Una noche de bodas muy alocada y el comienzo del infierno.

El primer beso, algo tan preciado que solo se le entrega al ser más amado en tu vida, eso mismo eran ambos para cada uno, así como Zen amaba a Joseph, él la amaba tal vez aún más, ya que para Joseph, Zen era el pilar de su cordura, la paz y armonía, la luz en la más densa oscuridad de su pasado y presente, ella era la personificación de su futuro, un futuro que desea proteger.


Zen lentamente giró su cuerpo en 180º, solo para estar frente a frente a la persona que ama, sus pechos estaban descubiertos, dejándole ver a Joseph esa cúpula rosa que se había llevado toda su atención, él, al ser una mujer por dentro, conocía muy bien el cuerpo de las de su mismo género, y aunque ha visto a sus mejores amigas desnudas, jamás había sentido este impulso tan fuerte, la sangre de su cuerpo que usualmente cuando estaba nervioso subía a su cabeza, ahora tomaba una dirección diferente, tal vez, solo tal vez, si tan solo los estuviera viendo, podría tomar estar algo más tranquilo y relajado, pero las caricias de Zen, quien acariciaba su cuello mientras lo besaba con una intensidad.


Al principio eran solo sus labios, pero a medida que seguían en contacto sus bocas se abrieron y sus lenguas se encontraron, esto parecía haber causado un gran impacto en Zen, quien parece haberle gustado esta forma de besar, cada vez era más intenso, sus caderas se movían de arriba abajo como si ya estuvieran preparadas para la acción, sus pechos golpeaban el agua templada, y aunque quería poner un stop, sus manos pedían hacer su trabajo de masajear esos melones que no dejan de moverse de un lado a otro...


Esto iba mal, si seguían, cabe la probabilidad que terminarían teniendo relaciones sexuales, pero... si lo hacían, ambos serían expulsados del pueblo, dejándolo sin nada, el no conoce por completo este mundo así que, bien podrían ser estafados o a lo mejor secuestrados para ser vendidos como esclavos, el exterior era peligroso, y si llevaba a Zen a ese lugar, definitivamente nunca podía perdonarse.


---Hija, todo bien, han estado en silencio mucho tiempo—


De repente la puerta del baño fue abierta, quien asomó la cabeza para poder ver el interior fue Ann, quien se había preocupado, ya que de la nada dejaron de hacer ruido, pero contrario a sus expectativas, encontró a su querida hija, disfrutando de uno de los mejores placeres de la vida, un corto periodo de silencio incómodo paso hasta que.


---Lamento interrumpir, me voy, tómense su tiempo.


---......¡¡¡MADRE!!!


Obviamente Zen sabía que su madre lo había hecho apropósito solo para espiarla, todo este problema hizo que Joseph recuperara sus sentidos, se cubrió con una toalla, se puso de pie y se abrió paso entre su suegra que aún seguía en la puerta mientras corría con dirección a su cuarto.


---Ara, ara, mi plan resultó mejor de lo esperado. Y ahora cuéntame, ¿Qué tal estuvo?


Zen quería quejarse con su madre por arruinar el momento, pero, cuando le pregunto sobre lo que acaba de pasar, no pudo evitar sonrojarse mientras que con la yema de sus dedos tocaba sus labios color cereza.


La madre vio cómo su hija se había quedado hipnotizada por la primera mordida a la fruta prohibida. No pudo evitar descansar su mejilla en la palma de su mano derecha.


---Ara, ara.


***


[Domingo 24 de mayo del 2020 <12:25 am>] --- [*** 24 de *** del *** <12:25pm>]


Prácticamente el día a día de estos tortolos estuvo lleno de momentos felices, hubo unos cuantos problemas pero todos se llegaron a solucionar, típico de una pareja. También había altibajos en sus tareas que desarrollaban antes del gran evento, que llegó en un abrir y cerrar de ojos, sí, me refiero a que el evento de la luna rosa, era justo el día de hoy.


Todos se levantaron muy temprano, para poder alistar sus cosas y salir apenas se detuviera la lluvia, pero cuando despertaron, a eso de las siete de la mañana, el sonido que esté hacia al caer tanto en el suelo como con las hojas de los árboles, no podía ser escuchado, confundidos abrieron sus cortinas y se encontraron con un sol tan brillante y resplandeciente, era una mañana tan hermosa, las aves no solo cantaban sino también volaban alegremente alrededor del pueblo Ramus, era la primera vez desde que se fundó este pueblo, que la lluvia se había detenido antes de su tiempo usual, pero, no se alarmaron ni se asustaron, tan solo creyeron que tal vez Dios, les brindo esta bendición por el día de hoy, cada uno de ellos dio uno oración dando las gracias.


Y así, los preparativos comenzaron horas antes de lo previsto, los habitantes del pueblo de Ramus se dividieron en varios grupos, los que se encargaban de la comida, otros de las meses, otro grupo que se encargaban de las bebidas, solo los jóvenes quedaban excluidos de esas tareas, a ellos se les prohibió trabajar, ya que habían estado sin descanso desarrollando dos tareas por día, una de esas sería la construcción de su propia casa "ya terminada", aunque poco pasando de la fecha límite, la casa, a la cual a partir de hoy llamarán 'su nuevo hogar', se concluyó.


Las horas pasaron y ya casi toda está listo, algunos se animaron a tocar algunas canciones tradicionales enseñadas por sus ancestros, los patriarcas estaban sentados los altares, esperando a los jóvenes que subirían el primer escalón a la adultez, los adultos estaban sentados en sus respectivos asientos, nerviosos, felices y hasta llorando, por sus hijos e hijas.


De repente el sonido de las canciones disminuyó un poco, dando a entender que los jóvenes ya habían llegado, las parejas de varones y mujeres se encontraron uno frente al otro y tomados de las manos con sus amados, caminaron en fila recta hacia el altar, al llegar se acomodaron como se había practicado estos dos últimos días.


Algunas madres al ver a sus hijas con sus vestidos blancos o hijos con su ropa formal, no pudieron evitar que las lágrimas de felicidad cayeran de sus ojos, sus queridas hijos, a las cuales les dieron todo el amor, sus pequeños, los cuales tan solo unos días los tenían en sus brazos mientras le daban de lactar, justamente esa parte de ellas, ahora están sobre ese altar, frente a los patriarcas, que una vez también estuvieron frente a ellas.


En el caso de los padres, solo había pequeñas lágrimas de orgullo, tanto por sus hijos y sus yernos, y pensar que esos niños que solo sabían destruir y llorar, ahora estaban a punto de dejar sus hogares para formar sus propias familias, si les pidieran unas palabras, solo dirían que están orgullos, de poder ver el camino que ellos mismo han formado.


---Guardar silencio. Justo ahora comenzara el rito matrimonial.


---Encargados de la música, con su permiso.


En el momento que el patriarca pidió silencio, todo rastro de ruido desapareció, bueno, hasta que su esposa, la matriarca, les pidió a los músicos que se sentaran.


---Hoy, es un día muy especial, hoy, nuestros jóvenes pasaran a ser reconocidos como adultos, y dejaran sus hogares para poder formar sus propias familias. Estoy muy feliz, aunque no lo parezca, ja, ja, ja... este será mi último año como patriarca, y será el último grupo que case bajo mi bendición, lo bueno de todo esto, es que vi crecer a una niña un tanto fastidiosa y destructora, en una mujer, ya todos sabemos a quién nos referimos.


Leventemente el patriarca desvió su mirada hacia Zen, entonces mientras ella rogaba para que no la mencionaran.


---Zen, nos enorgulleces.


Una pequeña lágrima apareció en el rabillo de su ojo izquierdo, este acto provoco que uno y otro se riera, los otros apenas pudieron contener sus ganas de explotar de risa, entonces la boda continuo su curso, unas cuantas palabras de los padres en donde le decían lo que nunca pudieron decirles, que estaban felices que nacieran y orgullos, que siempre pueden contar con su ayuda, etc. Los padres de zen hicieron un discurso tan largo que tuvieron que ser interrumpidos por los patriarcas.


Finalmente el momento llegó.


---Joseph, ¿aceptas a Zen, para amarla y cuidarla, hasta que la muerte los separe?


---Acepto.


Preguntó el patriarca a lo que Joseph respondió con fervor.


---Zen, ¿aceptas a Joseph, para amarlo y cuidarlo, hasta que la muerte los separe?


---Acepto.


Pregunto en esta ocasión la matriarca, a lo que Zen respondió con la misma intensidad que Joseph.


Ambos patriarcas se tomaron de las manos y dijeron al mismo tiempo.


---"Entonces los declaramos, marido y mujer. Puede besar a la novia"


Apenas llegaron a la parte de marido y mujer, tanto Joseph y Zen se besaron, dando con concluido el rito matrimonial para ellos, una vez que se separaron, bajaron del altar tomados de la mano, mientras recibían los aplausos de sus camaradas, vecinos, padres, amigos, todas las personas importantes para ellos (osea todos los habitantes del pueblo Ramus).


Una vez que todos las jóvenes parejas pasaron por su propio rito matrimonial, se pasó a la hora más esperada, sí, me refiero a la repartición de comida. Eran ya casi las dos de la tarde, así que, después de comer se debía limpiar, y luego pasar a sus propios hogares, con esto el día estaba concluido, y como dicho hecho, una vez se terminó de limpiar los restos de comida , las sillas, mesas y todo lo usado para boda, cada uno paso a retirarse.


---Así que... desde hoy ya no tomare este camino.


Al ver a su hija un tanto triste, los padres pusieron sus manos en cada hombro de su preciada hija y dijeron.


---Hija mía, como ya lo había dicho, estamos orgullosos de ti, ahora estas tomando un nuevo camino que completamente desconocido, pero no estás sola, tienes a Joseph, él te sabrá cuidar y proteger, y tú, como buena esposa, debes confiar en él.


---Sin duda alguna, siempre contaras con nuestro apoyo, además que no vivimos tan lejos, siempre podrás visitarnos, ahora debes ir, tu nuevo hogar te espera.


---Papá...mamá...


Las lágrimas no se detuvieron, aun cuando se habían abrazado para la despedida, siguió llorando.


********


Zen se calmó en el camino de regreso a lo que ahora ella pude llamar su "casa", no la de sus padres, sino una propia, en donde un futuro feliz la aguarda, tal vez unos hijos alegren su hogar con el tiempo, un varón y una niña estarían bien por el momento, aunque no le importarían más, un sinfín de cosas pasaron por la mente de Zen, e inevitablemente Joseph, podía saber qué cosas su nueva esposa pensaba.


"no puedo creer que me case... en serio, una chica con otra chica. Aunque no importa, yo, realmente amo a Zen y juro una vez más, bajo este cielo lleno de estrellas, que la protegeré"


Los dos, tomados de las manos, algo nerviosos; inhalaron hondo, hasta llenar sus pulmones de aire, luego exhalaron lentamente, abrieron sus ojos, y entonces.


---Vaya, esta casa, es hermosa, muy diferente a la de los otros, cariño, ¿así son las casas de dónde vienes?


---No tan igual, pero me esforcé para que se parezca lo más posible.


Ciertamente la construcción de la casa de Joseph fue algo complicado, puesto que él quería colocar algunos accesorios y materiales extraños que los demás no sabían que se podían usar para ese fin, motivo por la cual este proyecto se finalizó casi en la fecha límite.


--- ¿Pasamos?


--- Eso ni se pregunta, esta casa es nuestro hogar a partir de ahora.


La pregunta de Zen fue respondida alegremente por Joseph, quien tomo una pose cordial, como si fuera un mayordomo recibiendo a su ama.


---My lady, me daría el honor de acompañarla en este nuevo viaje.


Zen asintió y tomo una vez más la mano de Joseph. Ambos entraron a su nueva casa, que era casi una copia exacta de su hogar en el otro mundo, la posición de los baños y las recamaras, la sala y la cocina, todo estaba en el mismo lugar.


Caminaron por el pasillo hasta la sala, luego a la cocina, así continuaron su recorrido mientras Joseph le explicaba algunas anécdotas de donde el viene, las risas nunca faltaron, caminaron por toda la casa sin pensar en la hora, tan solo querían estar uno junto al otro, y así fue hasta que el recorrido por su nueva casa se culminó.


---Creo que debería empezar a cocinar.


---Yo te ayudare.


---No te preocupes yo—


---No me estoy preocupando, tan solo quiero ayudar, ahora esta casa y tu son mi responsabilidad, los atesoraré siempre.


Sin más nada que decir, se decidió que Joseph ayudaría con la preparación de la cena. El platillo de hoy consistía en seco de carne, la preparación fue bastante sencilla, y con dos personas casi expertas en la cocina, se terminó en un abrir y cerrar de ojos, al final terminaron de comer a eso de las ocho de la noche, (hasta ahora nadie había notado que la lluvia no regresó), como era de esperar tomaron un baño juntos, solo que esta vez no fueron detenidos por nadie.


Después de limpiar sus cuerpos apropiadamente, entraron en la bañera, al igual que aquella vez, solo que esta ocasión lo tomaron con calma, decidieron que las cosas pasaran de forma natural y no forzarlo, estaban en la misma posición, Zen recostada en la espalda de Joseph mientras que este la abrazaba, conversaron sobre cosas cotidianas, el chiste que hizo el patriarca, lo animado que fue el evento, las madres exageradas que lloraban por sus hijos, hasta llegaron a conversar que ya falta poco para la llegada de su hermano mayor, Dass Fell y su prometida, sobre qué hacer cuando se descubra que el también es uno de los 72 héroes, a lo mejor tendrían que rogarle a esa tal Eva Heinrich que no esparza la noticia de que el héroe con el código 69 sigue con vida, bueno, todo tendrían que pensarlo a su debido momento, tal vez ella no reconozca a Joseph.


Una vez que la conversación se terminó, los nervios los ataco a ambos, sus corazones, latían con concordancia con el otro, como si estuvieran componiendo una melodía, Joseph fue quien tomo la iniciativa, con un desliz de su mano derecha tomo el mentón de Zen y lo atrajo a su dirección, ella solo se dispuso obedientemente, giró su cuerpo hasta estar frente a Joseph, entonces, cuando sus miradas se conectaron, se acercaron lentamente, sus labios se frotaron para finalmente terminar en un apasionado beso.


Sus lenguas se entrelazaron traspasando la saliva de uno al otro, las mejillas de Zen estaban ya enrojecidas, dando a entender que su cuerpo empezaba a calentarse, un fuego intenso la consumía en la parte baja de su cuerpo, al comienzo creyó que era su estómago, pero poco a poco se percató que el origen provenía en la zona debajo de su ombligo, cada desliz de su lengua con la Joseph, cada caricia que recibía, todo aumentaba el placer que sentía, algo dentro de ella pedía salir a gritos, pero alguien tenía que jalar ese gatillo, y ella no sabía cómo accionarlo, justo ahora su mente estaba en blanco y solo se dejaba llevar.


"Ya, ya no aguanto más, si esto sigue así, me volveré loca..." fue lo que pensaba Zen mientras trataba de mantenerse cuerda y no entregarse por completo al placer, pero todo esto termino cuando el gatillo fue accionado, y eso fue cuando Joseph presiono los bien proporcionados pechos de Zen con ambas manos, el solo hacer esta acción, envió una fuerte descarga eléctrica por todo el cuerpo de Zen, unos corazones rosados parecían aparecer dentro de sus pupilas, provocando que la situación fuera mucho más intensa que aquella vez.


Joseph tampoco ya no podía pensar, hasta se podría decir que el hecho de ser una mujer por dentro ya lo había olvidado, sus manos masajeaban el pecho de Zen mientras que con su boca, que estaba libre mordía uno de los pezones, el inevitable gemido que salió de los labios de Zen, incrementaron aquella sensación en la parte baja de su cuerpo, su miembro reproductor masculino que estaba listo para la guerra, pedía gritos una sola cosa, rogaba por conectarse, deseaba entrar a lo que lo rosaba de rato en rato, Joseph, ya en el límite, bajo sus manos hasta tomar las caderas de Zen y las empujo hacia abajo, la conexión, aunque algo brusca, se finalizó con éxito.


Aunque usualmente la mayoría de las mujeres sienten un horrible dolor al comienzo, en el caso de Zen no fue el caso, tan solo un leve dolor se extendió por todo su cuerpo, parece que el placer sirvió como un tipo de anestesia, aunque la adrenalina no se quedó ahí, tan solo basto unos cuantos movimiento de arriba-debajo de sus caderas, para enviar a Zen a un nuevo nivel.


Ese sentimiento de la conexión de piel con piel, le parecía como un elixir que podría volverte adicto tan solo con dar un sorbo, razón por la cual los movimientos de su cadera incrementaron, su razón se había perdido, Zen se entregó por completo al placer, ambos, absortos en sus propios sentimientos, dieron lo mejor de sí en lo que era este primer raund, los movimiento de cadera de Zen eran embriagadores e hipnotizantes, y los masajes de Joseph a sus pechos provocaban descargas eléctricas alrededor de su cuerpo que se almacenaban directamente a su miembro reproductor femenino, cada minuto que pasaba era aún más placentero como si estuvieran llegando a la cúspide del placer, y como se dijo.


La velocidad de ambos aumento repentinamente, no sabían '¿por qué?', pero algo dentro de sus cuerpos les pedía salir y que no detuvieran, los gemidos de Zen eran tan dulces, y la sensación de estar dentro de ella era lo mejor del mundo, nunca quisieras salir, razón por la cual cuando ambos llegaron al clímax, ambos terminaron conectados, todo el fluido que salió de Joseph recorrió el interior de Zen, este cálido momento lleno a Zen literalmente, de una dicha y felicidad.


Pero como ya se había dicho, este solo era el comienzo del primer round, al final, fueron unos once round.


************


[Lunes 25 de mayo del 2020 <08:12 pm>] --- [*** 24 de *** del *** <08:12 am>]


Por la mañana, Zen se sentía revitalizada, como si tuviera la energía para destruir a todo el ejercito del rey demonio, su piel se sentía más suave hasta podrías decir que se veía más radiante y hermosa, su cabello y ojos carmesí, brillaban tan intensamente, que preferirías ver mejor directamente al sol...


En el caso de Joseph, parecía mas bien un poco delgado, definitivamente lo de anoche lo dejo como si fuera una pobre victima bajo las garras de una loba feroz, las ojeras en sus ojos, muestra de no poder dormir muy bien, y el dolor en su cintura por las investidas, si esto fuera el otro mundo, pediría un día de descanso, pero esta modalidad tan conveniente no existía en este mundo, además que ahora él era responsable de traer la comida a la mesa, con todo esto mente, se puso de pie, observo a la alegre Zen que prácticamente bailaba alrededor del cuarto, es lo animo más de lo que uno puede llegar a imaginar.


"Ahora no compañero... hay que proteger nuestra vida" pensó Joseph mientras miraba de reojo el cuerpo desnudo de Zen mientras trataba de no recordar lo de anoche.


---Bueno, a preparar el desayuno se ha dicho.


En esta ocasión Joseph no puedo salir con su "déjame ayudarte", la verdad es que se sentía muy cansado, y eso que eso solo fue la primera noche, la noche de bodas.


Paso unos minutos desde que Zen dejó la habitación, entonces, cuando ya se sentía un poco más animado, salió de su cuarto con dirección a la parte trasera de la casa, y se preparó para realizar su entrenamiento, apenas terminó, la voz de Zen, que provino de la ventana, atrajo su atención.


---Amor, ya está el desayuno, ven.


Joseph se limpió el sudor del rostro y respondió alegremente.


---Está bien.


Ambos caminaron juntos por el pasillo hasta llegar al comedor, se sentaron uno a lado del otro, tomaron el desayuno mientras conversaban de las cosas que harían hoy, y que se encontrarían por la tarde para ir a pasear por los alrededores, y saludar a los suegros, todo era muy animado, el desayuno acabó y cada uno lavo su plato, al terminar pasaron a retirarse, el primero irse fue Joseph, Zen dijo aun le faltaba terminar de limpiar algunas cosas y que luego iría con la matriarca.


El día era de lo más normal, el sol brillaba intensamente en el cielo azul, el verde las hojas de los árboles, el cantar de las aves, todo era tan relajante y hermoso, como podrías cambiar todo esto por el mundo real... "A mí, ya no me importaría regresar" fue lo que llegó a pensar Joseph.


La caza del día fue también de lo más normal, rodear a los venados y luego realizar la táctica pasada de generación en generación, la oración, la separación de la carne y la recolección de las pieles, lo cotidiano de esta vida relajante, que era tan importante para el alma de Joseph, quien por dentro es María Fernanda torres, 16 años, una estudiante del cuarto año.


Aunque como todo en la vida... al final todo tiene que terminar.


Justo antes de regresar, uno de los jóvenes, quien hacía de vigía a unos cuantos metros del grupo principal, observó una línea de humo que provenía en dirección del pueblo Ramus, se preguntó así mismo si tal vez eso fue provocado otra vez por los experimento de la esposa de Joseph, pero otra línea de humo apareció, solo que esta vez se podían escuchar los gritos de las mujeres jóvenes, y también rugidos, esto lo horrorizó por completo, y rápidamente corrió la voz a todo el grupo, quienes apenas recibieron la noticia, dejaron todas las cosas a excepción de su armas, y corrieron con dirección al pueblo.


Gracias a sus desarrolladas piernas, su velocidad era la suficiente para hacer que llegaran en un par de minutos, el entrenamiento que hacían por las mañanas también ayudo para su resistencia, estos jóvenes prácticamente podrían correr a cuarenta kilómetros por hora, y apenas sudar un gota, pero aun así, con toda la velocidad del mundo...


No sirve de nada si no llegas a tiempo para evitar una desgracia.


Cuando los jóvenes llegaron, se encontraron con la peor pesadilla de sus vidas, su pueblo estaba siendo quemado por Goblins, demonios no evolucionados que conocían por libros pero que jamás en su vidas habían visto, los Trolls, otro tipo de demonio no evolucionado; se encargaba de matar los adultos, alguno que otro joven pudo ver como mataban a su padre, y los Orcos, sucios puercos con gran porte y fuerza física, atrapaba a las mujeres jóvenes con gran agilidad, que no coincidía con su enorme cuerpo, a las mujeres que ya superan cierta edad, como los cincuenta años, les aplastaba el cráneo a puñetazos.


Esta escena se quedó grabada en sus retinas, la voz no salía de sus bocas, más bien, todo su cuerpo no le respondía, algunos dudaron si salir de donde estaban, puesto que ellos eran un grupo de 20 y ellos, aunque son minoría, poseen fuerza física que excede a la humana, aparte de ser demonios que han visto sangre de su misma especie desde su nacimiento, violentos y sin una pizca de bondad en sus almas, si ellos saldrían tan solo sería suicidio, lo más normal sería escapar mientras se pueda, pero...


Dentro de la jaula, estaban por llevarse, vieron a sus esposas, la mayoría con moretones por todo el cuerpo y sangre seca de algún pariente que trato de protegerlas solo para encontrar su muerte, entonces un aura asesina recorrió sus cuerpo, una sensación que jamás habían sentido en sus años vida, por primera vez la urgencia de matar a alguien les grito desde su corazón, esto era lo que las personas llamaban, "odio".


Los jóvenes apretaron el mando de sus hachas, su cuerpo libero toneladas de adrenalina, sus corazones latían con tanta fuerza que hasta podrían explotar, pero nada de eso importaba, justo ahora, al enemigo que tenían frente a ellos, debían matarlos, así que enviando todas su fuerzas a su piernas, todos corrieron con intenciones asesinas con dirección a los Goblins, ya que eran los que parecían más débiles y abundantes, apuntaron hacia ellos para acabarlos rápidamente, uno de los Goblins noto el instinto asesino detrás de él y retrocedió, pero no con la velocidad necesaria, ya que la persona que pedía su vida a gritos, Nicole Porce, el líder, atravesó su horripilante cara con el filo de su hacha, lo mismo ocurrió con los demás, los jóvenes más veloces mataron a los primeros cinco Goblins en un abrir y cerrar de ojos.


Luego trataron de separarse para rodear a uno de los Trolls, pero este, a pesar de tener un gran cuerpo, y ser casi de dos metros, tenía unos reflejos y velocidad, que antes que se den cuenta uno de ellos ya había muerto, atacaron aun con más rapidez y precisión, pero nada sirvió, los jóvenes fueron rodeado rápidamente, algunos fueron alcanzados por las flechas envenenadas de los Goblins que habían sobrevivido y empezaron a morir lentamente, los demás fueron aplastados y descuartizados.


Una vez que terminaron de matar a los que serían los jóvenes del pueblo, o así lo entendieron los demonios no evolucionados, entonces, cuando se disponían a reunir los cuerpo en un solo punto para quemarlos, vieron como uno, a pesar de no tener brazos ni piernas, se arrastraba con ayuda de su mentón con dirección a la jaula en donde están las señoritas, que serían su premio por esta victoria.


Por diversión, uno de los Goblins, atravesó el cuerpo de aquel joven con una lanza, la punta atravesó al chico por la espalda perforando directamente el corazón, su intención era hacerlo sufrir pero no calculo muy bien.


---tch...


Después de chasquear la lengua por su error, retiro su lanza y trato de jalar cuerpo para llevarlo con el resto pero... el cuerpo opuso resistencia, el joven de cabello negro frente a él, seguía vivo, eso lo confundió, agito su cabeza, nuevamente lo jalo del bolsillo derecho de su pantalón, pero el cuerpo no se movía, entonces dio un par de paso para ver el rostro de aquel joven y se percató que seguía vivo, sus ojos miraban fijamente con gran determinación a la jaula, más exactamente hacia una chica de cabello rojizo quien estaba inconsciente.


---Zen...........Zen............


Lagrimas empezaron a caer de sus ojos, su boca seca se llenaba con más sangre con cada palabra que decía, aunque solo decía una sola cosa, el nombre de su amada, aquella persona que juro proteger... estaba tan cerca y aun así no podía alcanzarla, no podía protegerla.


El goblin sin seguir dudando atravesó varias veces el cuerpo Joseph hasta atravesó su cráneo, su sesos es escurrieron por todo el suelo, al igual que toda la sangre carmesí... era tanta sangre que podrías llenar fácilmente un barril pequeño, "Ya con esto debe bastar" pensó el goblin, quien volvió a jalar del pantalón de Joseph.


---Zen.....................


El goblin sintió un frío helado recorrer su espalda, ¿es que acaso es inmortal? Esta persona no tiene brazos ni piernas, todo cuerpo tiene heridas muy profundas, sin contar que le acaba de atravesar el cráneo, y aun así sigue sin ceder, y llamando el nombre de alguien, en su desesperación, el goblin le cortó la cabeza, al principio fue un poco difícil pero finalmente la cabeza se separó del cuerpo, entonces se volvió más fácil cargarlo.


Todos los varones, incluyendo a las ancianas, adultas que ya tenían su edad, del pueblo Ramus, que habían sido asesinados, fueron llevados al centro del pueblo principal, en donde fueron quemados hasta las cenizas, mientras este proceso ocurría el goblin que había traído a aquel joven de cabello negro, miró la cabeza del chico por si acaso, entonces, su peor miedo ocurrió, pero se lo guardo por que trato de autoconvencerse de que sólo lo imaginó.


La cabeza de ese muchacho, aunque estaba separada de su cuerpo, susurro una vez más el nombre de su amada que no pudo proteger.


---Zen.....................................................................


En un par de horas, tan solo quedaron los cuerpo carbonizados, hasta los huesos; de algunos cuantos, el resto se volvieron cenizas que solo se las llevó el viento, incluyendo a Joseph.


***********


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