observándose fijamente, tras unos segundos de espera Elzok da un gran salto y Lizbet dispara una bala mágica dándole a uno de estos lagartos y envolviéndolo en llamas lo cual desorienta a los demás enemigos lo cual aprovecha Elzok para acabar con otro más al momento de caer, después de ese da una vuelta en el aire cortando en la nuca a otro más, para luego dar un doble corte a la garganta de dos reptiles que trataron de acabarlo, otro disparo pasa sobre el hombro de Elzok dándole a un lagarto que se abalanzaba contra él, esto hace que Elzok caiga sentado algo sorprendido y asustado por el disparo de Lizbet, pero rápidamente se reincorpora al ver que los últimos cuatro lagartos se le lanzan encima, dándole una patada con giro en el rostro a uno de los reptiles lo aleja para continuar con un corte al cuello del siguiente, y terminar con los otros dos con rápidos ataques al cuerpo de estos.
Al verse solo Zalankor comienza a golpear el suelo y de su espalda saca una gran hacha de guerra la cual la ondea como si cortara el aire a su alrededor, luego da un rápido movimiento hacia Elzok tomándolo por sorpresa por lo cual solo alcanza a bloquear a duras penas pero se ve arrastrado varios metros debido al impacto, en el mismo instante Zalankor se vuelve a lanzar contra él y comienza un rápido intercambio de golpes de su hacha y la espada de Elzok, en mayor parte estos hacen retroceder al zorro, poco a poco comienza a ceder ante el asedio del cocodrilo debido a su costilla lastimada hasta que es derribado por él. En el momento en que Zalankor se prepara para dar el golpe final Lizbet dispara contra este su última bala de fuego, al impactar contra el cuerpo del enemigo se da cuenta que logro ser bloqueada por su hacha, esto le da tiempo a Elzok para levantarse y en el instante en el que el hacha es agitada nuevamente hacia él una pesada vez se logra escuchar en el lugar.
Voz misteriosa: ¡Demuestra tu poder hijo mío! ¡Que el poder de la oscuridad envuelva a tu ser y te vuelvas uno con las sombras!
Elzok: ¡lo se maldito anciano! ¡No dejare que un debilucho como el me derrote!
En ese momento se genera una esfera de oscuridad que envuelve a Elzok y a Zalankor sin dejar que ningún rayo de luz se filtra hacia el interior, el hacha pasa cortando el aire y Elzok desaparece entre las sombras, múltiples cortes golpean rápidamente a Zalankor que comienza a sentir como lo empiezan a dañar, después de varios ataques se acostumbra al ritmo y comienza a bloquear algunos ataques pero debido a lo rápido que son no logra predecir totalmente de donde vienen, al verse subyugado por este poder, lanza un gran corte hacia adelante el cual es respondido por un ataque de Elzok que logra cortar el filo del hacha que se encontraba dañado por el anterior disparo de Lizbet. Al verse sorprendido el cocodrilo retrocede y Elzok lanza un definitivo corte al pecho de Zalankor el cual cae inconsciente. La esfera de oscuridad desaparece y tanto Elzok como Zalankor se encuentran tirados en el piso, nuestro personaje trata de pararse para rematar al gran lagarto pero esta tan agotado que apenas puede colocarse de rodillas con ayuda de su espada, Lizbet se acerca a ayudarlo rápidamente, justo en ese momento se percatan que al otro extremo del rio se encuentra un grupo de cinco lagartos que venían junto a los Kowroks anteriores por lo que nuestros personajes deciden marcharse del lugar. Al llegar al final del bosque se encuentran con parte del camino principal que lleva hacia la gran ciudad de Oberis, la ciudad de los jardines que los deja con una mirada atónita a ambos en el instante.
Elzok: ¡uooo!
Lizbet: que hermosa.
Elzok: ahora que al fin nos hemos librado de estos lagartos podremos tomar un descanso apropiado y aprovechar de ver los grandes jardines que se encuentran en esta ciudad.
Lizbet: si, pero primero debemos dejarte descansar ya que te sobre exigiste demasiado, Zoki idiota, solo logras hacer que me preocupe por ti.
Elzok: jejej- auch, me duele cada musculo de mi cuerpo que ni si quiera puedo reír, pero vamos, esto tan solo es el primer paso, desde aquí comenzara nuestra historia, nuestra batalla por nuestra libertad.
Lizbet: vamos Zoki, deberemos luchar por nuestro futuro.
Fin del primer arco
El zorro y la banda del lagarto come sueños
Zorro Negro Drack @Drack
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